Gaby Asturias, combatiendo al covid-19 con innovación desde Guatemala

Por Christa Bollman / Ilustraciones: Luis Barahona (Garabatos) Proponer soluciones que hist&oacute;ricamente no se cre&iacute;an posibles es, en palabras de Gabriela Asturias , la definici&oacute;n de ser visionarios. &quot;Estamos proponiendo algo nuevo&quot;, dice y con ello se refiere a la creaci&oacute;n colectiva y disruptiva de una herramienta de informaci&oacute;n en tiempo real, un ALMA -con may&uacute;sculas- que contribuye a prevenir casos de COVID-19. El Massachusetts Institute of Technology (MIT) por medio de su revista la seleccion&oacute; como una de 35 j&oacute;venes menores de 35 a&ntilde;os de edad - Gabriela cumpli&oacute; 25- con las ideas m&aacute;s innovadoras en Latinoam&eacute;rica, en 2020. Conozca a los admirados de la regi&oacute;n por los centroamericanos La incluye entre los m&aacute;s visionarios. Gabriela estudi&oacute; primero Neurociencia en la Universidad de Duke, en Carolina del Norte, y actualmente cursa el tercer a&ntilde;o de medicina, en la Universidad de Stanford en California. Viaj&oacute; de Estados Unidos para estar en su pa&iacute;s durante la pandemia. La Secretar&iacute;a Nacional de Ciencia y Tecnolog&iacute;a (Senacyt) de Guatemala premi&oacute; con el Reto de Innovaci&oacute;n Abierta, el proyecto presentado por la Fundaci&oacute;n Desarrollo Guatemala ( FUNDEGUA). Es la organizaci&oacute;n sin fines de lucro que Asturias preside, y la cual co cre&oacute; ALMA para detectar casos potenciales de COVID-19 , clasificarlos en riesgo cl&iacute;nico bajo y alto, brindar recomendaciones de seguimiento seg&uacute;n el riesgo de cada caso. Su cobertura es nacional. &quot;Con ALMA queremos empoderar a las personas con la informaci&oacute;n y el papel de esta herramienta es hacer que la persona entienda la enfermedad y sepa como cuidarse&quot;, explica. Gabriela lidera el proyecto, pero detr&aacute;s de ALMA hay muchas almas m&aacute;s, personas dedicadas a que la Asistente Log&iacute;stica M&eacute;dica Automatizada, como se explican sus siglas, funcione. Solo en el &uacute;ltimo mes no ha habido un solo contagio entre quienes han aprovechado la tecnolog&iacute;a. &quot;Es como hablar con una amiga en Facebook o Whatsapp&quot;, dice hoy, pero llegar a eso no fue tan sencillo, y ha sido necesario adaptarlo, para que sea culturalmente apropiado en todas las comunidades. A Gabriela, Juan Roberto Alvarado la busc&oacute; un d&iacute;a antes de que en Guatemala se hiciera p&uacute;blico el primer caso de una persona contagiada de COVID-19, en marzo. &quot;Estaba en ex&aacute;menes finales, en Stanford, pero a la semana siguiente empezamos a trabajar. Se sum&oacute; Juan Luis L&oacute;pez, ambos ingenieros en Computaci&oacute;n graduados de la Universidad Francisco Marroqu&iacute;n y Alejandra Paniagua, graduada en medicina de la UFM, doctorada de las universidades de Pensilvania y de Columbia, especializada en Salud P&uacute;blica y Epidemiolog&iacute;a. Todos trabajaron ad-honorem. &quot;ALMA representa el sue&ntilde;o de mejorar el sistema de informaci&oacute;n de salud en Guatemala. Recomendamos: Empresas Centenarias, constructoras de la econom&iacute;a de Centroam&eacute;rica Se ha convertido en una herramienta para recolectar datos de COVID-19 y otras enfermedades en tiempo real y podr&iacute;a mejorar la vigilancia epidemiol&oacute;gica y la toma de decisiones de salud en Guatemala y otros pa&iacute;ses&quot;, explica Paniagua. &quot;Es un espacio en donde puedo poner en pr&aacute;ctica mi pasi&oacute;n por la tecnolog&iacute;a, acompa&ntilde;ado de j&oacute;venes que compartimos la visi&oacute;n de poner al alcance de los guatemaltecos un sistema (de prevenci&oacute;n) r&aacute;pido y eficaz&quot;, dice Alvarado.L&oacute;pez, indica que ALMA es prueba de lo esenciales que son las instituciones bien intencionadas y la colaboraci&oacute;n entre &eacute;stas, para maximizar el valor aportado y tener un impacto positivo&quot;.Juan Roberto Alvarado, un apasionado por la tecnolog&iacute;a comparte ese sue&ntilde;o desde su especialidad: 'Para m&iacute; ALMA es un espacio en donde puedo poner en practica mi pasi&oacute;n por la tecnolog&iacute;a. Es un privilegio poder hacerlo, acompa&ntilde;ado de un equipo de j&oacute;venes que compartimos el compromiso de aportar a Guatemala y la visi&oacute;n de poner al alcance de los guatemaltecos un sistema (de prevenci&oacute;n) r&aacute;pido y eficaz.