Por E&N Pyme-Emprende
Las mujeres emprendedoras vierten su talento y creatividad para consolidar su liderazgo e impulsar sus capacidades empresariales, pero se enfrentan con problemáticas específicas.
Por ejemplo, aquellas que son madres pueden encontrar dificultades para alcanzar sus objetivos debido a las múltiples responsabilidades que deben enfrentar.Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), sólo 19% de las personas emprendedoras, al menos en México son mujeres.
Hablamos de una disparidad muy alta con respecto a los hombres que muestra la necesidad de equidad y una responsabilidad compartida en la crianza y educación de los hijos.El mismo Inegi revela que entre las motivaciones que tienen las mujeres para desarrollarse empresarialmente, las más relevantes son el deseo de tener un negocio propio e independencia financiera (29%) y la necesidad de elevar su calidad y nivel de vida (20%).
Son razones lo suficientemente valiosas para buscar una mayor inclusión en el mundo del emprendimiento.
De acuerdo con Nathan Schorr, CEO de Flexio, además del desarrollo personal y profesional, “las madres emprendedoras necesitan contar con herramientas que les puedan auxiliar en el cumpliento de sus objetivos”.
Dentro de esas herramientas la tecnología juega un papel fundamental: “ayuda a automatizar el flujo de trabajo, aumentar la productividad, mejorar la relación con los clientes, tener orden, transparencia, y mejorar la comunicación con clientes y proveedores”, agrega Schorr.
Para que las madres y, en general, las mujeres emprendedoras puedan administrar mejor su tiempo, tener energía y poder crecer en su vida personal, el uso de herramientas digitales puede ser un diferenciador de valor.
Múltiples aplicaciones automatizadas permiten hoy desarrollar actividades tanto en el plano doméstico y personal, como en el ámbito profesional y la administración de negocios. Las herramientas digitales permiten reducir notablemente tiempos, costos y errores, lo que se traduce en una mayor calidad de vida y la posibilidad de dedicar una mayor atención a los hijos y a las cosas verdaderamente valiosas de la vida.
