<div id='DTElementID-19304862' class='WebText'><strong>Por AFP</strong><br /><br />No hay recolecci&oacute;n de basura en el pueblo japon&eacute;s de Kamikatsu. Sus 1.500 habitantes se trasladan al vertedero para clasificar pacientemente su basura en 45 categor&iacute;as. El objetivo final es reciclarlo todo.<br /><br /><strong>'S&iacute;, es complicado', admite Naoko Yokoyama, una vecina de 39 a&ntilde;os, en medio de un laberinto de contenedores y cajas en el centro de clasificaci&oacute;n. 'Pero desde que me mud&eacute; aqu&iacute; hace un a&ntilde;o, presto m&aacute;s atenci&oacute;n al medio ambiente.'</strong><br /><br />Las categor&iacute;as abarcan desde almohadas hasta cepillos de dientes, botellas (dependiendo del tipo de vidrio), diferentes envases, objetos met&aacute;licos, etc... <br /><br />Situada en las monta&ntilde;as a 530 kil&oacute;metros al suroeste de Tokio, el pueblo de Kamikatsu tiene como objetivo reciclar todo sin enviar nada a los incineradores hacia 2020.<br /><br /><strong>Aunque los empleados del centro de residuos est&aacute;n all&iacute; para ayudar, es un gran trabajo para estos vecinos que tienen que lavar y secar bolsas, paquetes y contenedores para facilitar el reciclaje.</strong><br /><br />Algunos objetos requieren ser desmontados. En un rinc&oacute;n, un hombre usa un martillo para extraer las piezas met&aacute;licas de las estanter&iacute;as que trajo. En otro, los trabajadores del centro de clasificaci&oacute;n cortan una larga manguera de goma en trozos para mantenerla en una de las cajas. El sitio cuenta con compresores de latas y pl&aacute;sticos. <h1>China dice 'no'</h1>Para ayudar, un folleto del pueblo ilustrado con una fotograf&iacute;a que lo describe como 'el m&aacute;s bello de Jap&oacute;n' presenta, en 16 p&aacute;ginas dobles, una multitud de fotograf&iacute;as y dibujos acompa&ntilde;ados de una foto del contenedor o caja a utilizar. <br /><br />Muchos municipios de Jap&oacute;n exigen clasificar la basura, pero generalmente en un peque&ntilde;o n&uacute;mero de categor&iacute;as (pl&aacute;stico, latas, papel, etc...), y la mayor parte de los residuos dom&eacute;sticos se incineran. <br /><br />Kamikatsu no se destac&oacute; hasta que recibi&oacute; un ultim&aacute;tum: en el a&ntilde;o 2000 se orden&oacute; al municipio que cerrara una de sus dos incineradoras, que no cumpl&iacute;a con las normas de contaminaci&oacute;n.<br /><br />'Entonces nos dijimos: si no podemos quemar aqu&iacute;, reciclemos', explica una funcionaria de la ciudad, Midori Suga. 'Cuesta menos que incinerar.'<br /><br /><strong>El pueblo est&aacute; cerca de su objetivo, con una tasa de reciclaje del 80% de sus 286 toneladas de residuos producidos en 2017, muy por encima de la media nacional de s&oacute;lo el 20%. En este pa&iacute;s monta&ntilde;oso, poco apto para vertederos, el resto se quema por el momento.</strong><br /><br />Si Jap&oacute;n produce menos residuos per c&aacute;pita que la mayor&iacute;a de los pa&iacute;ses desarrollados, es l&iacute;der en desechos pl&aacute;stico per c&aacute;pita, justo detr&aacute;s de Estados Unidos. Hasta hace poco, el archipi&eacute;lago exportaba parte de ellos, especialmente a China, pero Pek&iacute;n ya no quiere el pl&aacute;stico japon&eacute;s, y se est&aacute; acumulando.<br /><br />Los habitantes de Kamikatsu no se hacen ilusiones. El sistema 'funciona porque s&oacute;lo somos 1.500 personas', explica Yokoyama, oriunda de Kyoto.<h1>Estilo de vida pl&aacute;stico</h1>'Por supuesto, incinerar es f&aacute;cil', dijo Saeko Takahashi a la AFP lavando los cartones de leche y atando sus peri&oacute;dicos. 'Pero es mejor reciclar, sino que desperdicio'.<br /><br />Utiliza un contenedor de abono para las sobras de carne y pescado, y arroja las c&aacute;scaras de frutas y verduras directamente a su jard&iacute;n.<br /><br /><strong>'Los alimentos duran m&aacute;s envueltos en pl&aacute;stico, pero no hay necesidad de multiplicar las capas', afirm&oacute;.</strong><br /><br />Kazuyuki Kiyohara, de 38 a&ntilde;os, gestor del vertedero, se&ntilde;ala que este material es el que m&aacute;s llega al vertedero, y que su consumo ha disminuido poco.<br /><br />'Nuestra forma de vida depende del pl&aacute;stico', constat&oacute;. 'Los consumidores pueden reducir los residuos hasta cierto punto, pero siempre tendremos algunos mientras los fabricantes produzcan objetos de pl&aacute;stico'.<br /><br /><strong>Las cajas de pl&aacute;stico para comidas que se usan masivamente, el envoltorio pl&aacute;stico de pl&aacute;tanos o tomates, las bolsas, las cucharas o pajitas distribuidas por doquier... Jap&oacute;n est&aacute; lejos de romper con este material.</strong><br /><br />En 2018, sin embargo, el gobierno anunci&oacute; el objetivo de reducir para 2030 en un cuarto su producci&oacute;n anual de residuos pl&aacute;sticos, que era de 9,4 millones de toneladas.<br /><br />Las empresas privadas toman iniciativas, pero de acuerdo con un calendario que parece estar muy por detr&aacute;s de las disposiciones ya adoptadas en otros pa&iacute;ses, para no entorpecer de manera abrupta a proveedores y clientes.<br /><br />'No debemos centrarnos s&oacute;lo en los residuos', dice Suga: 'Necesitamos pol&iacute;ticas que limiten su producci&oacute;n.</div>