Nicaragua: Víctimas de minas enfrentan apatía y burocracia

Jos&eacute; Antonio Vega muestra el pie destruido de su pr&oacute;tesis, tuvo que comprar otro usado a un vecino, talla 39. (Foto: Matilde C&oacute;rdoba). En 2007-2008, Vega se incorpor&oacute; al programa de Asistencia a V&iacute;ctimas, que impuls&oacute; el Programa de Asistencia a la Acci&oacute;n Integral contra las Minas (PADCA), de la Organizaci&oacute;n de Estados Americanos (OEA).De acuerdo a cifras oficiales, el Programa de la OEA logr&oacute; atender a 1.211 sobrevivientes de minas antipersonales en Nicaragua, el pa&iacute;s m&aacute;s minado de la regi&oacute;n centroamericana, debido al conflicto armado librado entre sandinistas y Contras en los a&ntilde;os 80. Tras 21 a&ntilde;os de desminado, el Ej&eacute;rcito de Nicaragua con apoyo internacional logr&oacute; destruir 179.970 minas y 2.034.190 artefactos explosivos colocados a lo largo y ancho del territorio nacional.Dentro del programa de la OEA, se les proporcion&oacute; pr&oacute;tesis, sillas de ruedas, atenci&oacute;n m&eacute;dica especializada, rehabilitaci&oacute;n f&iacute;sica y emocional, etc&eacute;tera. Tambi&eacute;n incorpor&oacute; a 491 sobrevivientes al programa de Reintegraci&oacute;n Social, entre los a&ntilde;os 2002-2009, brind&aacute;ndoles capacitaci&oacute;n t&eacute;cnica y fondos semilla para microproyectos.Con el programa de Asistencia a V&iacute;ctimas de la OEA, Vega estudi&oacute; mec&aacute;nica y electr&oacute;nica industrial, especialidad en la que se desempe&ntilde;&oacute; a lo largo de nueve a&ntilde;os, hasta el momento del accidente de tr&aacute;nsito en 2011. &quot;Trabajo con talleres, para alg&uacute;n jefe de &aacute;rea que necesite un mec&aacute;nico&quot;.Tras resultar atropellado, el m&eacute;dico jefe de Ortopedia del Hospital capitalino &quot;Manolo Morales&quot; le diagnostic&oacute; que tendr&aacute; que someterse a una re-amputaci&oacute;n arriba, ya que la platina ensanch&oacute; la rodilla y la pr&oacute;tesis comienza a molestarle. De ser as&iacute;, tendr&aacute; que operarse una vez m&aacute;s y someterse luego a una rehabilitaci&oacute;n prolongada y dolorosa. De zapador a v&iacute;ctima Contrario a Jos&eacute; Antonio Vega, Oswaldo Danilo Mairena no cumpl&iacute;a el Servicio Militar cuando la mina personal explot&oacute;, caus&aacute;ndole quemaduras y la amputaci&oacute;n de una de sus piernas. El era el Especialista n&uacute;mero 1 en explosivos en el Ej&eacute;rcito de Nicaragua, ya que se prepar&oacute; en Ingenier&iacute;a Militar en Cuba, en los primeros a&ntilde;os de la Revoluci&oacute;n Sandinista (1979-1990).Mairena, de 56 a&ntilde;os, usa una frase ilustrativa para describir el momento de su accidente, al pisar una mina PMN2 oculta entre las piedras. &quot;Ese d&iacute;a, sent&iacute; que el sol choc&oacute; con la tierra, por el grado de calor&quot;. Asegura que su cuerpo result&oacute; tan quemado que cuando su esposa lleg&oacute; a verlo al hospital donde convalec&iacute;a, no lo reconoci&oacute;.Fue el 21 de abril de 1991. En calidad de Especialista n&uacute;mero 1 en explosivos en el Ej&eacute;rcito de Nicaragua, Mairena, con rango de Teniente primero, recibi&oacute; la orden de trasladarse al sector de El Madro&ntilde;o, departamento de Matagalpa, para observar el desminado de unas torres de comunicaci&oacute;n y determinar c&oacute;mo se pod&iacute;a exponer menos a los zapadores. Trabajaban en ese entonces sin cooperaci&oacute;n t&eacute;cnica externa y pr&aacute;cticamente con las u&ntilde;as.

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