<br />Juan Diego Castro</h1><strong>Abogado penalista de hablar pausado pero en&eacute;rgico, Juan Diego Castro, de 62 a&ntilde;os, se presenta al electorado como un 'outsider'</strong> de la pol&iacute;tica, pese a que fungi&oacute; como ministro de Seguridad y de Justicia en el per&iacute;odo 1994-1998.<strong>Al inicio de su campa&ntilde;a aparec&iacute;a en p&uacute;blico con una escoba, s&iacute;mbolo de su intenci&oacute;n de barrer la corrupci&oacute;n y el crimen,</strong> y ese discurso de mano dura le permiti&oacute; surgir en las encuestas pese a estar postulado por el diminuto Partido Integraci&oacute;n Nacional.<strong>Como ministro de Seguridad demostr&oacute; su estilo autoritario</strong>, cuando envi&oacute; a un contingente policial a rodear la Asamblea Legislativa (congreso) despu&eacute;s de que &eacute;sta aprob&oacute; un presupuesto menor al que hab&iacute;a pedido. Esta acci&oacute;n motiv&oacute; un voto de censura en su contra.<strong>En la actual campa&ntilde;a ha mantenido un enfrentamiento constante con los medios de comunicaci&oacute;n, particularmente el diario La Naci&oacute;n, y ha bloqueado de su cuenta de Twitter a los comunicadores que lo critican.</strong><h1>