A nadie le gusta el fracaso, pero no detestarlo es muy diferente a odiarlo. Hay que ser tolerante con lo que puede (y va) a salir mal. La verdad es que la mayor parte de las personas que detestan el fracaso, dif&iacute;cilmente sobrevivir&aacute;n como emprendedores. Cualquiera que diga que odia el fracaso vive en la fantas&iacute;a. La 'triste' realidad sobre la vida y los negocios es que tienes que fallar de vez en vez para aprender y crecer, y no deber&iacute;as odiarlo.<br />Nadie dijo que convertirse en emprendedor fuera sencillo; probablemente, fallar&aacute;s muchas veces antes de toparte con tu idea del mill&oacute;n de d&oacute;lares o lograr que despegue la que ya tienes, pero si de verdad tienes un compromiso con lo que est&aacute;s dispuesto a lograr y conf&iacute;as en tu potencial y en el de tu compa&ntilde;&iacute;a, &eacute;l &eacute;xito est&aacute; a la vuelta de la esquina; tal vez no de esta cuadra, ni de la siguiente, pero si te detienes ahora o ma&ntilde;ana, ¿c&oacute;mo lo descubrir&aacute;s? Adelante.</div>