Este informe fue publicado ayer por el Banco Central de Nicaragua (BCN) con varios días de retraso. En el mismo, se puede observar cómo entre enero y junio de este año Nicaragua recibió US$193,3 millones , de los cuales US$172,8 millones correspondieron a cooperación petrolera, que es manejada discrecionalmente por allegados a la familia Ortega Murillo, y US$20,5 millones en inversión extranjera directa.
En el primer semestre del año pasado, no obstante, la cooperación venezolana total, incluyendo la inversión extranjera directa, ascendió a US$248,8 millones, de los cuales US$236,4 millones provinieron de préstamos por parte de Petróleos de Venezuela (PDVSA) y donaciones.
Según el BCN, el 62% de los US$172,8 millones han servido para "proyectos socioproductivos, destacándose el financiamiento a la Soberanía Energética, a la industria, al desarrollo del comercio justo, inversión financiera, al desarrollo empresarial y financiamiento a la producción agropecuaria y forestal".
Igualmente se han destinado fondos para proyectos de infraestructura habitacional, transporte terrestre y marítimo, servicios, entre otros, dice el informe.
Aunque el BCN no explica las causas del derrumbe de la cooperación petrolera, la misma coincidió con la estrepitosa caída que ha experimentado el barril de petróleo a nivel internacional.
Esta situación ha empeorado por la crisis económica en Venezuela, cuyo Producto Interno Bruto se contraerá este año 7,37% y el próximo año caerá 3,75%, según proyecciones del Banco Mundial.
Venezuela afronta un grave problema de disponibilidad de divisas, debido a la reducción del precio de su petróleo, que se ha vendido en promedio a US$47,46 en lo que va del año, según cifras del Ministerio del Petróleo y Minería.
Ante esta reducción, economistas en Nicaragua han advertido que tendrá repercusiones drásticas en la cooperación petrolera, que si bien es manejada de manera discrecional por allegados de Ortega y su familia, la misma ha contribuido de manera indirecta en el crecimiento económico de los últimos años.
Los reportes de la factura petrolera del BCN indican que en el primer semestre de este año el precio promedio que Nicaragua pagó por el petróleo, importado principalmente desde Venezuela, fue de US$59,51 por barril, 44,83% por debajo de los US$107,88 que pagó en el primer semestre de 2014.
Al director ejecutivo de la Fundación Nicaragüense de Desarrollo Económico y Social (Funides), Juan Sebastián Chamorro, no le sorprende el porcentaje de reducción, por considerarlo consecuencia directa del desplome del precio del petróleo en el mercado internacional.
"Como los datos de la factura petrolera sí los conocemos, era más que obvio esperar que la cifra iba a andar por ahí… Incluso, parte del ajuste a la proyección de (crecimiento) que hicimos incluye esto, porque primero se pensó que el petróleo se iba a recuperar en el primer semestre", dijo Chamorro.
Funides había proyectado un crecimiento del 4,5% para el 2015, pero al cierre del primer semestre lo redujoma 3,9%.
Proyectos sociales en riesgo
Para Chamorro, el financiamiento de proyectos sociales y algunos subsidios que aún no se incorporan al Presupuesto estarían en riesgo con esta merma de la cooperación.
Por su parte, el economista Adolfo Acevedo en un análisis publicado recientemente explicó que estos fondos venezolanos han contribuido a mantener el crecimiento económico "en la medida en que, por una vía u otra, los (recursos) se han destinado a apuntalar y sostener la demanda agregada. Se estima que, en su ausencia, la tasa de crecimiento de la economía hubiese sido hasta dos puntos porcentuales menor".
Acevedo advierte que este año, debido a la caída del petróleo, la cooperación de Venezuela se reducirá a la mitad "y, aunque su disminución ha procurado ser contrarrestada a través de la no reducción proporcional de la tarifa eléctrica y el combustible, estos expedientes pueden no resultar sostenibles en un año electoral y a la vez limitan el efecto positivo de la reducción del precio del petróleo sobre la economía".
