Empresas & Management

¿Cuáles son las empresas que más facturan en Centroamérica?

Facturan en conjunto más de US$57.000 millones anuales. Se encuentran entre las principales empleadoras y contribuyentes impositivas. Son los resultados de un estudio especial de Estrategia&Negocios.

2015-09-14

Por Norma Lezcano, estrategiaynegocios.net
Investigación Gabriela Monterrosa

Las 100 empresas que más facturan en América Central y el Caribe forman una estructura empresarial donde las compañías de origen nacional, con vocación regional y multilatina, conviven con multinacionales, dando soporte a más del 20% del PIB regional.

Esta octava edición del Ranking E&N de las 100 que Más Facturan muestra que Avianca le arrebató el primer lugar a Walmart; América Móvil sigue firme en el top tres; Millicom y Pricesmart continúan ganando mercados en sus respectivas industrias.

Las centroamericanas Fifco, cbc, Purdy y Sigma Q no detienen sus ciclos de crecimiento gracias a la internacionalización, y firmas mexicanas y colombianas consolidan a paso firme su expansión en Centroamérica. Ellas son las que más venden, marcan tendencias y reflejan cómo evoluciona la economía.

Los tiempos de bonanza llegaron a su fin. Lo anticipamos hace un año cuando advertimos que la locomotora empresarial de la región venía bajando su velocidad de crecimiento. En esta octava edición del Ranking E&N de las 100 Empresas que Más Facturan, la prospectiva no solo se cumplió sino que se profundizó.
Cobijadas por una región que en el 2014 creció un 4% promedio, las compañías líderes que operan en América Central y el Caribe crecieron por debajo de la performance general de la economía, y esto se dio por primera vez considerando los últimos tres ejercicios fiscales.

En efecto, según se desprende del ranking, registraron un magro crecimiento del 2,35%, cuando en 2013 habían crecido a una tasa promedio del 9,4% y en el 2012, del 23%.
Como informamos cada año, esta edición del ranking enlista a grandes compañías (de origen nacional, regional y multinacional) por sus ingresos totales facturados en la región, en algunos casos, y el valor FOB de sus exportaciones a mercados extrarregionales, en otros. Se tomaron en cuenta las ventas obtenidas en el ejercicio fiscal 2014 y su comparativo con el anterior, estableciéndose como volumen de corte las facturaciones de hasta US$22 millones. La investigación se realizó durante agosto de 2015.

RESULTADOS
El volumen total facturado por las 100 líderes alcanzó los US$57.093,34 millones, lo cual implica un 20,7% del PIB regional (US$ 275.708,60 millones, para América Central + República Dominicana). Un dato importante: en el top five se concentra nada menos que el 33% de todas esas ventas.
¿Cuáles fueron los principales datos que arrojó la investigación? Sin duda, el emergente más relevante es la pronunciada desaceleración del ritmo de crecimiento de las empresas. Sobre 100 compañías, 30 registraron caídas de sus ventas, 37 firmas vieron mover apenas el amperímetro de su facturación con aumentos de un dígito, y solo 33 lograron mantener un ritmo por encima del 10%. Estos datos adquieren mayor significancia si se los compara con los del 2012, por ejemplo, cuando el 89% de las empresas tuvo un vigoroso crecimiento y solo un 11% mostró caídas. Aquellos tiempos con vientos a favor, parecen haber quedado atrás.

A pesar de la caída de los precios internacionales, el sector agroindustrial fue el que mejor desempeño tuvo, con un incremento promedio del 12%, le siguió telecomunicaciones (9,4%), industria (8,5%) y comercio, con apenas un 5%. En una primera lectura, estos datos nos están indicando al menos tres diagnósticos:

1) Centroamérica se puede incorporar (y de hecho lo está haciendo) al club de los mercados latinoamericanos productores de materias primas, con y sin valor agregado. Nicaragua es el principal protagonista en este rubro.
2) Hay mercados que comenzaron a consolidarse y en los cuales las empresas empezarán a encontrar techos de crecimiento, a no ser que jueguen sus estrategias por el lado de la creación de valor 100 a precios competitivos, que creen nuevos mercados o ganen mercados extrarregionales. Telecomunicaciones es un buen ejemplo de ello.

3) Las economías domésticas están viviendo un fuerte ajuste de consumo, como consecuencia de una pluralidad de factores macroeconómicos (inflación, crisis fiscales,) y políticos (crisis institucionales, corrupción, inseguridad). Los sectores de comercio y servicios son los que se están viendo más perjudicados por ese difícil entorno. Este punto es crítico a la hora de proyectar hacia adelante la evolución de los ingresos de las empresas que dependen de mercados internos. ¿Por qué?
Claramente se advierte que la región está perdiendo márgenes de productividad y competitividad por el lado de la oferta. A su vez, los ingresos salariales congelados empiezan a perder la carrera respecto de la inflación, en algunos países, y en aquellos donde los precios están controlados, los bajos salarios son la variable de ajuste de las empresas para conservar márgenes de rentabilidad. Con este estado de cosas, el aumento de las remesas no llega a ser oxígeno suficiente para dinamizar consumo. Dicho de otro modo: si estas debilidades estructurales de la región se profundizan, se neutralizarán los beneficios que la recuperación de los Estados Unidos derrama sobre la economía del Istmo.

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