"Esta ha sido y sigue siendo la posición del Gobierno", asegura el comunicado tras el Consejo de Seguridad Ciudadana y Convivencia, en el que se abordó este tema. En este marco, "el Ejecutivo respeta el trabajo de actores no estatales participantes en este esfuerzo en lo que concierne a su quehacer y a la naturaleza propia de su misión".
Asimismo, el Gobierno ha reiterado su respaldo al Plan El Salvador Seguro presentado por dicho Consejo, en cuya implementación se está trabajando, "y hace un llamado a todas las instancias del Estado y de la sociedad a sumarse a este esfuerzo nacional."
Al mismo tiempo, el Gobierno de la República "expresa su respaldo a la Policía Nacional Civil y a sus agentes en su difícil trabajo para asegurar la seguridad y la tranquilidad del país y combatir todo tipo de delincuencia".
Días antes, las pandillas de El Salvador se comprometieron a disminuir la violencia que llevó en el último año a un repunte de los homicidios, a pesar que las pandillas, que suman unos 60.000 miembros en las calles y 10.000 encarcelados, aseguran mantener la tregua.
Cifras de la policía indican que hasta la primera quincena de enero se registraba un promedio de entre 11 y 14 homicidios a diario, pero en los últimos días esa cifra a disminuido a cinco y, es más, el pasado 22 de enero no se registró ningún asesinato en el país, de acuerdo al subdirector de la PNC, Howard Cotto.
'Las pandillas adoptaron, de forma unilateral, el compromiso de contribuir a disminuir el clima de violencia en el país', aseguró Raúl Mijango, uno de los mediadores de la tregua declarada por estos las pandillas más violentas del país la Mara Salvatrucha y el Barrio 18, en 2012
Consultado por el diario EL PAíS acerca de cuál sería la diferencia entre este nuevo acuerdo y el que se intentó en la administración de Mauricio Funes, Mijango dijo: "ésta se da en un escenario con menos posibilidades, con menos condiciones y con menor intención política de darle solución por la vía del diálogo. Yo, como humano y como salvadoreño, quisiera que durara, pero mi convicción como analista y como conocedor de la materia es que no va a durar, porque para que dure se requiere de condiciones que no existen".
Mijango, un exjefe guerrillero, señaló que ese compromiso de las pandillas de acabar con el repunte de muertes violentas, es 'una muestra de buena voluntad' de parte de esos grupos, que desean se les tome en cuenta en la búsqueda de una solución permanente a la incesante violencia que azota al país.
'Solo mediante el diálogo se puede llegar a una verdadera paz y por eso ellos hacen este gesto', sostuvo Mijango.
