<br />Esta salida de la fuerza laboral fue in&eacute;dita y ha sido una caracter&iacute;stica de 2020. En comparaci&oacute;n, la<strong> tasa de desocupaci&oacute;n ha reflejado solamente en forma parcial la magnitud de las dificultades</strong> por las que han venido atravesando los mercados laborales de la regi&oacute;n, al aumentar en algo m&aacute;s de 2 puntos porcentuales entre 2019 y 2020, de 8,3 a 10,6 por ciento.<br /><br />Esta situaci&oacute;n habr&iacute;a comenzado a cambiar, explic&oacute; la autora del informe, la especialista regional en econom&iacute;a laboral de OIT Roxana Maurizio, quien coment&oacute; que en 2021 podr&iacute;a registrarse &quot;un aumento importante de la tasa de desocupaci&oacute;n cuando retornen a la fuerza de trabajo las millones de personas que hab&iacute;an dejado de participar en la fuerza laboral&quot;.<br /><br />Adem&aacute;s de los empleos perdidos, la regi&oacute;n experiment&oacute; una fuerte contracci&oacute;n de las horas trabajadas, as&iacute; como una reducci&oacute;n de los ingresos laborales, que representan 80% de lo que perciben las personas en Am&eacute;rica Latina y el Caribe. La regi&oacute;n ha registrado las mayores p&eacute;rdidas a nivel mundial en las horas trabajadas.<br /><br />La nota t&eacute;cnica de la OIT se&ntilde;ala que en esta crisis tanto el empleo formal como el informal experimentaron contracciones muy pronunciadas, pero el segundo con mayor intensidad que el primero y por ese motivo la tasa de informalidad se redujo (temporalmente), en el marco del colapso generalizado en la demanda de empleo, especialmente en los primeros meses de la pandemia. Pero esa situaci&oacute;n ya comenz&oacute; a cambiar.<br /><br />&quot;Existe un alto riesgo de informalizaci&oacute;n que se suma a los ya elevados niveles de informalidad laboral que ten&iacute;an los pa&iacute;ses antes de la pandemia&quot;, destac&oacute; Maurizio.<br /><br />Seg&uacute;n los datos disponibles de siete pa&iacute;ses, la recuperaci&oacute;n del empleo en la segunda mitad de 2020 ha estado traccionada casi por completo por el crecimiento del empleo informal. Estas ocupaciones estar&iacute;an dando cuenta de m&aacute;s del 60% del aumento total del empleo.<br /><br />&quot;El d&eacute;ficit de trabajo formal, a su vez, probablemente se har&aacute; m&aacute;s evidente para ciertos grupos de trabajadores como los j&oacute;venes, las mujeres y los adultos con menores calificaciones, grupos que estructuralmente exhiben mayores dificultades para insertarse en un puesto formal&quot;, agreg&oacute; la especialista de OIT. &quot;El colapso macroecon&oacute;mico ha impactado de manera desproporcionada en algunos segmentos de la poblaci&oacute;n, amplificando las brechas laborales y sociales -especialmente las brechas de g&eacute;nero- que caracterizan la regi&oacute;n&quot;, agreg&oacute;. &quot;Las perspectivas de recuperaci&oacute;n econ&oacute;mica para 2021 son modestas y a&uacute;n muy inciertas, por lo que las expectativas acerca de una posible reversi&oacute;n de la situaci&oacute;n cr&iacute;tica del mercado de trabajo deber&iacute;an ser muy cautelosas&quot;.<br /><br />La OIT ha propuesto desarrollar estrategias de recuperaci&oacute;n basadas en un Marco de pol&iacute;ticas con cuatro pilares principales: estimular la econom&iacute;a y el empleo; apoyar a las empresas, los empleos y los ingresos; proteger a los trabajadores en el lugar de trabajo; y recurrir al di&aacute;logo social para encontrar soluciones.<br /><br />La nota t&eacute;cnica destaca que en un escenario tan complejo como el actual &quot;el dialogo social y la construcci&oacute;n de nuevos consensos, pactos o acuerdos son m&aacute;s relevantes que nunca&quot; para avanzar en la recuperaci&oacute;n del empleo.<br /><br /> </div>