Centroamérica: entre comercio y soberanías

Igual sucede en el &aacute;mbito multilateral, con la obligaci&oacute;n de cumplir con ciertos compromisos de pa&iacute;s se&ntilde;alados en el marco del Acuerdo sobre Facilitaci&oacute;n del Comercio de la OMC (Conferencia de Bali; diciembre 2013), una vez entre en vigencia internacional. El Acuerdo de Bali tiene como prop&oacute;sito &quot;agilizar el movimiento, el levante y el despacho de las mercanc&iacute;as, incluidas las mercanc&iacute;as en tr&aacute;nsito &quot;, garantizando la cooperaci&oacute;n necesaria entre las autoridades de frontera y por derivaci&oacute;n, la cooperaci&oacute;n con las autoridades de frontera vecinas.Estos compromisos con el comercio internacional, con su flujo de factores (mercanc&iacute;as, personas, servicios y capitales), son presiones gravitacionales suficientes para que la regi&oacute;n se plantee un verdadero redise&ntilde;o de sus conceptos y pr&aacute;cticas de control en frontera. ¿Est&aacute; sucediendo esto? Una fuerza centr&iacute;fuga sobre la regi&oacute;n Hay en ciertos pa&iacute;ses centroamericanos una inercia de resistencia a estas presiones gravitacionales del mercado internacional, cuyo fondo estrat&eacute;gico es pol&iacute;tico: es la natural vocaci&oacute;n de soberan&iacute;a sobre los movimientos transfronterizos por parte del Estado. La soberan&iacute;a territorial es el primer asiento conceptual y pr&aacute;ctico de la soberan&iacute;a nacional. Los movimientos desde, hacia y a trav&eacute;s del territorio se enfocan bajo esta premisa pol&iacute;tica. &quot;El comercio debe sujetarse a la soberan&iacute;a nacional y no al contrario &quot;, parecen expresar los m&aacute;s activos en este enfoque centr&iacute;fugo.Dado que necesariamente, todo acuerdo de comercio entre pa&iacute;ses, implica normalmente reducciones arancelarias m&aacute;s o menos r&aacute;pidas y por lo tanto, fuertes reducciones en el volumen de los ingresos arancelarios captados en el comercio transfronterizo (se suprimir&aacute;n del todo en cierto momento), puede estar sucediendo que las burocracias de frontera, ante el consecuente debilitamiento del control y la vigilancia arancelaria, tiendan a recurrir a las medidas no arancelarias para mantener su tradicional cuota de control y la justificaci&oacute;n de sus funciones sobre los flujos transfronterizos. La tramitolog&iacute;a viene ser as&iacute; una especie de expresi&oacute;n burocr&aacute;tica de la soberan&iacute;a, llenar papeles porque s&iacute;.De acuerdo a informes del Banco Mundial, un emprendedor centroamericano en operaciones de exportaci&oacute;n/importaci&oacute;n, debe dedicar m&aacute;s del 50% del total del tiempo necesario en esas operaciones, llenando papeler&iacute;a. El costo directo y el de oportunidad de este tiempo de acci&oacute;n empresarial, es alto, incidiendo en los t&eacute;rminos de competitividad y productividad. Esto, sin tomar en cuenta la situaci&oacute;n cr&iacute;tica que imponen en algunos de los pa&iacute;ses centroamericanos, la corrupci&oacute;n, el tr&aacute;fico de influencias, las actividades delincuenciales, que distorsionan o hasta estrangulan, los flujos de comercio [1] .

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