'El principal desafío de un gobierno es el de liderar un diálogo que no cese, es decir, que no abandone cuando se presenten las primeras diferencias porque al final es la población la que paga la falta de consensos y acuerdos', subrayó el premio Nobel de la Paz en 1987. Arias abrió la Cuarta Semana de la RSE en El Salvador, bajo el lema: 'Dialoguemos por El Salvador que queremos'.
Previo a su discurso, un minidocumental recordó toda la transición de guerra que vivió Centroamérica en los 70 y 80, de la presión armamentista entre Estados Unidos y Rusia sobre la región. Minutos después, Arias resumió cómo América Latina ha tenido una serie de países con "regímenes políticos disfuncionales", sobre todo porque aún hay resistencia de dialogar a pesar de que la población está exigiendo resultados y la presión de la sociedad civil ha determinado la nueva relación del ciudadano con el poder político.
El ex mandatario costarricense insistió en el arte de gobernar: 'Se requiere valentia de dialogar, se requiere más valor para dialogar que jalar un gatillo y disparar. Fueron líderes políticos los que diseñaron tácticas políticas, sin que fueran menos dignos de admiración', dijo Arias sobre los acuerdos de paz logrados en los 80 y 90.
Previo a la conferencia de Arias, el presidente de la Fundación Empresarial parqa la Acción Social (FUNDEMAS), Tomás Regalado, apuntó que la importancia del diálogo en El Salvador es para crear acción. 'En FUNDEMAS creemos que rol de las empresas va más allá que crear empleo, pagar impuestos y filantropía'.
Las tres fallas que amenazan la democracia
1. Deslegitimación de los mecanismos intrínsecos de la política. 'Todo gobernante enfrenta la pregunta: ¿hasta dónde debo ceder? La respuesta pasa por la capacidad de negociar', dijo el economista. En este punto insistió que los acuerdos en los que se cede es la única forma de construir democracia. 'Requiere de madurez y sobriedad de carácter, requiere de cambio de paradigma, enfocarnos en lo mínimo que podemos aceptar'.El exmandatario exhortó al gobierno salvadoreño a estimular el crecimiento económico a través de la confianza y del respeto a las reglas de las instituciones. De nuevo, repitió que gobernar es sinónimo de generar certeza y transparencia con la participación de políticos, empresarios y trabajadores.
'Defender ideas sí, defender sueños sí, pero hay que saber ceder. La medida de un líder es la capacidad de navegar sin que se resquebraje el contenido socail. ¿Cómo puede (ganar) un político sin amenazar estabilidad social? Es urgente que elevemos el nivel del debate, un país que aspira ser más rico debe tener un debate mejor', agregó.
2. Surgimiento del espíritu nacional del cinismo. Para Arias, hoy se rechaza a la política y hacerlo es símbolo de estatus. Recuperar la credibilidad depende mucho de los gobernantes. '¿Cómo hace un país para recuperar la autoestima? Es necesario cambiar de actitud, aunque dure años o décadas'. Por eso insistió: 'Todo gobernante tiene la obligación de extender la mano al adversario', y agregó: 'Al final del día, líder debe ser capaz de inspirar, capaz de convencer, de abonar en el dialogo capaz de sus ideas'.
3. Profunda crisis en la producción y renovación de liderazgo. En este punto, Arias llamó a los jóvenes, a los millennials, a esa generación más educada, sensible, sensata que discute ideas en blogs y redes sociales. '(Son una generación) activa en voluntariado, pero reacia a entrar en la política. Hago un llamado a esa generación de jóvenes salvadoreños. No se dejen vencer por los cínicos, por los demagogos. La política es un oficio agotador, pero es herramienta para tratar la vida', dijo el ex presidente costarricense.
'Hoy es el turno de los jóvenes. Solo ellos conocen el espíritu de esta época. Cada generación tiene su símbolo. esperamos en Dios que las cruzadas del futuro no sean como los que firmamos la paz'.
