El jefe de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), Iván Velásquez, advirtió el martes que en Centroamérica "No hay una proporción entre el crecimiento de la complejidad y el ejercicio de poder de los actores corruptos y quienes están llamados a perseguirlos y juzgarlos".
En una de sus primeras apariciones públicas tras la crisis que levantó su intento de expulsión en Guatemala, sostuvo su compromiso de "luchar contra la corrupción y la impunidad, sin claudicación alguna".
Velásquez dijo que "hay redes criminales complejas, con ramificaciones internacionales, comisión de delitos graves, utilización del sistema financiero bajo arquitecturas elaboradas destinadas al lavado, fuertes vínculos políticos y económicos, disposición de ciertas líneas editoriales y de medios, relaciones con narcotráfico, funcionarios corruptos, entre otros".
Estas redes, advirtió siguen siendo perseguidas y juzgadas bajo las mismas reglas procesales por los mismos jueces, en los mismos juzgados en sus persistentes e históricas y limitaciones.
Velásquez fue el encargado de comentar en Guatemala la presentación del libro La Corrupción, sus caminos e impacto en la sociedad y una agenda para enfrentarla en el Triángulo Norte Centroamericano, del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI), en una de sus escasas apariciones públicas después de que el presidente de Guatemala Jimmy Morales intentara expulsarlo del país.
El comisionado advirtió que "las capacidades de investigación se han incrementado de forma relevante en Centroamérica, pero aún son insuficientes".
Reconoció además que "la atención ciudadana sobre los casos ha rendido frutos, demostrando que no hay intocables". Sostuvo que los actos que atentan contra el orden social y el bienestar general
Velásquez reconoció que pese a los avances, hay un punto en el que el esfuerzo anticorrupción se ralentiza. En los procesos penales que se ventilan en el sistema de justicia. "Si bien se han visto ciertos incrementos presupuestarios y algún fortalecimiento en el marco legal, su actuar dista todavía de contar con el presupuesto, independencia, cobertura territorial, infraestructura y marco legal actualizado acordes al desafío que enfrentan", valoró.
La realidad, sostiene, genera un profundo desequilibrio; expone las carencias existentes, permite la reproducción de prácticas procesales de impunidad y sobre todo merma el apoyo ciudadano al mostrar extensos juicios que dilatan la emisión de una sentencia definitiva a pesar de la abundancia de pruebas y la gravedad de los actos cometidos.
Luchar contra la corrupción y reducir la impunidad plantea retos como la modernización y el fortalecimiento integral del sistema de justicia en los países del Triángulo Norte de Centroamérica. Advirtió: "cuando una sociedad tiene mayor certeza sobre la punición de los ilícitos y las personas que arriesgan la paz social son juzgadas, se produce un desestímulo a cometer delitos en el futuro. Es decir, que una justicia fuerte mejora los indicadores de seguridad".
Velásquez cerró su intervención reiterando el compromiso firme de la Cicig ante el Estado y la sociedad guatemalteca.
"En la Comisión Contra la Impunidad en Guatemala trabajamos cada día con la voluntad de cumplir nuestro mandato con objetividad, poniendo al servicio del país todas nuestras capacidades técnicas, todo nuestro entusiasmo, la decisión de luchar contra la corrupción y la impunidad sin claudicación alguna. Pueden contar con nuestra institución en el desafío de construir la cultura de legalidad que Guatemala merece", sentenció.
