<br /><br /><strong>Ni mujeres, ni j&oacute;venes, ni obreros</strong><br /><br />En un comunicado dado a conocer justo al cierre de las urnas, el director de la campa&ntilde;a de Clinton, Robby Mook, dijo que los resultados de los dos primeros enfrentamientos con Sanders hab&iacute;an sido &quot;anticipados hace mucho tiempo&quot;. &quot;La campa&ntilde;a debe concentrase ahora en Nevada y Carolina del Sur, y otros estados que reflejen mejor la diversidad del partido&quot;, dijo Mook. &quot;Es muy probable que la nominaci&oacute;n se gane en marzo, no febrero&quot;, agreg&oacute;.<br /><br />Pero mientras la campa&ntilde;a de Clinton trata de desestimar el liderazgo del candidato de New England por tener &quot;la ventaja de jugar en casa&quot;, el estado que hizo de Bill Clinton el &quot;comeback kid&quot; (el ni&ntilde;o que regresa) en 1992 y salv&oacute; la campa&ntilde;a de Hillary Clinton hace ocho a&ntilde;os envi&oacute; un mensaje totalmente diferente el martes. En la segunda contienda celebrada en el pa&iacute;s, no fue Clinton, sino Sanders, de 74 a&ntilde;os de edad, hombre, blanco, descrito a s&iacute; mismo como un socialista, quien se llev&oacute; el voto de las mujeres, especialmente de las m&aacute;s j&oacute;venes, as&iacute; como de<strong> los obreros y aquellos que ganan menos de US$ 50.000 al a&ntilde;o</strong>, demostrando que su mensaje de una econom&iacute;a ama&ntilde;ada que s&oacute;lo beneficia a los ricos est&aacute; calando.<br /><br />&quot;Lo que comenz&oacute; la semana pasada en Iowa, lo que los votantes aqu&iacute; en Nueva Hampshire confirmaron, es nada menos que el comienzo de una revoluci&oacute;n pol&iacute;tica&quot;, subray&oacute; Sanders en su discurso de victoria.