<br /><br /><strong>Las conversaciones para impulsar la capacitaci&oacute;n de talento desde s&eacute;ptimo grado y crear bachilleratos especializados en programaci&oacute;n de software ya iniciaron.</strong> &quot;Estamos haciendo los esfuerzos necesarios para entablar mesas de di&aacute;logo con el Gobierno, con instituciones privadas educativas interesadas en promover este tipo de carreras porque el nivel de empleabilidad que hay es muy alto&quot;, a&ntilde;adi&oacute; Giammattei. La meta es crear un cl&uacute;ster de cara a la demanda de 1,2 millones de desarrolladores que se necesitar&aacute;n en 2020 en Estados Unidos. &quot;Si como pa&iacute;s captamos el 5% de esas plazas vamos a tener un impacto de una industria que estar&aacute; exportando servicio de alta calidad&quot;, dijo Giammatei.<h1>Cultura de startup e innovaci&oacute;n</h1>El epicentro de Applaudo est&aacute; en San Salvador. M&aacute;s del 85% de los equipos de trabajo est&aacute;n basados en su centro de desarrollo tecnol&oacute;gico en San Salvador. Su sede est&aacute; en un edificio que una vez funcion&oacute; como supermercado. Tras cruzar la puerta, el visitante ingresa a un sitio de 3.400 metros cuadrados, una sede como cualquier startup en Silicon Valley: un espacio creado y desarrollado para el trabajo colaborativo y que es uno de los espacios de trabajo para desarrollo de software m&aacute;s grandes en Centroam&eacute;rica.