El gobierno y los sindicatos del sector público de Costa Rica, que están en huelga desde hace tres semanas contra un proyecto de reforma fiscal, aplazaron un encuentro para discutir un acuerdo preliminar para levantar el paro, informó este domingo la Iglesia católica, que media en las conversaciones.
La cita debía celebrarse este domingo en horas de la tarde pero se suspendió luego de que varias organizaciones sindicales rechazaron un acuerdo preliminar pactado por sus dirigentes con el gobierno.
Un breve comunicado de la Conferencia Episcopal indicó que el encuentro se trasladaría para el lunes 'por petición del gobierno y los sindicatos'.
'El rechazo al acuerdo es generalizado, la huelga entra mañana (lunes) en su día número 22', declaró a periodistas Albino Vargas, secretario de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP), una de las principales organizaciones sindicales de Costa Rica.
La negativa creó un ambiente de incertidumbre sobre la huelga, que ha provocado suspensión de de los cursos en escuelas públicas, falta de atención en hospitales, bloqueos de carreteras y obstáculos a las exportaciones desde el principal puerto en el Caribe.
El presidente Carlos Alvarado dijo que el gobierno se mantiene abierto a conversar con los sindicatos que estén dispuestos a acoger el pacto.
Los detalles del acuerdo se mantuvieron en sigilo, aunque medios locales informaron que contempla el compromiso de no descontar el salario de los trabajadores por los días de paro, y negociaciones para compensar los posibles efectos del plan fiscal del Ejecutivo.
Los sindicatos del sector público iniciaron la huelga el 10 de septiembre al considerar que el proyecto de reforma fiscal en discusión en la Asamblea Legislativa lesiona a los sectores más desfavorecidos.
El gobierno alega que 80% de los nuevos tributos recaen sobre el 20% más pudiente de la población.
El plan fiscal busca contener un déficit fiscal de 6,2% del PIB, que podría subir a 7,2% del PIB este año sin la reforma, según el Banco Central.
