Desde que sali&oacute; de la recesi&oacute;n en 2009, EE.UU. ha logrado mantener un crecimiento anual de 2,1%. Rara vez subi&oacute; o baj&oacute; demasiado lejos de ese porcentaje, ni siquiera cuando China se desaceler&oacute; y Jap&oacute;n y Europa experimentaron bajones secundarios.La d&eacute;bil expansi&oacute;n de EE.UU. ha tenido lugar en medio de un apoyo sin precedentes de la Fed, que mantiene su tasa de referencia cerca de cero desde diciembre de 2008 y que ha puesto en marcha varias rondas de programas de compra de bonos para impulsar la inversi&oacute;n.<br /><br />Economistas encuestados por The Wall Street Journal esperan que el Departamento de Comercio divulgue esta semana que la producci&oacute;n econ&oacute;mica se expandi&oacute; a una tasa anual de 3,3% en el segundo trimestre, m&aacute;s de lo que se hab&iacute;a informado anteriormente.<br /><br />Seg&uacute;n analistas de la firma de investigaci&oacute;n Macroeconomic Advisers, informes recientes sobre las ventas minoristas y la inversi&oacute;n en viviendas en EE.UU. sugieren que en el tercer trimestre la producci&oacute;n se est&aacute; expandiendo a un ritmo de 2,4%. El moderado repunte que preve&iacute;a la Fed parece estar perdiendo fuerza. Sectores como el automotor y el de la vivienda son un contrapeso a las amenazas del exterior. Las ventas de casas usadas est&aacute;n a sus niveles m&aacute;ximos desde 2007 y sus precios se han recuperado con fuerza.<br /><br />La semana pasada, Home Depot Inc. inform&oacute; que sus ventas en locales abiertos hace al menos un a&ntilde;o crecieron 4,2% en el segundo trimestre y 5,7% en EE.UU. El minorista de productos para mejorar el hogar elev&oacute; su previsi&oacute;n de ganancias por segunda vez este a&ntilde;o, y la semana pasada sus ejecutivos reportaron mejoras en la divisi&oacute;n que abastece a contratistas, lo que seg&uacute;n ellos refleja el continuo repunte de los precios de las viviendas.<br /><br />&quot;Cuando los consumidores creen que su casa es una inversi&oacute;n y no un gasto, gastan de manera distinta, y estamos viendo ese patr&oacute;n&quot;, dijo a los analistas Carol Tom&eacute;, directora financiera de la compa&ntilde;&iacute;a.<br /><br />En tanto, la ca&iacute;da de precios de la gasolina dio un impulso a restaurantes y bares, que han registrado su mayor crecimiento de ventas en a&ntilde;os y est&aacute;n aumentando sus contrataciones de personal en medio de una creciente competencia por trabajadores. El domingo, Chipotle Mexican Grill Inc. dijo que el mes que viene planea contratar 4.000 empleados, alrededor de 7% de su fuerza laboral, en un solo d&iacute;a.<br /><br />Para la mayor&iacute;a de la clase trabajadora estadounidense, el abaratamiento de la gasolina es m&aacute;s importante que las oscilaciones en Wall Street. &quot;No les importa a cu&aacute;nto se negocia la acci&oacute;n de Apple&quot;, dice Andy Puzder, presidente ejecutivo de CKE Restaurants Inc., operador de las cadenas de hamburgueser&iacute;as Carl’s Jr. y Hardee’s. Agrega que la compa&ntilde;&iacute;a, de capital cerrado, planea agregar este a&ntilde;o un n&uacute;mero importante de restaurantes en EE.UU.<br /><br />Muchas empresas de EE.UU. est&aacute;n tratando de navegar este panorama global de doble carril, con ligeras ganancias en el mercado interno y nuevas preocupaciones por China y el resto de Asia, en un marcado contraste con el auge chino de unos a&ntilde;os atr&aacute;s.<br /><br />Los ejemplos de esta desconexi&oacute;n global fueron abundantes en los recientes informes de ganancias de compa&ntilde;&iacute;as de EE.UU.<br /><br />La asistencia a los parques de Disney en ese pa&iacute;s aument&oacute; 4% en el trimestre que termin&oacute; en junio, pero disminuy&oacute; en Hong Kong.<br /><br />En el primer semestre, los ingresos de Ford Motor Corp. en Norteam&eacute;rica crecieron 4,1% y se redujeron 14,5% en Asia.<br /><br />Durante el &uacute;ltimo trimestre, las m&aacute;quinas tragamonedas operadas por Wynn Resorts en Macao, China, generaron 27,6% menos que un a&ntilde;o antes, mientras que los jugadores en Las Vegas gastaron 1,6% m&aacute;s.<br /><br />&quot;En Las Vegas estamos disfrutando de un negocio c&oacute;modo. Creo que esa es la palabra correcta&quot;, dijo el mes pasado Steve Wynn, presidente ejecutivo de la compa&ntilde;&iacute;a de juegos de azar, en una conferencia telef&oacute;nica con analistas. Sus grandes apuestas en Macao, por el contrario, eran &quot;m&aacute;s un interrogante que una certeza&quot;.