Centroamérica & Mundo

Campaña contra trata de personas en Nicaragua y Costa Rica

Nicaragua y Costa Rica iniciaron este miércoles una campaña contra la trata de personas en las zonas fronterizas y algunas ciudades turísticas para evitar que mujeres sean esclavizadas por estas redes de traficantes, informaron los promotores.

2014-10-29

Por: AFP

La campaña informará a las mujeres cómo operan estas redes y el riesgo que corren al aceptar las lujosas ofertas de trabajo que hacen los traficantes, afirmó la directora de comunicación de IEEPP Lourdes Arroliga durante la presentación del proyecto en Managua.

Instarán además a las mujeres a informar a sus familiares, amigas, organizaciones sociales o religiosas cuando un desconocido las contacta para hacerles 'magníficas propuestas de trabajo' y la importancia de denunciarlos, añadió.

'Alertamos a las muchachas a ponerle mucho ojo a esas ofertas laborales que dicen que le van a dar 1.500 dólares y que no van a hacer absolutamente nada', explicó.

La jornada se realizará mediante cuñas radiales, televisivas, perifoneo en las calles y la distribución de afiches en parques, paradas de buses y escuelas de puestos fronterizos y ciudades turísticas como Granada en Nicaragua y San José en Costa Rica.

Según Arroliga, se escogió a estos dos países por ser los que mayor tránsito migratorio registran en sus fronteras, por la enorme cantidad de nicaragüenses que viajan a Costa Rica en busca de trabajo, como de costarricenses que llegan a Nicaragua a hacer negocios o turismo.

La directora de proyectos de IEEPP, Mireya Zepeda, dijo a la AFP que en Costa Rica la trata de persona está más vinculada al tráfico de órganos y en Nicaragua a la explotación sexual.

Nicaragua tramitó el año pasado 45 casos de trata de personas, un delito que muchas veces no se denuncia y que recibe un máximo de 10 años de prisión.

Una investigación de IEEPP determinó que las localidades de Granada (sur) y Somotillo y Waspán, en la frontera con Honduras, son las más vulnerables a la trata de personas.

En estos lugares, los traficantes identifican, reclutan, secuestran y trasladan a sus víctimas burlando los controles migratorios a través de puntos ciegos, indicó el organismo.

En Waspán, cabecera de las comunidades indígenas de las riberas del río Coco, se han denunciado varios casos de personas que 'llegan a buscar niñas y adolescentes a ofrecerles empleos domésticos' para luego explotarlas sexualmente, según el IEEPP.



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