Corea del Sur se revela como el país que mejor ha gestionado el Covid-19

Cuando los m&eacute;dicos empezaron le preguntaron por contactos cercanos en los &uacute;ltimos d&iacute;as, descubrieron que era miembro de Shincheonji, un movimiento religioso cristiano surcoreano, y que hab&iacute;a asistido a varias reuniones de la secta con s&iacute;ntomas. A partir de este momento, las autoridades surcoreanas inician una doble estrategia para comprender el origen y la estructura del brote y entender la dimensi&oacute;n que ya hab&iacute;a alcanzado. El coraz&oacute;n del brote: la secta Shincheonji El culto de Shincheonji se organiza en &quot;megaiglesias&quot; con miles de fieles y sus celebraciones suelen incluir un estrecho contacto f&iacute;sico. Es decir, sobre el papel, el riesgo de propagaci&oacute;n era alto; la realdiad lo confirm&oacute; r&aacute;pidamente. El d&iacute;a 19 ya hab&iacute;a 20 casos nuevos y el 20, ascend&iacute;an a 70. Y, seg&uacute;n la autoridad sanitaria coreana, todos vinculados a los miembros de Shincheonji.Lea m&aacute;s: 5 medidas para prevenir el COVID-19 en las empresas Ese mismo d&iacute;a 20, Daegu (donde se concentraban los primeros casos) pidi&oacute; a sus 2,5 millones de habitantes que no salgan a la calle y, un d&iacute;a m&aacute;s tarde, las autoridades declararon esa ciudad y Cheongdo &quot;zonas especiales&quot;. Se cerraron todas las bases militares del pa&iacute;s y se aprob&oacute; un plan de choque econ&oacute;mico. Y se pone a m&aacute;s de 9.000 de Shincheonji en cuarentena estricta. Adem&aacute;s, se cancelaron eventos culturales, se aplazaron conciertos y se redujeron vuelos internos. Para el d&iacute;a 22 de enero, 1.261 personas de las 9.000 que estaban en cuarentena ya hab&iacute;an mostrado s&iacute;ntomas. En ese momento,169 casos confirmados ten&iacute;an relaci&oacute;n con la iglesia y otros 111 proven&iacute;an del Hospital de Cheongdo, donde la secta hab&iacute;a celebrado una ceremonia f&uacute;nebre multitudinaria. La evoluci&oacute;n parec&iacute;a clara: de los 123 casos nuevos del 23 de febrero 75 eran de Shincheonji y 129 de los 161 casos del 24. El resto se pod&iacute;a conectar con los miembros de la iglesia. El Gobierno, adem&aacute;s de retrasar una semana el inicio del semestre en guarder&iacute;as, colegios, institutos y universidades, fij&oacute; sus esfuerzos en controlar a la iglesia y los posibles efectos colaterales. Sin embargo, Shincheonji ya ten&iacute;a un historial algo conflictivo sobre secretismo y pr&aacute;cticas sectarias. Ante la falta de colaboraci&oacute;n, por parte de Shincheonji, la polic&iacute;a entr&oacute; en su templo principal en Gwacheon y las autoridades sanitarias iniciaron un extenso programa para localizar y examinar a los 245.000 miembros de la secta. Mientras tanto, las autoridades sanitarias iniciaron una pol&iacute;tica muy agresiva para encontrar posibles casos de riesgo. Los tests masivos y la sombra del MERS Hay otra cosa que llama la atenci&oacute;n cuando nos ponemos a investigar sobre el caso coreano, la enorme cantidad de tests de laboratorio que han realizado a su poblaci&oacute;n. Descontando a China que ha hecho m&aacute;s de 300.000 tests por razones obvias, Corea y sus 189.236 est&aacute; muy por encima de pa&iacute;ses como Italia (49.937), Espa&ntilde;a (17.500) o Reino Unido (23.500). 