Claves del día

Venezuela marginada y sin un real

Las elecciones legislativas del domingo en Venezuela pueden provocar un giro en la Asamblea Nacional y quedar en manos de la oposición, un mensaje esperanzador para parte de la población. Pero este cambio no vendría con una varita mágica.

2015-12-04

Por: Daniel Suchar Zomer*

Las elecciones de una nueva Asamblea Nacional en Venezuela podrán irradiar un mensaje esperanzador para un sector de la población que se considera oposición al gobierno. En la acera del frente, los partidarios "chavistas" pueden sentir un sentimiento de preocupación, pues ya no gozan de la mayoría absoluta en dicho ente Legislativo como lo venían haciendo desde hace unos años.

Pero para ambos "bandos" de la política venezolana, el común denominador se basa es el resultado de esta nueva asamblea no trae consigo la varita mágica de la Economía ni de David Copperfield ni de Mandrake. Es más, lo que podría darse en un corto plazo, es la asesoría del Dr. Frankestein para ir construyendo un seudo-sistema económicamente más blando, para poder reactivar el aparato productivo del país.

Hay que recordar, que una asamblea legislativa; sirve como ente para plantear leyes, debatirlas y de ser el caso de conseguir consenso entre los presentes, se concretan dichas normas y se llevan a cabo. Este proceso no se realiza de la "noche a la mañana"; ni tampoco son fáciles de conllevar en un reunión de diferentes puntos de vista, más que todo, políticos.

Venezuela empezará un 2016 con el mismo presidente de siempre, y su gabinete, llámese asesores, ministros y vice ministros, seguirán siendo los mismos. Por lo tanto, los cambios en materia organizativa, económica e incluso social; mantendrán la misma inercia que hasta ahora se ha mantenido. No habrá "cambios de raíz más si de estética".

Ambos "bandos políticos" encontraran un país al regresar de sus vacaciones decembrinas; con una económica decaída y pobre, con un retroceso de -10% PIB con respecto al año anterior. Una inflación que según datos no oficiales (pues lo oficiales aún se están esperando a que salgan) por encima de un 200% de variación; y un aparato productivo totalmente destruido por las políticas económicas aplicadas en los últimos años, las cuales se han afincado aun peor en los últimos meses.

Pero la varita mágica de la Asamblea Nacional también se verá impactada con el negativismo del sector político en levantar la administración de las divisas extranjeras. Es el único país en el mundo en adoptar tres tipos de cambios "Oficiales" y la manutención de un cuarto sistema cambiario (mercado negro) que se ha florecido como la única salvación de los pocos empresarios que quedan en la patria de Simón Bolívar.

Llegar en enero y seguir afirmando que las leyes van a cambiar todo el destino de Venezuela, sería una falacia al pueblo venezolano. La estrangulación del sector privado en ese país, quien ha sido permanentemente acosado por el Gobierno; han registrado un gran cierre de empresas y ha aumentado los niveles de empleo informal por encima del 65%. Las tasas de homicidios en el 2015 esperan cerrar con un record de más de 25.000 asesinatos y colocando cuatro ciudades venezolanas en el Top 10 de las más violentas del Latinoamérica (Caracas, Valencia, Ciudad Guyana y Barquisimeto). Esto no se cambia "de un día para el otro". Lleva su tiempo.

Por otro lado, el entorno mundial no parece favorecer a Venezuela, quien, con cambio de aires internos; de igual forma enfrentará retos importantes para afrontar un 2016 con pocos ánimos de crecimiento mundial.

Los precios internacionales del petróleo, se ubican cercano a los US$40, recordando que el 85% del Producto Interno Bruto de Venezuela depende del oro negro. Si este no empieza a subir de precio (cosa que Maduro reza y aspira que suceda en corto plazo); las arcas del Gobierno venezolano se tendrán que ajustar a este precio internacional. Otra parte del PIB bolivariano depende de otras materias primas como café, cacao, arroz y azúcar, quienes presentan desempeños muy similares al barril petrolero. Por lo tanto, los presupuestos en la balanza comercial deberán fijarse con base a los valores paupérrimos de estos productos.

Y es que toda la economía venezolana estará ligada a lo que suceda externamente al país. Si los flujos de efectivo no se ven "jugosamente incrementados" (hoy se adeudan US$40.000 millones), la entrada de los dólares serán escasos y a partir de allí, la oferta monetaria para los importadores de productos; seguirán siendo estrictamente administrados por no decir, infinitamente imposible de conseguir. Y nuevamente, el ciclo de vida de los precios y costos de los productos, estarán sujetas a las "designaciones a dedo" que realiza el gobierno nacional apalancado en tres tipos de cambio (OFICIAL, SICAD y SIMADI) contribuyendo aún mas, a mantener una economía al son bailable del mercado negro.

Por otro lado, el gasto público que tiene el gobierno nacional con sus "fieles seguidores" es de carácter astronómico (unos Bs.F 1,15 billones y +56% frente al 2014) y este debe ser muy bien pagado para poder mantener esa fidelidad popular. La nueva Asamblea tendrá que saber manejar muy bien el tema del recorte presupuestario y sobre todas las cosas, como hacer frente a la liquidez monetaria que ha llevado al Gobierno a "imprimir bolívares" ante la escasez de dólares antes mencionada y afrontar sus "compromisos sociales".

El reto de los venezolanos no puede estar centrado en quienes lideran la asamblea sino en que las leyes que allí se planteen tengan un impacto directo en la economía venezolana en un corto plazo. Los problemas de los países giran en gran parte, cuando se detectan inconvenientes ante la inexistencia de los productos. El desespero, la arrogancia, el egoísmo y el irrespeto al prójimo, empiezan a florecer cuando los individuos no consiguen sus productos (de cualquier índole) para satisfacer sus necesidades. La respuesta es muy sencilla: reactivar el aparato productivo de Venezuela.

El 2016 será un año muy retador para la economía de Venezuela. Los grandes dirigentes deberán colocarse su "gorra o cachucha" de administradores y ser excelentes gerentes de planificación financiera. La liberación de controles cambiarios y la homologación de los mismos, traerá consecuencias muy positivas para el país. Mientras el egoísmo se centre en un "Socialismo del siglo 21" que nadie comprende, lamentablemente Venezuela se quedara marginada y sin un real.

*Analista Económico. Profesor Universitario.

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