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Guatemala: inversiones llegan a contracorriente

E&N publicó un completo estudio sobre los cinco sectores que tiran de la región: turismo, agroindustria, energía, servicios y logística; y de regalo, el de manufactura. Comenzamos con el análisis chapín, un país que sigue creando oportunidades de negocio, pese al contexto político.

2015-09-28

Foto: Estrategia y Negocios

Por: Lorena álvarez - estrategiaynegocios.net

La llegada de la tecnología 4G, la organización de convenciones internacionales y el cambio estratégico de la matriz energética explican el dinamismo de capitales nuevos en Guatemala. Inversiones que además de la tramitología deben sortear desafíos como la falta de seguridad, el rechazo de las comunidades indígenas y la inestabilidad política actual.

El Banco de Guatemala (Banguat), en los primeros tres meses de este año, contabiliza US$301,8 millones en Inversión Extranjera Directa (IED), siendo los sectores más destacados las actividades de comercio, energía y telecomunicaciones.

En 2014, la IED para el país fue de US$1.395,8 millones y cerca de la mitad de estas inversiones las captaron los sectores de energía, agricultura y la industria extractiva. Para el primer trimestre de 2015, el sector de energía contabiliza US$79,6 millones de capitales provenientes de EE.UU. y Colombia. En este sector las inversiones se destinan a proyectos de generación eléctrica y al plan de expansión de líneas de transmisión. Los proyectos hidroeléctricos son los que mayores desafíos presentan. El Ministerio de Energía y Minas (MEM) reporta que a junio último se tenían 31 plantas pendientes de entrar en operación y 13 más en trámite de aprobación, principalmente en zonas de los departamentos de Quiché, Huehuetenango, Alta Verapaz y Chimaltenango.

Varias centrales hidroeléctricas, al igual que el proyecto de la empresa Transportadora de Energía de Centroamérica (Trecsa), una subsidiaria del Grupo Energía de Bogotá, enfrentan retrasos en sus cronogramas debido a la conflictividad social que enfrentan. Una situación similar la experimentan los proyectos de la industria extractiva en minería e hidrocarburos.

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Para Erick Coyoy, coordinador académico de la Escuela de Economía de la Universidad Rafael Landívar (URL), la principal debilidad es que "el Estado ha sido incapaz de abrir espacios de diálogo serios para enfrentar la conflictividad social. "La población rural no ve al Estado como un interlocutor válido para plantear soluciones que favorezcan a las partes involucradas", sostiene Coyoy. Aunque la industria extractiva es vista por algunos funcionarios como un potencial motor de desarrollo y de ingresos adicionales para el Estado, según el director del Central American Business Intelligence (CABI), Paulo de León, a nivel de la región se trata de un sector pequeño y con mucha oposición, por lo que anticipa que podría ser cada vez menos importante para la economía.

La hora de los servicios

El experto del CABI sostiene que el sector de servicios, específicamente la banca, es uno de los más pujantes. "Las economías centroamericanas se están bancarizando y por ello vemos grandes crecimientos en la banca y el sector financiero en general", indica.

La banca guatemalteca recibió en el primer trimestre US$16,1 millones en IED, principalmente de Colombia, Estados Unidos y México. De acuerdo con el Banguat, la actividad de intermediación financiera y seguros tuvo un crecimiento de 13,2% asociado al aumento de la demanda de crédito al sector privado y por los resultados del sector de operadores de tarjetas de crédito.

"Guatemala tiene un sistema financiero sano, pero aún es poco competitivo", explica Coyoy al argumentar que existen restricciones para la entrada de la competencia internacional lo que "hace que los costos de financiamiento sean altos y con tasas pasivas bajas el margen de intermediación es de los más altos en Centroamérica".

Además de los servicios financieros, el Banguat destaca que en el primer trimestre de este año las actividades inmobiliarias, jurídicas y de contabilidad, de investigación y publicidad han tenido mayor demanda de los usuarios. El sector de alimentos y bebidas destaca con una participación de 8% del PIB y al sumar la contribución del sector de restaurantes, con más de 18.500 locales en el país, el aporte alcanzaría cerca del 10%.

El diamante del turismo

Otros servicios que han despegado son los del sector de hotelería y turismo. De acuerdo con el Instituto Guatemalteco de Turismo (Inguat), el país tiene fortalezas como las ventajas competitivas de ser patrimonio cultural, la posición geográfica privilegiada y el reconocimiento como destino megadiverso a nivel mundial. Esta industria ha trabajado en consolidar la oferta en productos como Guatemágica, Vive Xela, Ciudad de Guatemala; Turismo Espiritual en Esquipulas y Antigua y Maya Trek que se enfoca en la reserva de la biosfera maya.

A nivel regional se coordinan las acciones de promoción, programas de calidad y competitividad a través del Consejo Centroamericano de Turismo, y la Agencia de Promoción Turística realiza el mercadeo de la región como un multidestino.

El Inguat ha incursionado con instrumentos de promoción electrónica en los que se incluyen destinos en la ciudad capital y otros como el Volcán de Pacaya, y pronto saldrá la APP "Vive Xela".

