Por Claudia Contreras, E&N
Pese a que el 2022 ha estado marcado por la crisis de suministros, la inflación y la baja demanda, Ricardo Poma, Presidente y CEO de Grupo Poma, afirma que uno de los aprendizajes más valiosos que dejan los tiempos de “vacas flacas” es hacer más con menos. Los grandes retos de 2022 se han vivido con la mira en mantener o mejorar la rentabilidad en las cinco divisiones operativas de Grupo Poma: Excel (automóviles), Grupo Roble (bienes raíces), Grupo Solaire (industria) , Real Hotels & Resorts (hoteleria) y Autofácil (financiera).
“Respecto a los grandes retos de este año, uno de los más importantes en nuestras cinco divisiones ha sido mantener o mejorar la rentabilidad después de una reducción significativa en la demanda. Afortunadamente, nuestra estrategia de mantener siempre una oferta diferenciada ha sido una especie de parachoques para competir de manera sobresaliente en los diversos mercados en los que estamos presentes”, apuntó. Ricardo Poma lidera el top 15 de Empresarios Regionales más Admirados en Centroamérica. Grupo Poma encabeza la lista de Empresas Admiradas centroamericanas Multilatinas, aquellas con multi presencia en el continente americano.
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“En el negocio de los automóviles, en el que manejamos 14 marcas de vehículos a nivel regional, las dificultades de la cadena de suministro definitivamente han ocasionado obstáculos que hemos aprendido a superar. Nuestra excelente relación con todas las marcas ha sido valiosa para suplir la demanda comercial e industrial”, detalló el jerarca salvadoreño.
Grupo Poma es un conglomerado empresarial con más de 100 años de operación. “A lo largo de nuestra historia, hemos enfrentado contextos difíciles que nos han hecho evolucionar, ser más imaginativos e innovadores. Probablemente, la pandemia por COVID-19 y el tiempo que le ha tomado al mundo reajustarse a la nueva realidad ha sido una de las pruebas más retadoras. Curiosamente, uno termina más fortalecido después de estas crisis, porque opera de forma más eficiente, comprendiendo mejor las prioridades y estableciendo nuevas metas, más ambiciosas. Uno de los aprendizajes más valiosos que nos dejan los tiempos de “vacas flacas” es hacer más con menos”, apuntó el gran empresario salvadoreño.
En paralelo, Poma destacó que los colaboradores del Grupo “han sido aliados indispensables para enfrentar los retos de los últimos años. Estoy convencido de que la gente es lo más importante y las cosas ocurren gracias al empuje de equipos motivados, comprometidos con la misión de la organización y alineados a valores. En nuestro grupo empresarial, la virtualidad fue una oportunidad para ser más eficientes. En muchas de nuestras empresas funciona la modalidad híbrida de trabajo y eso nos ha facilitado mantenernos más conectados en nuestra operación internacional.
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Tiempos de cambio y transformación digital
La era del teletrabajo en Grupo Poma fue impulsada primero por Autofácil y luego permeó en el resto de divisiones. “Nos ha dado excelentes resultados. Somos más eficientes y nos ha permitido estar más conectados, lo cual es sumamente positivo en nuestra operación regional”.
La era postcovid empujó a que el Grupo Poma afine más su filtro para tomar decisiones sobre la factibilidad de próximas inversiones. “Considerando las actuales condiciones, realizamos análisis de la relación costo-beneficio de todos los proyectos que teníamos previstos en la región. Ese ejercicio ha sido valioso porque amplió nuestra perspectiva y nos dio una mayor sensibilidad para tratar de no cometer errores”, subrayó Poma, que también es Presidente de Fundación Poma, FUSAL y Fundación Renacer. También es el Rector de la Escuela Superior de Economía y Negocios.
¿Cómo se mantiene y permea la cultura del grupo empresarial que lidera?
Poma respondió: “Definitivamente nuestra mística basada en valores es un elemento fundamental en el ADN de nuestras empresas. Durante cuatro generaciones hemos mostrado un fuerte compromiso de seguir una brújula de valores que incluyen la integridad, la excelencia, el amor al trabajo, el respeto, la renovación, la solidaridad y el servicio. Esa manera de conducirnos en el ámbito de los negocios, haciendo siempre lo correcto, tiene fuertes raíces en nuestras empresas, y nos ha permitido alcanzar y mantener el éxito. Es palpable en todas nuestras divisiones el sano orgullo de ser parte de Grupo Poma”.
En esa vía, el grupo nacido en El Salvador cuida las competencias y habilidades de los colaboradores como sus principios y valores. “En el actual contexto de cambios exponenciales es particularmente importante que los equipos de trabajo estén conformados por personas creativas, resilientes, con capacidad para trabajar en equipo y abiertos al aprendizaje”, agregó Poma.
Inversión social como parte del negocio
“Tenemos unas raíces fuertes y un compromiso decidido por El Salvador. Hemos invertido desde los años 80 en el área social a través de diferentes organizaciones enfocadas en salud, educación y cultura, entre ellas Fundación Poma, la Fundación Salvadoreña para la Salud y el Desarrollo Humano (FUSAL), la Escuela Superior de Economía y Negocios (ESEN), Fundación Renacer y el Teatro Luis Poma. Fuera del país, hemos participado activamente, apoyando a INCAE en su misión de contribuir al desarrollo de la región a través de la formación de líderes. Nuestras cinco divisiones también se caracterizan por apoyar a organizaciones locales en los países en donde operamos para contribuir al bienestar de las comunidades más vulnerables. Definitivamente, no podría concebir a Grupo Poma sin la parte social, tanto hacia adentro, con nuestros colaboradores, como hacia afuera, con las personas que viven en situación de pobreza. En lo personal, le dedico un porcentaje muy importante de mi tiempo a todas nuestras instituciones sociales, que están generando un notable impacto y cuyos logros me llenan de especial satisfacción”, respondió el empresario sobre el nivel de importancia que tiene la sostenibilidad en el Grupo Poma.
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