Claves del día

El yuan aspira a convertirse en divisa de reserva internacional

China no esconde su intención de que su moneda desempeñe un creciente rol internacional, a medida que emprende ambiciosas reformas para liberalizar las transacciones financieras en el país.

2014-05-13

Por: AFP

El yuan, cada vez más utilizado lejos de las fronteras chinas, podría algún día sumarse al dólar como divisa de reserva de los grandes bancos centrales, aunque para ello Pekín deberá acentuar sus reformas financieras, advierten los expertos.

La convertibilidad del renminbi -o 'moneda del pueblo', el otro nombre del yuan- está muy controlada por las autoridades comunistas, que quieren evitar flujos de capitales desordenados, por lo que su tasa de cambio fluctúa en un estrecho margen.

Pero China no esconde su intención de que su moneda desempeñe un creciente rol internacional, a medida que emprende ambiciosas reformas para liberalizar las transacciones financieras en el país.

Esas reformas centraron las conversaciones el martes en Pekín entre el secretario estadounidense del Tesoro, Jacob Lew, y el primer ministro chino, Li Keqiang.

'Es importante que China reitere de forma decidida su compromiso de ir hacia tipos de cambio definidos por el mercado, y hacia un sistema de convertibilidad más transparente', afirmó Lew.

Los esfuerzos de Pekín se han concentrado sobre todo en Hong Kong, una región administrativa autónoma, para convertirla en un centro donde se pueda cambiar libremente el yuan y se puedan emitir obligaciones de empresa en moneda china.

También la zona franca inaugurada el año pasado en Shanghai puede constituir un 'laboratorio' para la libre convertibilidad del yuan.

Diversificación

'El renminbi tiene el viento en popa [...] Si China sigue aplicando sus reformas financieras y económicas, el yuan se convertirá en divisa de reserva viable y potencialmente importante' afirma Eswar Prasad, profesor de la Cornell University en Estados Unidos, y que dirigió la división China del Fondo Monetario Internacional.

Según él, algunos bancos centrales -entre ellos los de Nigeria, Chile, Corea del Sur y Japón- ya tienen yuanes en sus cajas, lo que demuestra la importancia de las relaciones económicas y comerciales de estos países con el gigante asiático.

Es cierto que dado el control que ejerce Pekín sobre su moneda, el yuan es mucho menos volátil que el resto de las grandes divisas mundiales. Sin embargo, el yuan se apreció en 2013 ante el dólar, aunque ha vuelto a perder terreno estos últimos meses.

El tipo de cambio del yuan puede variar cada día solamente 2% de un lado u otro respecto a una tasa determinada por el Banco Central, una 'tasa media' que 'refleja la dirección deseada por el gobierno y sus intenciones' explica Jiang Shu, analista del Industrial Bank, un banco chino.

China no puede por tanto rivalizar con la independencia y la transparencia de las instituciones de Estados Unidos o Europa: por ello, de momento, el yuan se puede convertir en instrumento de 'diversificación' de las reservas de divisas, pero es poco probable que logre el estatuto pleno de divisa de reserva, pronostica Eswar Prasad.

El renminbi atrae

La depreciación del yuan desde principios de este año ha sido mal acogida por los socios comerciales de China, que consideran que esa moneda ya estaba desde antes ampliamente subvaluada, lo que favorecía de forma indebida a los exportadores chinos.

'Aunque hay una voluntad evidente [del gobierno] de acrecentar la volatilidad del renminbi en los dos sentidos, las recientes tendencias' de la divisa china 'generan serias preocupaciones', se alarmó en abril el Tesoro de Estados Unidos.

Pekín, por su parte, considera 'normales' estas fluctuaciones: 'En la historia de la finanzas, nunca se ha visto a una divisa que se revalorice de forma continua sin conocer luego una depreciación', afirma Guan Tao, un responsable de la administración del mercado de cambios.

Al margen de estas polémicas, 'el renminbi atrae, la economía china podría alcanzar a la de Estados Unidos en diez o quince años, y las inversiones a largo plazo operarán en consecuencia', concluye Prasad.

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