<br /><br />Esperanza Guevara, socia fundadora de la APDS, recuerda que ella ten&iacute;a alrededor de ocho a&ntilde;os cuando arrib&oacute; Cardenal, quien empez&oacute; a ense&ntilde;ar el Evangelio desde la perspectiva de la Teolog&iacute;a de la Liberaci&oacute;n. Insist&iacute;a en que a Dios hab&iacute;a que buscarlo en la tierra, luchando contra las injusticias, contra las enfermedades, por la igualdad de los hombres.<br /><br />Hay una an&eacute;cdota que no olvida y que le gusta contar: Cardenal lleg&oacute; poco despu&eacute;s del fallecimiento de una ni&ntilde;ita, una hermanita de Elvis Chavarr&iacute;a, quien posteriormente se uni&oacute; a la guerrilla sandinista. La peque&ntilde;a ten&iacute;a apenas a&ntilde;o y medio y muri&oacute; tras presentar s&iacute;ntomas de gastroenteritis. Su madre, en busca de consuelo, fue hasta el sacerdote reci&eacute;n llegado.<br /><br />-Padre, est&aacute; viniendo en un momento especial. Se me muri&oacute; la ni&ntilde;a, tengo un dolor horrible, pero bueno, es la voluntad de Dios -le dijo.<br /><br />-No, esa no es la voluntad de Dios. Su voluntad es que se pueda curar -respondi&oacute; Cardenal, ya con la vestimenta que nunca abandon&oacute;.<br /><br />Desde 1967 hasta 1978, Cardenal predic&oacute; <strong>el llamado Evangelio en Solentiname,</strong> cuyo mensaje central era el anuncio del reino de Dios en la Tierra (y que lleg&oacute; a editarse en forma de libro). Predic&oacute; la &quot;buena nueva&quot; en una peque&ntilde;a iglesia rural que restaur&oacute; y remodel&oacute; por completo.<br /><br />El piso del templo lo conserv&oacute; de tierra y el techo de madera fue pintado de diversos colores. En las paredes se plasmaron dibujos de diversos motivos, elaborados por la ni&ntilde;ez de la comunidad. El altar era de s&iacute;mbolos precolombinos, y en la pared del fondo, sobre viejas latas de gasolina pintadas en rojo, se coloc&oacute; un crucifijo blanco, escultura del propio Cardenal.<br /><br />En octubre de 1977, resultado de esa labor de concientizaci&oacute;n y de evangelizaci&oacute;n, j&oacute;venes de Solentiname se incorporaron a un comando guerrillero que atac&oacute; sin &eacute;xito el cuartel militar de San Carlos, cabecera del departamento de R&iacute;o San Juan. La represi&oacute;n somocista lleg&oacute; entonces al archipi&eacute;lago y Cardenal tuvo que abandonar la comunidad religiosa y exiliarse.<br /><br />Regres&oacute; con el triunfo de la revoluci&oacute;n sandinista, proceso que vivi&oacute; Nicaragua desde 1979 hasta 1989. En ese periodo, Ernesto Cardenal fungi&oacute; como Ministro de Cultura.