Centroamérica & Mundo

Centroamérica, con nuevas formas de hacer negocios

La tecnología junto a la necesidad de las Pymes de ser creativas para no naufragar y de las multilatinas de seguir elevando sus estándares para competir, están delineando un nuevo mapa en una región cada vez consciente de sus limitaciones, pero también de su potencial.

2014-06-10

Por Luis Alberto Sierra G.

Los buenos vientos que han favorecido el crecimiento económico en América Latina en los últimos años deben seguir soplando, y bajo esa óptica se desarrolló el I Foro Latinoamericano Empresarial de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa (Apede), para comprender mejor los desafíos y caminos que está transitando la región.

La presencia en el encuentro de más de 15 altos ejecutivos de importancia en el Istmo le dieron un tono especial al análisis para poner el dedo en la llaga en cuanto a temas como la realidad de las empresas familiares, de la multilatinas, de la reputación, y en cuanto a la sostenibilidad, el emprendimiento y la innovación, como prioridades para consolidar el crecimiento económico en la región.

Pero el espacio también ayudó a comprender cómo son los negocios que se están haciendo en esta parte del mundo..

Estrategia y Negocios entrevistó durante el certamen a varios expertos en busca de conocer de primera manera lo que está pasando en los negocios en la región, y cómo puede o no esto contribuir a la tan anhelada sostenibilidad a largo plazo a la que se aspira.

Multilatinas

Roberto Simán, presidente ejecutivo del Grupo Agrisal de El Salvador, manifestó que Latinoamérica ha probado en los últimos años que puede hacer las cosas bien, previniendo crisis, ser financieramente más sólida, y generando oportunidades extra-regionalmente y para la región, lo que ha permitido que grupos de todos los países hayan crecido dentro de la misma región.

"Siempre estamos optimistas. Operamos más que todo en Centroamérica, pero sabemos que hay grupos que están yendo a Sudamérica y grupos de Sudamérica que están viviendo en la región (Centroamérica)", expresó.

Simán observó que Panamá está en el corazón porque atrae tanto grupos de Sudamérica como grupos de Centroamérica como de todo el mundo.

Reconoció que es en Latinoamérica en donde se da la catarsis de negocios, y ha habido siempre inversiones crecientes, de manera alterna.

Opinó que una ventaja para el crecimiento de las multilatinas es que hablan el mismo idioma y tienen los mismos culturas, valores y problemáticas, lo que hace más fácil la relación.

Simán destacó además que en Grupo Agrisal se ha trabajado en la creación e estándares altos y hacerlo todo en el mercado local, para de esa manera poder salir y competir en otros mercados..

Consideró esencial para el futuro de las multilatinas tener una estrategia clara, saber lo que se quiere hacer y en dónde.

Nuevo escenario

Alberto Vallarino, presidente de Grupo Verdeazul de Panamá, reconoció que ha habido cambios en la forma de hacer negocios ante la necesidad de adaptarse a las nuevas tecnologías y a las redes sociales.

"Hay toda una nueva generación de profesionales, hombres y mujeres muy bien entrenados que ponen mucha presión para hacer cambios y adaptarse a la nueva realidad y los retos del siglo XXI", aseguró el empresario.

Vallarino consideró clave el rol de las mujeres, en un mundo que hace una década era totalmente de hombres: "Hay mujeres educadas, muy talentosas que han sabido conciliar sus responsabilidades familiares y como madres con su participación activa en los negocios".

Subrayó que ahora es necesario manejar mucha información en un mundo ya globalizado, en el que la competencia no es local solamente y en el que hay que estar pendiente de lo que ocurre en todos lados.

Vallarino consideró importante para que las empresas de diferente tamaño en la región se abran camino tener mejores prácticas, con una buena organización, personal capacitado, una cultura de valores en las empresas y una responsabilidad con la comunidad con la cual se tiene relación.

Herman Bern, propietario de Empresas Bern, coincidió en que hay una nueva forma de hacer negocios , con responsabilidad hacia la comunidad y el entorno hacia el cual se vive.

Señaló que otro aspecto crucial es ver que el sector educativo es demasiado importante para que esté en manos del Estado solamente. Indicó que hay un sistema que en otras partes del mundo funciona muy bien y que es el de "las Escuelas Chárter", en donde el Estado aporta un fondo, pero se maneja privadamente.

