Los sat&eacute;lites Terra y Aqua, lanzados respectivamente en 1999 y 2002, 'ofrecer&aacute;n vistas peri&oacute;dicas de las condiciones atmosf&eacute;ricas y de superficie (de la Tierra) antes y despu&eacute;s del eclipse', explic&oacute; el organismo espacial estadounidense.Todas estas informaciones deber&iacute;an ayudar a los cient&iacute;ficos a calcular mejor cu&aacute;nta energ&iacute;a solar golpea la parte alta de la atm&oacute;sfera, cu&aacute;nta es reflejada hacia el espacio y cu&aacute;nta energ&iacute;a termal env&iacute;a la Tierra hacia el espacio.<strong>Adem&aacute;s servir&aacute; como pr&aacute;ctica para el pr&oacute;ximo gran eclipse en Estados Unidos, que se ver&aacute; sobre todo en la costa este del pa&iacute;s en 2024.</strong>'Una vez que ves un eclipse, es como una droga', dijo Scott McIntosh, director del Centro Nacional Estadounidense de Investigaci&oacute;n Atmosf&eacute;rica. 'Una vez que ves uno, quieres ver el otro'.</div>