Trump tilda de 'animales' a algunos de los inmigrantes que llegan a EEUU

Comenz&oacute; a 'trabajar' a los 14 De baja estatura, trigue&ntilde;o, de cabello erizado, corto a la ra&iacute;z, el hombre de 38 a&ntilde;os, que se identific&oacute; con el seud&oacute;nimo de C&eacute;sar, por su seguridad, atribuy&oacute; su adhesi&oacute;n a la MS-13 al abandono de su padre. 'Mi padre nos ech&oacute; a la calle, a mi mam&aacute; con seis hijos y embarazada. Dorm&iacute;amos en la calle, com&iacute;amos de los recipientes de basura, aguant&aacute;bamos sol, fr&iacute;o y lluvia', lamenta C&eacute;sar. Relat&oacute; que para escapar artificialmente de su desgracia se refugi&oacute; en las drogas de pegamento deambulando por las calles donde lo reclutaron l&iacute;deres de la MS-13 cuando rondaba los 14 a&ntilde;os. Para ingresar a la mara, C&eacute;sar dice que tuvo que someterse a golpes y maltratos. El primer 'trabajo' que le asignaron fue distribuir drogas, despu&eacute;s de obligarlo a olvidarse de su familia, incluso de su madre. 'En nuestro pa&iacute;s las pandillas son muy poderosas, tienen el poder con los narcotraficantes y el apoyo de las mismas autoridades', sostiene. Asegura que los pandilleros presos dirigen desde las c&aacute;rceles la distribuci&oacute;n de drogas y el sicariato junto con autoridades por la 'gran corrupci&oacute;n y a ellos (las autoridades) no les conviene que se sepa la verdad' de su participaci&oacute;n en el crimen y del por qu&eacute; no combaten la criminalidad. Lamenta que el gobierno 'solo ofrece' c&aacute;rcel pero 'no est&aacute; haciendo el trabajo que corresponde' de atender a los j&oacute;venes, con oportunidades de trabajo y educaci&oacute;n gratuita, por lo que se ven 'obligados' a integrarse en pandillas para sobrevivir o emigrar hacia Estados Unidos. Una red delictiva que se extiende C&eacute;sar da 'gracias a Dios' que pudo salirse de la pandilla despu&eacute;s de seis a&ntilde;os para insertarse en labores sociales de la iglesia, porque la &uacute;nica posibilidad que ofrecen los l&iacute;deres para salir es dedicarse 'a la cosas de Dios'. 'La pandilla se extiende de manera silenciosa porque los j&oacute;venes se unen en cada barrio y colonia', relata otro de los entrevistados que se identific&oacute; como Humberto, tambi&eacute;n de 38 a&ntilde;os. 'Uno puede tener tres t&iacute;tulos de la universidad y no se consigue trabajo, entonces los j&oacute;venes se ven obligados a entrar al mundo de la venta de drogas', lamenta Humberto. Graduado de bachiller en estructuras met&aacute;licas, Humberto trabaja en el departamento de mantenimiento de una empresa. 'Me ha tocado trabajar en cualquier cosa: botar basura, conductor de bus', se queja. Otro joven que se identific&oacute; como Joel Valle, de 27 a&ntilde;os, lament&oacute; que su hermano emigr&oacute; a Houston hace diez a&ntilde;os porque 'estaba aguantando hambre' pero otra hermana qued&oacute; bloqueada en M&eacute;xico porque Estados Unidos aument&oacute; los bloqueos en la frontera.

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