<strong>Con una pandemia del COVID-19 que comienza a ceder, el banco est&aacute; posicionado para convertirse en el compa&ntilde;ero de la reactivaci&oacute;n econ&oacute;mica. Se espera que la econom&iacute;a guatemalteca crezca en un 3,5 % este a&ntilde;o 2021.</strong>La instituci&oacute;n financiera tiene un papel estrat&eacute;gico para Guatemala. A trav&eacute;s de Banrural se pagaron m&aacute;s del 50% del total de remesas familiares que ingresaron al pa&iacute;s el a&ntilde;o pasado y m&aacute;s de 3.308 millones de quetzales del bono familia (US$424,4 millones), que el gobierno cre&oacute; para apoyar a los guatemaltecos m&aacute;s afectados por las medidas de emergencia ante el COVID- 19; as&iacute; como unos 614 millones de quetzales (US$78,8 millones) del bono de protecci&oacute;n del empleo.El COVID-19 afect&oacute; severamente la econom&iacute;a de todos los pa&iacute;ses provocando el cierre de empresas y la p&eacute;rdida de empleo para mucha gente. <strong>En el caso de Guatemala, los efectos de la pandemia se magnificaron con las tormentas tropicales Eta e Iota. </strong>&quot;Durante los momentos m&aacute;s cr&iacute;ticos, Banrural brind&oacute; servicios de consulta, asesor&iacute;a y orientaci&oacute;n m&eacute;dica v&iacute;a telef&oacute;nica a sus clientes locales y migrantes; distribuy&oacute; v&iacute;veres y ‘kits’ de bioseguridad a sus colaboradores y clientes, y otorg&oacute; gratuitamente un seguro de vida al personal m&eacute;dico y de enfermer&iacute;a, de primera l&iacute;nea, del sistema nacional de salud y de la seguridad social&quot;, detalla Guzm&aacute;n.