El recurso humano

Dell tiene una base en Panamá con cerca de 2.500 personas, y maneja desde este país toda la parte de Centroamérica y el Caribe. Además ofrece alrededor de 40 servicios desde Canadá hasta Argentina, y tiene para este año previsto como parte de su plan de expansión la apertura de su "hub" (o centro de conexiones) de Haití para Latinoamérica desde Panamá, y que va a contar con unas 100 personas, para lo cual se hizo una alianza con la Universidad Tecnológica de Panamá, para la instalación de laboratorios y formación.

Gustavo Ripoll, gerente general de Dell Panamá, explicó que en el caso de Panamá no han tenido problemas para conseguir capital humano, y que lo que han hecho para contar con el personal necesario ha sido establecer alianzas con instituciones educativas, entre otras, a fin de planificar el ingreso de gente e ir formándola en la cultura de Dell, y que ellos sean los entrenadores de la gente que viene.

Simán explicó además que en el caso de Grupo Agrisal para retener el capital humano se considera esencial que estas personas conozcan la mística y los valores de la empresa, para que se enamoren de ella cómo él está enamorado de la misma.

"La gente se queda -en una empresa- no solo por el salario, sino también porque hay un ambiente de trabajo digno, porque hay potencial de crecimiento, porque hay valores y la mística de trabajo es acorde con lo de uno", agregó.

Nuevo modelo

Entre los participantes en el Foro estuvo Ligia Chinchilla, socia y gerente general de la empresa guatemalteca Kiej de los Bosques S. A., que exporta accesorios de la marca "Wakami" -autodefinida como con conciencia social y que diseña accesorios de moda hechos a mano- a más de 20 países.

Chinchilla reconoció que la que representa es una empresa "extraña", que nació en 2004 para resolver el problema dela pobreza y la falta de oportunidades en el área rural de Guatemala, y a través de cuyo modelo de negocios se incuban empresas rurales, que se llevan de la mano al ministerio de Economía, a la Autoridad de Impuestos y se presentan a la banca, a fin que estos emprendimientos generen empleos en lugares en los que no hay otra alternativa.

Explicó que la responsabilidad de Kiej de los Bosques es en el diseño de lo que se hace, al vender accesorios de moda, o básicamente pulseras.

Chinchilla detalló que ofrecen por ejemplo la pulsera del sueño, para lo cual se desarrolla la marca, se consolidan una gran cantidad de productos y se exporta, para que esa fuente de ingresos vaya al área rural.

Explicó que con esta propuesta se está cada vez más preparado para que la empresa vuelva a lo que fue la generación de valor agregado a las sociedades, no sólo viendo la métrica de cuánto se gana, sino cuando se hace por el vecindario.

Destacó que Japón es el principal mercado de la compañía, y al cual lo que más le importa es lo exótico, y reconoció que entre los retos está encontrar a las empresarias y líderes que realmente quieren acompañar en ese reto, y para el desarrollo en Guatemala, en donde hay un 51% de desnutrición crónica, en algunos lugares, y el analfabetismo en las mujeres puede llegar hasta el 70%.

"Cuando la mujer trabaja y gana cree su autoestima, y empieza a salir del subdesarrollo. Ese es uno de los retos más grandes", agregó la empresaria.

La empresa cuenta con el apoyo de alrededor de 470 personas, de las cuales el 86% son mujeres, mientras que el otro 14% son hombres jóvenes.

La empresa exportó el año pasado más de 1,2 millones de pulseras a 20 países, y que la expectativa es llegar este año 1,6 millones de pulseras, tras tener un crecimiento en torno al 50% anual.

Chinchilla reconoció que la que están planteando es una nueva forma de hacer negocios, porque no solo se fijan en el retorno de la inversión económica, sino también en resolver un problema social, y teniendo en cuenta que Ciudad de Guatemala recibe alrededor de 2.000 familias por día, lo que muestra la emigración del campo a la ciudad.

"La idea con este modelo es decir: quédense en sus lugares, allá hay oportunidades de negocio, lo que representa un nuevo modelo de empresa, y que algunos llaman capitalismo inclusivo", agregó la socia de Kiej de los Bosques.

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