<br /><br />Por s&iacute; misma, China no es una obvia amenaza para la econom&iacute;a estadounidense. El gigante asi&aacute;tico produce 21% de las importaciones de bienes y servicios de EE.UU., lo que le da una gran influencia sobre los precios y los salarios de los consumidores estadounidenses, pero representa s&oacute;lo 7% de las exportaciones. Dado que estas no son un gran motor de crecimiento para EE.UU., el efecto de una desaceleraci&oacute;n de las ventas a China ser&iacute;a limitado. No obstante, los efectos secundarios m&aacute;s generales de la desaceleraci&oacute;n china podr&iacute;an plantear desaf&iacute;os para las empresas y la econom&iacute;a de EE.UU.<br /><br />Muchas empresas de ese pa&iacute;s est&aacute;n todav&iacute;a invirtiendo fuertemente en la segunda mayor econom&iacute;a del mundo. Wynn, por ejemplo, tiene previsto abrir en marzo un hotel de 1.700 habitaciones en Macao, el Wynn Palace, una inversi&oacute;n de US$4.100 millones. Disney anunci&oacute; recientemente planes para abrir un nuevo parque tem&aacute;tico en Shanghai. Si el crecimiento no se materializa en estos y otros emprendimientos, la rentabilidad de esas multinacionales podr&iacute;a verse afectada.<br /><br />Luego est&aacute; la cuesti&oacute;n del d&oacute;lar, que en lo que va del a&ntilde;o, seg&uacute;n la Fed, se ha apreciado casi 8% frente a una amplia canasta de monedas. El alza se ampli&oacute; este mes, cuando Beijing dej&oacute; que el yuan se devaluara.Economistas de Goldman Sachs estiman que el a&ntilde;o que viene, un empeoramiento de la balanza comercial restar&aacute; entre 0,75 y un punto porcentual de la ya tenue tasa de crecimiento de EE.UU.; esto es m&aacute;s que los 0,6 puntos porcentuales que el comercio rest&oacute; del crecimiento del pa&iacute;s en el &uacute;ltimo a&ntilde;o. Aunque esto no es suficiente para crear un cortocircuito en la recuperaci&oacute;n, es suficiente para seguir limit&aacute;ndola.<br /><br />Un d&oacute;lar m&aacute;s fuerte tambi&eacute;n mantiene a raya la inflaci&oacute;n porque reduce el precio de los bienes importados, que ya bajaron 10,4% en julio respecto del mismo mes del a&ntilde;o pasado. Excluyendo la crisis financiera mundial de 2007-2009, no hay registro de una disminuci&oacute;n de esa magnitud en los datos oficiales que se recaban desde 1982.<br /><br />La Fed ha dicho que no va a elevar las tasas de inter&eacute;s de corto plazo hasta que sus funcionarios no est&eacute;n &quot;razonablemente seguros&quot; de que la inflaci&oacute;n se est&aacute; acercando a 2%, despu&eacute;s de haber estado por debajo de ese umbral durante m&aacute;s de tres a&ntilde;os. Ahora, la fortaleza del d&oacute;lar y la ca&iacute;da de los precios del petr&oacute;leo ponen esa confianza en duda.<br /><br />El momento oportuno para un aumento de tasas de inter&eacute;s es s&oacute;lo una de las variables que los funcionarios deber&aacute;n tener en cuenta en las pr&oacute;ximas semanas. Otra es el ritmo de las alzas que el banco central planea hacer en los pr&oacute;ximos a&ntilde;os.<br /><br />En las previsiones publicadas en junio, funcionarios de la Fed estimaron que la tasa de fondos federales se ubicar&iacute;a en 1,625% a finales de 2016 y en 2,875% a finales de 2017. El martes, el rendimiento de los bonos del Tesoro a dos a&ntilde;os era de 0,605%, lo cual sugiere que los inversionistas no creen que la Fed vaya a realizar esos aumentos tal como est&aacute;n proyectados.<br /><br />Sin embargo, mantener las tasas bajas conlleva otros riesgos. Uno de ellos es que podr&iacute;a avivar una nueva burbuja financiera.<br /><br />El mercado burs&aacute;til de EE.UU., que ahora entr&oacute; en territorio de correcci&oacute;n, est&aacute; lejos de poder ser considerado una burbuja. No obstante, otros sectores de la econom&iacute;a parecen estar demasiado expandidos. Algunos reguladores han expresado recientemente su preocupaci&oacute;n por los bienes ra&iacute;ces comerciales. &quot;Ahora no es el momento de ser demasiado agresivo sobre las licitaciones&quot;, dice Chris Finlay, presidente ejecutivo de Lloyd Jones Capital, una firma boutique de Miami que invierte principalmente en propiedades multifamiliares.<br /><br />En una nota a sus clientes, Finlay advirti&oacute; que hay demasiado capital en busca de apartamentos. La firma recientemente hizo una oferta por US$6 millones por un complejo de viviendas en dificultades en Tallahassee, Florida, con una ocupaci&oacute;n de s&oacute;lo 85%. La venta atrajo a 21 interesados, cuando normalmente atrae a entre cinco y seis, cuenta Finlay. La oferta ganadora fue un pago en efectivo de US$500.000 no reembolsables antes de la realizaci&oacute;n de la diligencia debida.<br /><br />&quot;Eso simplemente no es un buen sentido de los negocios&quot;, sostiene Finlay.</div>