<div id='DTElementID-13546201' class='WebText'><strong>Por AFP</strong>Animada por el voto de <strong>7,2 millones de personas en el plebiscito simb&oacute;lico contra el presidente Nicol&aacute;s Maduro</strong>, la oposici&oacute;n venezolana defin&iacute;a este lunes su 'ofensiva final' para frenar la elecci&oacute;n de la Asamblea Constituyente y presionar por un cambio de gobierno.'El mundo y Miraflores (palacio presidencial) deben escuchar el grito de todo un pa&iacute;s. Lo que viene ahora es que materialicemos el mandato que nos dio la gente', declar&oacute; este lunes Julio Borges, presidente del Parlamento, controlado por la oposici&oacute;n.El oficialismo cuestion&oacute; los resultados de antemano, se&ntilde;alando que el proceso no es vinculante y es 'ilegal' por no tener aval del Consejo Nacional Electoral (CNE), acusado por la oposici&oacute;n de servir al gobierno.<strong>Tras el resultado y a dos semanas de la elecci&oacute;n de la Asamblea Constituyente impulsada por Maduro</strong>, la coalici&oacute;n Mesa de la Unidad Democr&aacute;tica (MUD) iniciaba este lunes lo que llama la 'hora cero', <strong>una estrategia para precipitar un desenlace del conflicto con el escalamiento de las protestas que estallaron casi cuatro meses atr&aacute;s y que dejan 96 muertos.</strong>Seg&uacute;n Borges, el plebiscito evidenci&oacute; la voluntad del pa&iacute;s de sacar a Maduro del poder por los votos antes de que termine su gesti&oacute;n en enero de 2019, pues el 5% que falta por escrutar permitir&iacute;a alcanzar los 7,5 millones de votos necesarios para revocar el mandato del presidente si hubiera un referendo.<strong>En las &uacute;ltimas elecciones venezolanas, las parlamentarias de 2015, la oposici&oacute;n arras&oacute; con 7,7 millones de votos de un total de casi 20 millones de electores</strong>, quebrando una hegemon&iacute;a chavista, entonces de 17 a&ntilde;os, en la Asamblea Nacional.'Se evidencia una demanda de cambio pol&iacute;tico persistente a lo largo del tiempo', dijo a la AFP el polit&oacute;logo John Magdaleno, quien consider&oacute; el plebiscito 'exitoso' porque fue organizado por 'la ciudadan&iacute;a' en poco tiempo y con solo 2.000 centros de votaci&oacute;n frente a 14.000 en 2015.<h1><br />El plebiscito como presi&oacute;n</h1>Dirigentes oficialistas anunciaron que este lunes presentar&aacute;n pruebas de supuestas votaciones fraudulentas y criticaron que la oposici&oacute;n decidiera quemar los registros de la consulta con el argumento de evitar represalias contra los votantes.<strong>'¿Qu&eacute; van a auditar?, ¿cenizas? No puede el pa&iacute;s seguir sometido a la burla permanente por parte de la oposici&oacute;n', declar&oacute; la excanciller Delcy Rodr&iacute;guez, candidata a la Constituyente.</strong>En un pulso con la oposici&oacute;n, el oficialismo tambi&eacute;n moviliz&oacute; masivamente a sus seguidores el domingo en un simulacro de la elecci&oacute;n, prevista el 30 de julio, de los 545 asamble&iacute;stas de la Constituyente. El gobierno lo calific&oacute; de 'hist&oacute;rico' por su participaci&oacute;n.<strong>El reto de la oposici&oacute;n es servirse del plebiscito para masificar la protesta y 'fracturar al adversario' para 'presionar una negociaci&oacute;n que lleve a una oportunidad pac&iacute;fica de cambio', seg&uacute;n Luis Vicente Le&oacute;n,</strong> presidente de la firma Datan&aacute;lisis.A su vez, el desaf&iacute;o del gobierno es evitar una baja participaci&oacute;n en la elecci&oacute;n de la Constituyente, porque de lo contrario nacer&iacute;a sin 'legitimidad', seg&uacute;n el analista.La consulta opositora cont&oacute; con apoyo de Naciones Unidas, de la Organizaci&oacute;n de Estados Americanos (OEA), de Estados Unidos y de gobiernos de Am&eacute;rica Latina y Europa.El secretario general de la OEA, Luis Almagro, llam&oacute; este lunes a 'asumir' que una mayor&iacute;a rechaza el intento de Maduro de redactar una nueva Constituci&oacute;n, mientras los gobiernos de Espa&ntilde;a, Alemania, Canad&aacute; y M&eacute;xico pidieron al mandatario venezolano reconsiderar su convocatoria y buscar una salida negociada a la crisis.El plebiscito simb&oacute;lico tuvo como observadores a los expresidentes Jorge Quiroga (Bolivia), Vicente Fox (M&eacute;xico), Andr&eacute;s Pastrana (Colombia), Laura Chinchilla y Miguel &aacute;ngel Rodr&iacute;guez (Costa Rica), quienes pidieron a la comunidad internacional que presione para que se anule 'esa Constituyente golpista'.<h1><br />'Sentarse a hablar'</h1>La oposici&oacute;n acusa a Maduro de hundir la econom&iacute;a del pa&iacute;s petrolero, con una inflaci&oacute;n de tres d&iacute;gitos, y asfixiar a la poblaci&oacute;n con una severa escasez de alimentos y medicinas.El mandatario asegura que la Constituyente traer&aacute; la paz y recuperaci&oacute;n econ&oacute;mica, pero sus detractores afirman que con ese proyecto Maduro pretende consolidar 'una dictadura'.<strong>Maduro pidi&oacute; el domingo dar una 'oportunidad' a su iniciativa y llam&oacute; a los opositores a no volverse 'locos' con los resultados del plebiscito y 'sentarse a hablar'.</strong>La Constituyente abri&oacute; una fractura en el chavismo, encabezada por la fiscal general, Luisa Ortega, quien no vot&oacute; en la consulta opositora pero ha llamado a evitar que Maduro consolide su proyecto, rechazado seg&uacute;n Datan&aacute;lisis por el 70% de venezolanos.Respaldado por los poderes electoral, judicial y militar, Maduro da por hecho que tendr&aacute; a partir de agosto una Constituyente que regir&aacute; al pa&iacute;s como un 'suprapoder' por tiempo indefinido, con facultades de hasta anular el Parlamento y la Fiscal&iacute;a.</div>