Por La Estrella (Panamá)
El pronunciamiento se hizo el mismo día en que se confirmó que el Tribunal Electoral remitió a la Corte Suprema de Justicia la certificación de que el político no tiene fuero penal electoral y que los magistrados están facultados para investigarlo por el caso de los ‘pinchazos telefónicos'.
‘Lo mismo que me suceda a mí, le va a pasar a él', fue el mensaje central que envió Martinelli a quien fuera su vicepresidente en el quinquenio pasado. ‘Todo lo que hice, lo hice con él... entonces todo lo que me suceda a mí le sucederá a él', insistió Martinelli. El exmandatario aprovechó la oportunidad para cuestionar la gestión del actual gobierno. ‘Ahora él -Varela- está haciendo todo lo que se hizo en mi Gobierno y mucho más', señaló.
MEA CULPA
Además de formular sus críticas a Varela, el exmandatario reconoció que ‘se cometieron errores', como en todo, pero se hicieron cosas, ‘Me dediqué a trabajar', dijo. El dirigente opositor, quien está fuera del país desde el 28 de enero pasado, se pronunció la noche del martes último a través de la emisora KW Continente en el programa de su vocero, Luis Eduardo Camacho, con quien habló por teléfono.
Según Martinelli, ‘no hay prueba' que lo vincule ‘con ningún delito', por lo que insistió en que, cuando lo considere oportuno, regresará a Panamá. ‘En cualquier momento agarro mis chimbiliques y me voy para allá', anunció el expresidente, luego de considerar que no cree que su regreso vaya a tardar mucho. Y dejó claro que sucederá cuando él y sus abogados ‘lo estimen conveniente'.
El retorno a Panamá del líder del opositor Cambio Democrático dependerá, según sus propias palabras, del momento en que existan las condiciones, las garantías y el respeto a las libertades ciudadanas.
Esta sería la segunda ocasión en seis meses de ausencia que el exmandatario habla de su regreso. La primera vez lo hizo a través del mismo Camacho, quien a mediados del mes de junio anunció que Martinelli estaba planeando aterrizara en su avión particular en el aeropuerto de David, Chiriquí, desde dondeviajaría por tierra hacia la ciudad de Panamá.
INTIMIDAD COMPARTIDA
Para sustentar su supuesta complicidad, Martinelli recordó que Varela fue su ‘amigo íntimo y socio' durante los 26 meses en los que compartieron, como aliados, responsabilidades de gobierno y los viajes que hicieron juntos, tanto al extranjero como al interior del país.
Durante la entrevista radial, el expresidente se mostró seguro de su inocencia y, recalcó que no hay pruebas que lo vinculen con ninguna irregularidad. ‘No he cometido ningún delito', señaló, razón por la que considera que no existen méritos para procesarlo penalmente. Atribuyó los procesos que hay en su contra a que el presidente Varela mantiene el control y tiene bajo amenazas a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia. ‘Ya sacó a dos y a los demás los tiene amenazados', aseguró.
La CSJ sigue tres procesos contra Martinelli; uno relacionado con la compra de comida deshidratada por US$45 millones, otro por indultos sin sustento constitucional y el último por los ‘pinchazos telefónicos'.
El pronunciamiento se hizo el mismo día en que se confirmó que el Tribunal Electoral remitió a la Corte Suprema de Justicia la certificación de que el político no tiene fuero penal electoral y que los magistrados están facultados para investigarlo por el caso de los ‘pinchazos telefónicos'.
‘Lo mismo que me suceda a mí, le va a pasar a él', fue el mensaje central que envió Martinelli a quien fuera su vicepresidente en el quinquenio pasado. ‘Todo lo que hice, lo hice con él... entonces todo lo que me suceda a mí le sucederá a él', insistió Martinelli. El exmandatario aprovechó la oportunidad para cuestionar la gestión del actual gobierno. ‘Ahora él -Varela- está haciendo todo lo que se hizo en mi Gobierno y mucho más', señaló.
MEA CULPA
Además de formular sus críticas a Varela, el exmandatario reconoció que ‘se cometieron errores', como en todo, pero se hicieron cosas, ‘Me dediqué a trabajar', dijo. El dirigente opositor, quien está fuera del país desde el 28 de enero pasado, se pronunció la noche del martes último a través de la emisora KW Continente en el programa de su vocero, Luis Eduardo Camacho, con quien habló por teléfono.
Según Martinelli, ‘no hay prueba' que lo vincule ‘con ningún delito', por lo que insistió en que, cuando lo considere oportuno, regresará a Panamá. ‘En cualquier momento agarro mis chimbiliques y me voy para allá', anunció el expresidente, luego de considerar que no cree que su regreso vaya a tardar mucho. Y dejó claro que sucederá cuando él y sus abogados ‘lo estimen conveniente'.
El retorno a Panamá del líder del opositor Cambio Democrático dependerá, según sus propias palabras, del momento en que existan las condiciones, las garantías y el respeto a las libertades ciudadanas.
Esta sería la segunda ocasión en seis meses de ausencia que el exmandatario habla de su regreso. La primera vez lo hizo a través del mismo Camacho, quien a mediados del mes de junio anunció que Martinelli estaba planeando aterrizara en su avión particular en el aeropuerto de David, Chiriquí, desde dondeviajaría por tierra hacia la ciudad de Panamá.
INTIMIDAD COMPARTIDA
Para sustentar su supuesta complicidad, Martinelli recordó que Varela fue su ‘amigo íntimo y socio' durante los 26 meses en los que compartieron, como aliados, responsabilidades de gobierno y los viajes que hicieron juntos, tanto al extranjero como al interior del país.
Durante la entrevista radial, el expresidente se mostró seguro de su inocencia y, recalcó que no hay pruebas que lo vinculen con ninguna irregularidad. ‘No he cometido ningún delito', señaló, razón por la que considera que no existen méritos para procesarlo penalmente. Atribuyó los procesos que hay en su contra a que el presidente Varela mantiene el control y tiene bajo amenazas a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia. ‘Ya sacó a dos y a los demás los tiene amenazados', aseguró.
La CSJ sigue tres procesos contra Martinelli; uno relacionado con la compra de comida deshidratada por US$45 millones, otro por indultos sin sustento constitucional y el último por los ‘pinchazos telefónicos'.