3.600 test por cada mill&oacute;n de habitantes frente a los 800 italianos y los 350-400 de los pa&iacute;ses que le siguen en el ranking. En esto ha intervenido la ventaja comparativa coreana que desde hace a&ntilde;os cuenta con algunas de las grandes empresa de fabricaci&oacute;n de pruebas PCR en su territorio nacional y tiene capacidad para hacer m&aacute;s de 12.000 pruebas al d&iacute;a (20.000 si fuera necesario); pero tambi&eacute;n, como se&ntilde;alan los expertos, la sombra del brote de MERS de 2015 que ha motivado a las autoridades a desplegar una pol&iacute;tica agresiva y muy transparente. El 20 de mayo de 2015, Corea detect&oacute; un brote de 'S&iacute;ndrome Respiratorio de Oriente Medio', una enfermedad producida por otro coronavirus que ya hab&iacute;a producido brotes en la pen&iacute;nsula Ar&aacute;biga unos a&ntilde;os antes. En los siguientes d&iacute;as y mientras el brote crec&iacute;a, el ministerio de Sanidad mantuvo la informaci&oacute;n en privado incluso sabiendo que uno de los infectados hab&iacute;a estado en una reuni&oacute;n con 1565 personas. Ni siquiera los contact&oacute; para ver c&oacute;mo estaban. Cuando sali&oacute; a la luz y se identificaron a los participantes, 64 estaban infectados y 5 hab&iacute;an muerto. Aquello levant&oacute; una enorme polvareda social y ha tenido un efecto llamativo en la forma de afrontar la epidemia del coronavirus. La gran obsesi&oacute;n del gobierno coreano durante estas semanas ha sido localizar a posibles casos y aislarlos para frenar la expansi&oacute;n. Ha utilizado instalaciones temporales para realizar tests, han utilizado posicionamiento GPS para trazar los posibles contactos y han sometido a los viajeros a controles continuos (usando app para actualizar los s&iacute;ntomas). Para hacernos una idea, los funcionarios utilizaron entrevistas a los miembros de la secta, extractos de tarjetas de cr&eacute;dito e im&aacute;genes de c&aacute;maras de seguridad para recomponer los pasos de cada paciente y buscar a personas expuestas a contactos de riesgo. Llegaron a ser muy precisos buscando personas que, a modo de ejemplo, hubieran estado &quot;en las aguas termales de la ciudad de Yeongju a las 17:30 del 17 de febrero, o en una clase particular de yoga en Andong despu&eacute;s de las 14 el 18&quot;. Las claves del modelo coreano El gobierno coreano tiene claro que el elemento m&aacute;s importante es la capacidad de diagnosticas el virus de forma r&aacute;pida y precisa. Seg&uacute;n sus propias palabras, 'creemos que hemos creado un nuevo modelo adecuado para una pandemia en un mundo globalizado' basado en la transparencia y en disponer informaci&oacute;n actualizada y precisa. Esto ha permitido que 'en lugar de erigir e imponer barreras f&iacute;sicas y legales' fueran 'las barreras sociales las que crearan el distanciamiento social'. Sin embargo, parece aventurado asegurar que este enfoque se trata de un 'nuevo modelo'. Al analizar con detalle la evoluci&oacute;n del brote podemos comprobar que estaba fuertemente focalizado en una comunidad relativamente aislada socialmente (62.8% del total de casos son miembros de Shincheonji y se estima que m&aacute;s de 85% est&aacute;n directamente relacionados con ellos). Esto, por un lado, hace relativamente sencillo el 'distanciamiento social' que impide al virus salir de esa comunidad; aunque somete a esa poblaci&oacute;n a problemas que tampoco debemos olvidar (por ej. se llegaron a reunir 750.000 firmas para que se ilegalizara la iglesia en cuesti&oacute;n). Por el otro, pone en cuesti&oacute;n la efectividad real de las pruebas masivas. Al fin y al cabo, de las 189.236 pruebas realizadas, solo 7.755 casos dieron positivos (casi todos vinculados al foco en cuesti&oacute;n). nadie tiene muy claro c&oacute;mo hubiera funcionado este enfoque si el brote hubiera sido multifocal y si en un escenario as&iacute; se hubieran podido tomar las medidas de seguimiento que se han tomado. En cualquier caso, cuando acabe la crisis podremos evaluar la utilidad de este enfoque en la identificaci&oacute;n de ramificaciones de la epidemia que no hubieran sido identificadas con m&eacute;todos tradicionales. Se trata, en cualquier caso, de un muy interesante caso de estudio.

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