<strong>Si estos eventuales traspasos no fuesen suficientes para equilibrar las cuentas, la entidad parisina podr&iacute;a verse obligada a prescindir de 'pesos pesados' como el argentino Javier Pastore (28 a&ntilde;os)</strong>, fichado en 2011 por 42 millones de euros, el brasile&ntilde;o Lucas (24 a&ntilde;os), amigo de Neymar, o <strong>incluso &aacute;ngel Di Maria (29 a&ntilde;os), que lleg&oacute; en 2015 a cambio de 63 millones de euros y que ser&iacute;a del inter&eacute;s del Barça.</strong><em>'Quiz&aacute; no ocurra este a&ntilde;o pero s&iacute; en los siguientes. Si por ejemplo deciden vender a Marco Verrati en el pr&oacute;ximo mercado de invierno (boreal) porque se dan cuenta de que no son capaces de respetar las normas del fair play financiero, no habr&aacute; sido buena idea fichar a Neymar'</em>, estima Jean-Pascal Gayant, profesor de Ciencias Econ&oacute;micas en la Universidad de Mans.</div>