Apoyo

Compartir el conocimiento sobre el fracaso ayuda a tener éxito

El fracaso duele, hiere la autoestima y en los negocios también la billetera. Por eso es difícil reconocerlo ante el mundo y hablar del tema en público.

2016-06-19

Por Leticia Gasca*

El fracaso duele, hiere la autoestima y en los negocios también la billetera. Por eso es difícil reconocerlo ante el mundo y hablar del tema en público.

Sin embargo, hay cinco razones por las que compartir la experiencia del fracaso de forma abierta es una manera de fomentar el conocimiento abierto a favor del emprendimiento y el desarrollo económico:

1- Sistematiza el conocimiento

La mayoría de las empresas fracasa y ya que el tema es un tabú, el conocimiento que surge de esa experiencia no se está sistematizando.

Hay muy pocas investigaciones académicas que estudian de forma cuantitativa el fracaso en los negocios. Eso se debe a que generar datos al respecto es muy difícil. Así en 2014 decidimos crear el Instituto del Fracaso. Nuestra primera investigación reveló que las cinco principales causas del fracaso entre emprendedores en México son las siguientes:

-Ingresos insuficientes para subsistir (65%)


-Falta de indicadores (48%)


-Falta de procesos de análisis (44%)


-Planeación deficiente (44%)


-Problemas en la ejecución (43%)

2- Fomenta el aprendizaje

Cuando publicamos dicha investigación del fracaso en México, sus resultados fueron tan útiles para emprendedores, responsables políticos, aceleradoras e incubadoras de empresas que fuimos invitados a replicar el estudio en Colombia y en noviembre de 2015 presentamos los resultados en Bogotá.

Además, estamos realizando investigaciones enfocadas en averiguar por qué fracasan los emprendedores sociales y las startups tecnológicas.

3- Previene riesgos

La investigación del fracaso en los negocios es una herramienta útil para identificar riesgos y prevenirlos.

Justamente con ese propósito es que muchos emprendedores descargan las investigaciones del Instituto del Fracaso, les interesa conocer las causas comunes de fracaso con el propósito de prevenirlas. Por ejemplo, algunas personas han manifestado que después de leer el estudio, se inscriben a clases de contabilidad.

4- Desarrolla la resiliencia

Contar tu fracaso incrementa tu resiliencia, es decir, esa capacidad de recuperarte y adaptarte ante los imprevistos.

En varias ocasiones he escuchado que quienes cuentan la historia del fracaso de su negocio concluyen diciendo que después de contarlo se sienten mejor. Por ejemplo, así lo manifestó Rodrigo Boyzo, co fundador de Nuflick y Agavideo, luego de participar como orador en uno de los eventos del Instituto del Fracaso en donde relató el reciente cierre de su empresa. Aquí puedes escuchar su testimonio.

5- Produce datos valiosos

Gracias a miles de personas que nos han compartido la historia de fracaso de su negocio hoy sabemos que las principales causas por las que cierran los negocios se encuentran en el área de finanzas y en la de administración, con un 40% y un 34% respectivamente. Es importante mencionar que los porcentajes no suman un 100% debido a que las causas de fracaso no son mutuamente excluyentes.

Failure Nights

Además, de los negocios que no tuvieron éxito, 70% pertenecían al área de servicios de los cuales 21% eran vinculados a alimentos, bebidas y tabaco.

Nuestro plan más ambicioso a futuro es crear el "Global Failure Index", una plataforma en línea que reunirá datos abiertos con los datos generados por el Instituto del Fracaso. Cada mes tenemos cientos de historias de fracasos de más de 50 países grabadas en video. Desarrollaremos una herramienta para transcribir el audio del video en texto y otra más para hacer un análisis contextual de ese texto y convertirlo en datos.

Así, el Instituto del Fracaso se alimenta de datos globales que se actualizan cada mes y permiten hacer investigaciones que hasta hace poco, eran imposibles. Nuestra meta es incluir los datos en una plataforma útil para los emprendedores, los investigadores y los creadores de políticas públicas.

(*) La autora es Co-fundadora y Directora del Instituto del Fracaso. Puede leer el post original aquí.