De acuerdo con informaciones preliminares, al menos dos personas se aproximaron en coche poco antes de las diez de la mañana al centro industrial, donde se almacenan grandes cantidades de gas. Estrellaron su automóvil contra la valla de entrada al centro y depositaron una bandera junto al cadáver de la víctima.
Después intentaron hacer estallar varias bombonas de gas de la empresa, propiedad de Air Products. Al menos una decena de empleados resultaron heridos por las explosiones.
La policía ha detenido a uno de los supuestos autores del ataque, con antecedentes por su radicalismo islamista. Las fuerzas de seguridad se han desplegado por la zona y han ordenado que los escolares no abandonen sus centros ante el peligro de que se hayan preparado otros potenciales atentados.
El atentado se produce con Francia en estado de máxima alerta desde los ataques yihadistas de hace casi medio año en París, donde tres terroristas asesinaron a 17 personas. Desde entonces, 10.000 militares desplegados por todo el país vigilan los lugares más sensibles, como sinagogas, colegios judíos y estaciones de transporte pública.
El asalto de este viernes ha coincidido con viajes al exterior del presidente François Hollande, que se encuentra en Bruselas, y del primer ministro, Manuel Valls, de visita en Colombia. Valls ha ordenado desde allí la vigilancia extrema de la región Rhône Alpes, donde se encuentra el centro logístico atacado.
La empresa de Isère atacada se llama AirProducts. Es una multinacional implantada en medio centenar de países con 20.000 empleados. Entre los países en los que tiene fábricas está Francia. Allí, AirProducts está especializada en proveer gas industrial, productos químicos y los equipos y tecnologías necesarias para su uso. Es uno de los mayores proveedores de helio e hidrógeno.
