El lunes 31 de julio el Banco Central de Costa Rica anunciaba que Costa Rica crecería menos de lo esperado este año (3,8 % del PIB, frente al 4,1 % esperado); y además elevó la cifra del déficit fiscal del Gobierno hasta el 6,1 % (lo esperado era del 5,9 %), disparando la previsión para 2018 hasta el 6,6 %, cuando la previsión anterior era del 6 %.
Pocos días antes, el viernes, el Poder Ejecutivo ya avisó que no tendría liquidez para algunos programas sociales, que se interrumpieron momentáneamente, hasta que se consiguió el dinero (el 77 % de los 167.000 beneficiarios de los programas del Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS), no recibieron a tiempo las contribuciones estatales).
Mensualmente son 9.736 millones de colones (unos US$17 millones, al cambio actual) los que el IMAS destina de manera directa a las personas dentro de programas de combate a la pobreza en Costa Rica.
El Ministerio de Hacienda anunció que no captó suficientes recursos de la venta de bonos de deuda pública.
Las rebajas en el grado de inversión del país, por parte de las distintas calificadoras internacionales, son una muestra de las deterioradas finanzas nacionales, con lo que financiarse en los mercados se torna más caro y difícil.
'El gobierno enfrenta dificultades de liquidez para pagar sus obligaciones y garantizar la operación de servicios esenciales', reconoció Solís en cadena nacional la noche del martes.
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'Las acciones para enfrentar los problemas de liquidez hoy comunicadas por el Poder Ejecutivo vienen a evidenciar la seriedad del tema fiscal en nuestro país, así como la necesidad de tomar medidas estructurales para mejorar la situación de las finanzas del Gobierno Central", apunta el analista económico de Grupo Financiero Acobo, Luis Diego Herrera
Esa falta de liquidez "es una muestra más de la delicada y deteriorada situación de las finanzas públicas", abunda Francisco Gamboa, presidente de la Cámara de Industria de Costa Rica, quien comenta que, desde hace casi un año, "advertimos de las dimensiones que ha venido tomando la situación y planteamos a autoridades del Ejecutivo y legislativas un documento de principios para la solución integral del problema, del lado de los gastos y también de la modernización de los impuestos; pero nada ha pasado, así como tampoco nada ha pasado desde hace años en cuanto a este tema".
El presidente de los industriales costarricense cree que si no hay un acuerdo político "desde ya", y también de las autoridades que asuman el Poder Ejecutivo y Legislativo en mayo, "vamos totalmente en la ruta de la bancarrota del Gobierno, como la que han tenido varios países".
Las medidas anunciadas
En su cadena nacional de la noche del martes, el presidente Solís anunció una serie de medidas para tratar de contener el problema.
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-Decreto para que la Tesorería Nacional priorice los pagos del Estado: que se atiendan en primer lugar el pago de la deuda pública, los salarios y pensiones del Gobierno central; las transferencias conforme su urgencia social y después el resto de las obligaciones. Los pagos se harán en ese orden tomando en cuenta la liquidez.
-No habrá nuevas modificaciones presupuestarias mediante decreto que impliquen más erogaciones, ni se harán nuevas solicitudes de avalúos para comprar o alquilar propiedades con recursos del presupuesto nacional, excepto aquellas destinadas a obras de infraestructura.
-Moratoria en las declaratorias de actividades de interés público que impliquen exoneraciones fiscales
-Crecimiento cero en el presupuesto de la República para el año 2018, en rubros que no tengan obligación legal para aumentar.
-Convocatoria del proyecto de ley que transforma el Impuesto de Ventas en el Impuesto al Valor Agregado y reforma el Impuesto sobre la Renta.
-Derogatoria de la Ley para Desincentivar el Ingreso de Capitales para buscar más alternativas de financiamiento entre inversionistas extranjeros que quieran comprar títulos en el país
-Solicitud de la autorización para colocar deuda externamente.
"Aunque las acciones anunciadas son paliativas, son una mezcla entre reducción del gasto e incremento de los impuestos, lo que vendría a colaborar con el objetivo de sanear las cuentas fiscales", explica el experto de Acobo, quien también asegura que "preocupa la propuesta de incrementar el endeudamiento externo sin realmente proponer medidas de mediano y largo plazo para atacar la situación fiscal, pues esto traería consigo vulnerabilidades a la economía nacional. Además, se deben tener los incentivos adecuados para atraer inversiones de personas no domiciliadas en el país con el objetivo de que adquieran deuda en el mercado local. También se debe mejorar el mismo, pues un adecuado funcionamiento del mercado bursátil colaboraría con el financiamiento del gobierno'.