Sandra Muralles, vicepresidenta de la Cámara de Turismo de Guatemala (Camtur) señala que el uso de las redes sociales es indispensable para obtener mejores resultados en el sector. Las empresas turísticas con mayor presencia en la web son más dinámicas y logran captar más turistas.

De León asegura que para Centroamérica el aporte del segmento de hoteles y turismo varía entre el 3 y 6% del PIB. "Las cadenas hoteleras gestionadas por Grupo Poma y marcas estadounidenses con inversionistas colombianos se posicionan en cada uno de los países de la región", indica.

En el área de la logística, Jean Paul Brichaux, integrante de la junta directiva de la Consejo de Usuarios del Transporte Internacional (Cutrigua), destaca debilidades en la coordinación interinstitucional en los puertos. "Hay contenedores que pasan hasta seis días varados esperando alguna inspección", señala, lo que repercute en los cobros que realizan las navieras porque no se puede cambiar el transporte hasta tanto se inspeccione el contenedor.

"En este momento -destaca Brichaux- ya no se trata solo de lograr la liberación comercial, sino que es preciso modernizar los procesos y la infraestructura que se quedó rezagada más de tres décadas". Un ejemplo es la aduana aérea que necesita ampliar su espacio y la pista porque el volumen de comercio por esta vía ha aumentado. "Necesitamos ser competitivos, mejorar las carreteras, los libramientos en el interior para reducir los tiempos de tránsito y eliminar las colas en las fronteras", dice el directivo de Cutrigua, quien también critica la falta de seguridad y los bloqueos en las carreteras. Erick Coyoy, de la URL, apunta que "a la mala calidad en la que se encuentra la infraestructura se suma la elevada corrupción en el gasto público destinado a este rubro".

Foto: Estrategia y Negocios

Tradicional e innovador

La amplia y creciente demanda del servicio de telefonía en todos los segmentos de la población fortalece en Guatemala el aumento de las telecomunicaciones. El Banguat destacó que en el primer trimestre del año la expansión del servicio de datos móviles y fijos, la programación de televisión por cable o satelital y el acceso a la banda ancha incidieron en el crecimiento de las comunicaciones.

Desde el año pasado el sector experimenta cambios con la llegada del 4G LTE, que ofrece dos de las tres operadoras que participan en el mercado guatemalteco. En el primer trimestre se captaron US$42,1 millones en IED para este sector; en 2014 se obtuvo US$116,1 millones. "Pero para los usuarios la competencia que vive el sector solo se refleja en estrategias publicitarias y promociones, más que mejores precios y calidad de los servicios", critica Coyoy.

Ante el auge de nuevas tecnologías, el sector agroindustrial se mantiene entre los de mayor productividad. De León indica que Guatemala es el país con una agroindustria de mayor participación en el PIB, impulsada por el cultivo de azúcar, banano, hule, palma africana, minivegetales y otros cultivos no tradicionales. Según el experto del Central American Business Intelligence, la apuesta de desarrollo del país debería ser la agroindustria, el sector de servicios y el turismo. "Pero se requiere de apoyo estatal -no subsidios-en materia de inteligencia y apertura de mercados, mejorar la infraestructura y atender las brechas de productividad que se refieren a aspectos burocráticos", enfatiza De León.

Dónde apostar

El comercio, la industria y los servicios son los de mayor participación en el PIB, pero en la informalidad que prevalece en las actividades comerciales y de servicios es el gran reto para el desarrollo del país.

En el caso de la industria, se apuesta a los incentivos fiscales para impulsar las inversiones y generar empleo, pero a decir de Coyoy es necesario revisar la efectividad de la estrategia debido a los compromisos con la OMC y a que más de la mitad de la producción industrial está en los sectores de alimentos y bebidas, y tabaco. "Una opción adecuada para el país podría ser impulsar la producción industrial, pero de modo diferente al tradicional otorgamiento de incentivos fiscales. Deben revisarse otras opciones, como una política de capacitación para el trabajo en actividades industriales, y regímenes fiscales más favorables (no necesariamente incentivos) para las pymes, y no indiscriminadamente para las exportadoras", comenta el economista de la URL.

Para De León, los cinco sectores básicos (turismo, servicios, agroindustria, logística y telecomunicaciones, y minería y energía) son atractivos para la inversión. Para aprovecharlos en todo su potencial, lo que hace falta "son vehículos de inversión y mecanismos novedosos de financiamiento a través de los mercados de capitales", dijo. "El atractivo para los inversionistas pasa por la rentabilidad, y para eso son determinantes los costos de producción que van más allá de los impuestos", señala Coyoy. Según su análisis, otros factores como la seguridad, la infraestructura, la capacitación de la fuerza laboral, también son determinantes a la hora de decidir la radicación del capital. Tanto De León como Coyoy consideran necesario invertir en procesos de innovación: nuevos productos, empaques, imagen y formas de producción. "El Estado debería aplicar una política nacional que promueva la innovación en la producción industrial, que permita diversificar lo que se tiene actualmente", concluye Coyoy.

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