La presión de llevar a cabo dos actividades que requieren esfuerzo y concentración es grande, pero posible y beneficioso para el futuro, debido a las habilidades que se adquieren, muy apegadas a lo que demanda el mercado laboral, aseguran especialistas consultados.
"Si un candidato, por ejemplo, puede mostrar que tiene la capacidad de resolver problemas complejos, que es la competencia más requerida, eso lo va a poner en una ventaja sobre los otros postulantes", aclara Alexandra Zapata, directora de Educación e Innovación Cívica del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
La especialista grega que las habilidades más demandadas por los empleadores y que se pueden obtener con el empleo son el pensamiento crítico, la creatividad, el manejo de personas y la inteligencia emocional, de acuerdo al estudio Compara carreras 2017, del IMCO.
Hussein Escamilla, responsable del área de marketing de la bolsa de trabajo Bumeran, explica que 48% de los jóvenes que egresan actualmente de una carrera ya tiene experiencia laboral, por lo que estas personas son más atractivas para las empresas, según datos del estudio 'Cómo se contratan a los millennials en México', elaborado por Bumeran.
El especialista aconseja analizar también las desventajas que tiene trabajar y estudiar al mismo tiempo, como descuidar la salud o problemas de concentración, al estar pensando en el trabajo mientras se está en la escuela y viceversa.
Para evitar problemas y ser eficaz en ambas facetas, Escamilla recomienda, antes de dar el paso de elegir un trabajo, realizar un análisis de las horas de estudio requeridas por la carrera, el tipo de horario que se tiene en la universidad y si las clases son presenciales. 'Si se tiene un estudio de manera online, hay más facilidad de trabajar una jornada completa. Esto beneficia, pues se gana más experiencia y, al momento de terminar una profesión, es posible postularse de una manera efectiva a vacantes que ya requieren experiencia', explica.
Realizar un calendario que incluya todas las actividades del trabajo y de la escuela permite llevar una mejor organización y establecer el tiempo que se va a dedicar a cada actividad. En esta organización de actividades también hay que incluir cuánto tiempo se le va a dedicar al descanso, a las actividades recreativas o el ejercicio físico.
Escamilla aconseja hablar con los profesores de la escuela y los superiores en el trabajo para informarles de la situación.
