Por AFP
Boeing indicó que la transacción se realizará en efectivo, proponiendo 63 dólares por título KLX y haciéndose cargo de la deuda de la empresa, que alcanza los US$1.000 millones.
La operación reportará economías de unos 70 millones de dólares anuales, de aquí a 2021 y no tendrá impacto en los próximos resultados de Boeing pero podría impulsar los beneficios a partir de 2019.
Boeing se lanzó el año pasado a los servicios (mantenimiento de aviones, formación...) y se fijó el objetivo de alcanzar un volumen de negocios de US$50.000 millones en cinco años, contra cerca de US$15.000 millones en 2017.
Para lograrlo, el grupo de Chicago apuesta principalmente a las adquisiciones. El acuerdo definitivo para vender KLX Aerospace Solutions Group (ASG) a Boeing establece el pago de US$63 por acción en efectivo.
La transacción tiene un valor de aproximadamente US$4.250 millones, que incluye que Boeing se haga cargo de una deuda neta por valor de US$995 millones, señala el comunicado.
La adquisición por parte de Boeing está condicionada a que se logre escindir con éxito la parte de KLX denominada Energy Services Group (ESG) y a que el accionariado y los reguladores la aprueben.
Una vez cumplidos todos los requisitos, KLX se fusionará con Aviall, una compañía de servicios y repuestos aeroespaciales propiedad de Boeing, según señala en una carta a los proveedores y clientes John A. Cuomo, vicepresidente y gerente general del grupo con sede en Wellington.
Aviall y KLX tienen capacidades complementarias en distribución y en soluciones de servicios con valor agregado para todo tipo de aeronaves, comerciales, militares y de defensa, y clientes en todo el mundo y, uniendo sus fuerzas, reforzarán su posición, señala Cuomo.
'KLX se integrará en Aviall. Tenemos un equipo con miembros de ambas compañías centrado en planificar la integración y las mejores prácticas para mejorar la experiencia de clientes y consumidores', agrega Cuomo.
Por ahora no hay cambios en el liderazgo del grupo, señala el directivo, quien confirma en su carta que tras el cierre de la operación tendrá un puesto ejecutivo en Boeing Global Services.
Boeing indicó que la transacción se realizará en efectivo, proponiendo 63 dólares por título KLX y haciéndose cargo de la deuda de la empresa, que alcanza los US$1.000 millones.
La operación reportará economías de unos 70 millones de dólares anuales, de aquí a 2021 y no tendrá impacto en los próximos resultados de Boeing pero podría impulsar los beneficios a partir de 2019.
Boeing se lanzó el año pasado a los servicios (mantenimiento de aviones, formación...) y se fijó el objetivo de alcanzar un volumen de negocios de US$50.000 millones en cinco años, contra cerca de US$15.000 millones en 2017.
Para lograrlo, el grupo de Chicago apuesta principalmente a las adquisiciones. El acuerdo definitivo para vender KLX Aerospace Solutions Group (ASG) a Boeing establece el pago de US$63 por acción en efectivo.
La transacción tiene un valor de aproximadamente US$4.250 millones, que incluye que Boeing se haga cargo de una deuda neta por valor de US$995 millones, señala el comunicado.
La adquisición por parte de Boeing está condicionada a que se logre escindir con éxito la parte de KLX denominada Energy Services Group (ESG) y a que el accionariado y los reguladores la aprueben.
Una vez cumplidos todos los requisitos, KLX se fusionará con Aviall, una compañía de servicios y repuestos aeroespaciales propiedad de Boeing, según señala en una carta a los proveedores y clientes John A. Cuomo, vicepresidente y gerente general del grupo con sede en Wellington.
Aviall y KLX tienen capacidades complementarias en distribución y en soluciones de servicios con valor agregado para todo tipo de aeronaves, comerciales, militares y de defensa, y clientes en todo el mundo y, uniendo sus fuerzas, reforzarán su posición, señala Cuomo.
'KLX se integrará en Aviall. Tenemos un equipo con miembros de ambas compañías centrado en planificar la integración y las mejores prácticas para mejorar la experiencia de clientes y consumidores', agrega Cuomo.
Por ahora no hay cambios en el liderazgo del grupo, señala el directivo, quien confirma en su carta que tras el cierre de la operación tendrá un puesto ejecutivo en Boeing Global Services.