&quot;Juan Luis L&oacute;pez, por su parte indica que ALMA es prueba de lo esenciales que son las instituciones bien intencionadas y la colaboraci&oacute;n entre &eacute;stas, para maximizar el valor aportado y tener un impacto positivo.&quot;La participaci&oacute;n de todos los sectores y poder comunicarse con un lenguaje espec&iacute;fico para cada uno ha sido, para la co creadora de ALMA y presidenta de Fundegua, lo m&aacute;s dif&iacute;cil. En otras palabras: &quot;Todos tienen prioridades diferentes y se requiere alinearlas en un objetivo com&uacute;n&quot;.&quot;Quer&iacute;amos donar una estrategia y proveer una respuesta tecnol&oacute;gica para que las autoridades la ejecutaran a nivel nacional. Logramos sumar a muchos sectores. Tambi&eacute;n conocimos de cerca la burocracia y la dificultad para responder ante algo urgente. Sin embargo, no se ha dimensionado el potencial de esta tecnolog&iacute;a&quot;. Esos fueron solo algunos obst&aacute;culos por los que el sistema no pudo implementarse desde el sector p&uacute;blico, pese que cont&oacute; con el aval de la Comisi&oacute;n Presidencial contra el Covid -19 (Coprecovid). A&uacute;n existen barreras que impiden aprovechar mejor la tecnolog&iacute;a: &quot;Hay resistencia, temores que impiden agilizar el sistema de salud, pero la pandemia puede ser el catalizador para proponer una soluci&oacute;n innovadora&quot;, dice Gabriela, mientras explica c&oacute;mo ha evolucionado ALMA. De la neurociencia y la medicina a la estrategia y la comunicaci&oacute;n La decisi&oacute;n de crear ALMA signific&oacute; que Gabriela pusiera temporalmente en pausa otros intereses y as&iacute; le toc&oacute; asumir una responsabilidad que incluy&oacute; convertirse en estratega y buscar alianzas entre instituciones p&uacute;blicas, privadas y de sociedad civil, aun cuando los resultados obtenidos no fueran desde el principio los deseados y hubiera que buscar otras opciones y apoyos. Son necesarias las sinergias para ser eficaz y que las propuestas de soluci&oacute;n sean viables. La habilidad de poder juntar a diferentes sectores es clave. La desnutrici&oacute;n cr&oacute;nica, por ejemplo, no es prioridad en todos los sectores. El Covid afect&oacute; a todas las personas en la vida privada y profesional, y por se produjo un intercambio positivo, aunque aun falta enfrentar otros obst&aacute;culos.A quienes tienen m&aacute;s a&ntilde;os de edad y tiempo de trabajar en las empresas, Gabriela Asturias, les dir&iacute;a: &quot;Mi experiencia con el sector privado guatemalteco es que existe inter&eacute;s y hay fundaciones dedicadas, pero muchas veces la responsabilidad se delega en personas que ven la inversi&oacute;n social como caridad&quot;. Se refiere a &quot;una misi&oacute;n filantr&oacute;pica, sin una agenda estrat&eacute;gica de impacto real&quot;. Reitera que le sorprende c&oacute;mo puede confundirse la filantrop&iacute;a con la inversi&oacute;n social. Lecciones de una innovadora 1. Tropiezos burocr&aacute;ticos &quot;El sistema no pudo implementarse desde el sector p&uacute;blico, pese que cont&oacute; con el aval de la Comisi&oacute;n Presidencial contra el COVID -19 (Coprecovid). &quot;Quer&iacute;amos donar una estrategia y proveer una respuesta tecnol&oacute;gica para que las autoridades la ejecutaran a nivel nacional. Logramos sumar a muchos sectores. Tambi&eacute;n conocimos de cerca la burocracia y la dificultad para responder ante algo urgente. No se ha dimensionado el potencial de esta tecnolog&iacute;a, pero la pandemia puede ser el catalizador para una soluci&oacute;n innovadora&quot;. 2. Conectar con comunidades &quot;Queremos crear un personaje que encarne la identidad cultural de la regi&oacute;n en donde se implemente, crear estrategias de comunicaci&oacute;n fuertes. De esa forma, tendremos un sistema con respaldo cient&iacute;fico por medio del cual la informaci&oacute;n llegue de forma apropiada. El problema es la falta de capacitaci&oacute;n formal ante una enfermedad nueva, se requiere, que cada persona entienda la enfermedad y sepa cuidarse. Hacer llegar el conocimiento a las comunidades es complejo&quot;.

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