Las pérdidas de la estatal eléctrica se redujeron en 5.782 millones de lempiras (US$252,7 millones) en un año, informaron ayer autoridades de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Enee).
Jesús Mejía, gerente general de la Enee, recordó que en 2014 la empresa cerró con un déficit de 7.800 millones de lempiras (US$340,9 millones).
En cambio, a diciembre de 2015 las pérdidas alcanzaron 2.018 millones de lempiras (US$88,2 millones).
Mejía reconoció que las causas de estas pérdidas se debían a la mala administración de la empresa. Asimismo, por el exceso de personal administrativo, lo que llevó a la reducción de la masa salarial.
Lo anterior dejó como resultado un ahorro de 1.300 millones de lempiras (US$56,8 millones), que representa el 7% del presupuesto.
El funcionario resaltó que la nueva metodología administrativa divide a la Enee en tres empresas: generación, transmisión y distribución.
Esta última entró en operación el 19 de agosto a cargo de la Empresa Energía Honduras (EEH), la cual tiene la responsabilidad de reducir las pérdidas no técnicas en un 17%.
Otro punto a atacar es el robo de energía y la mora que tienen los clientes.
Igualmente, tener en buenas condiciones todo el sistema de distribución, como alambrado y postes.
Vida útil
Para José Manuel Arriaga Yacamán, exgerente de la Enee, las líneas de voltaje han llegado a su máxima capacidad, lo que provoca racionamientos de energía en horas pico.
"La deficiencia en transmisión y distribución se deben a la falta de inversión.
Después que se hizo la expansión del sistema interconectado 1, 2 y 3 a finales de los años 90 y principios del 2000, no se volvió a invertir", aseveró Yacamán.
Por ahora el problema no está resuelto; pero para el exfuncionario, probablemente sea superado por la nueva contratación.
Según el contrato, EEH debe invertir US$358 millones en mejorar las líneas de distribución.
"La Enee ha hecho una contratación importante que va a resolver estos problemas en el mediano plazo, que va a reducir las pérdidas y va a mejorar la distribución", concluyó Arriaga.
