El gigante estadounidense Uber anunció el viernes que obtuvo fondos por 200 millones dólares para extender en mercados emergentes su servicio de transporte que enfurece a taxistas de todo el mundo.
El aporte fue hecho por el grupo inversor LetterOne (L1), que encabeza un magnate ruso, según un comunicado conjunto.
'Nuestra meta es simple: brindar un servicio confiable y a precios asequibles para todos con solo apretar un botón', dijo el jefe ejecutivo de Uber, Travis Kalanick.
'El conocimiento de los mercados emergentes que tiene L1 será crucial para acceder a más ciudades y abrir más posibilidades para usuarios y conductores', añadió.
Mijail Fridman, el multimillonario ruso que preside L1, dijo estar entusiasmado con su asociación con la compañía estadounidense.
'El altamente talentoso equipo de dirección de Uber tiene la necesaria visión y competencia para hacerla una de las compañías más prominentes del mundo en negocios tecnológicos', indicó Fridman, cuyo holding abarca empresas financieras, de telecomunicaciones y de energía.
Uber, cuya base está en San Francisco, permite conseguir transporte a través de una aplicación de celular. Se ha expandido por más de 60 países despertando generalizadas protestas de los taxistas y autoridades locales.
La empresa tiene un valor de entre US$50.000 y US$60.000 millones.