Centroamérica & Mundo

CAF: Istmo con potencial para ‘hub’ regional

El Banco de Desarrollo de America Latina (CAF) cree que la unión puede llevar a los países centroamericanos a aprovechar sus posibilidades para proveer de productos a Asia y Norteamérica.

2014-06-12

Por Luis Alberto Sierra G.

Susana Pinilla, directora representante de la Corporación Andina de Fomento (CAF) en Panamá cree que América Central puede constituirse en el hub de productos para proveer a Asia, Norteamérica y América Latina, aprovechando su ubicación geográfica.

La clave según la funcionaria es la unión entre los países del área; teniendo en cuenta que por separado se trata de economías muy pequeñas y con países de relativamente pocos habitantes, por ello, CAF está impulsando la integración regional a través de carreteras, a través del transporte de corto cabotaje a nivel marítimo, de puertos, aeropuertos, y de todo lo que es infraestructura de transporte de bienes y servicios.

Desde su perspectiva el hecho que por Panamá pasen siete cables submarinos de fibra óptica es toda una fortaleza que hay que aprovechar.

Para Pinilla es evidente también que los costos del transporte interno son aún muy altos para exportar en nuestros países, y que eso tiene que cambiar.

Reconoció que es preciso hacer un cambio para que el emprendimiento en la región no sea de subsistencia y encadenar este tipo de iniciativa, de tal forma que sea posible tener empresas mucho más dinámicas e innovadoras, y que lleguen inclusive a ser compañías medianas y de mayor tamaño.

¿Qué quisieran que resultara de la experiencia de realizar el Foro Empresarial Latinoamericano?

CAF es como saben el Banco de Desarrollo de y para América Latina, en donde todos nuestros esfuerzos se dirigen a apoyar a los gobiernos y a los empresarios. A ser cada vez más competitivos, y mejores, y a construir países con mayor bienestar para todos sus ciudadanos. En ese contexto el emprendedurismo es un factor que destaca muchísimo en América Latina. Tenemos algunos países que tienen el mayor índice de emprendedurismo a nivel mundial, como Perú o de Bolivia.

Pero hay mucha heterogeneidad. La mayor parte del mismo en América Latina tendríamos que reconocer que es por falta de un empleo, de mayores condiciones formales, de mejores ingresos, y entonces es una especie de autoempleo, o la autogeneración de un negocio casi que de sobrevivencia.

Podríamos mencionar que más de la mitad de los negocios y de los emprendedurismos que se toman en América Latina son principalmente de subsistencia. Entonces son negocios que se inician con muy bajo capital, se reproducen con muy bajo capital, y están formados en el contexto de familias de bajos ingresos, y se toman principalmente como un mecanismo de auto-subsistencia.

Son las pequeñas bodeguitas que forman las familias en una esquina, o esos puestos de mercado que se ponen en el piso. Es el autoempleo de un muchacho que agarra un trapo y se pone a lavar carros.

¿Qué habría que hacer?

La tendencia hacia la que debería ir América Latina es tener emprendedurismos de alta inversión en innovación y tecnología, porque ese es el que realmente lleva al desarrollo.

Hicimos un estudio el año pasado que hace un análisis de todos estos temas, y que se llama Emprendimientos en América Latina desde la Subsistencia hacia la Transformación, que muestra cómo con políticas públicas y esfuerzos en el sector privado se puede encadenar a los pequeños y medianos emprendedurismos hacia unos mucho más dinámicos e innovadores, que permitan crear empresas que crecer, que contratan a más trabajadores y tienen empleos formales, que terminen en empresas de mediano y de gran tamaño, como suele ser en Estados Unidos y en Europa.

Los nuestros crecen hasta un punto de confort, y ahí se quedan. No son más ambiciosos ni van más adelante por falta de políticas crediticias, por falta de políticas públicas que no permiten que estos emprendedurismos crezcan.

La propuesta de CAF es cómo trabajamos juntos sector público y sector empresarial para darle más espacio al crecimiento y al desarrollo innovador y competitivo a esos emprendimientos de menor tamaño y de menor inversión.

Se trata de tratar de llevar a estos emprendedurismos a negocios mucho más sólidos, que puedan crecer, que sean competitivos, y que permitan generar mayor empleo y crecimiento.

¿Qué disponibilidad tiene CAF para apoyarlos?

Tenemos muchos mecanismos para ayudar a estos sectores. Primero lo hace a través de líneas de crédito a través de los bancos. Trabajamos con bancos privados que tienen un área de apoyo a las micro y medianas empresas, pero también trabajamos con financiamiento integral a través de las microfinanzas. Financiamos en Panamá a Banco Delta con participación de capital inclusive, financiamos también a Microserfín y a otras entidades. También apoyamos a la Red Centroamericana de Microfinanzas, y apoyamos con inversión en Fondos de capital de riesgo; y financiamos a cadenas productivas.

¿Hay algún punto crítico?

Se ha probado que la competitividad es sistémica, y que se requiere por lo menos una carretera a través de la cual sacar los productos y llevarlos a Estados Unidos, por ejemplo.

Si hay demoras en el transporte de los productos le generan un serio problema al productor. Se requieren aduanas rápidas y sistemas de puertos modernos.

Es importante que nos demos la mano los pequeños productores con los grandes productores, y que toda la cadena sea productiva.

El sector público debe resolver las trabas para que los emprendedores agrícolas y urbanos puedan ser más competitivos y surgir.

¿Cuál es la disponibilidad de crédito que CAF puede aportar a este tipo de empresas?

En participación de capital no entramos a más de 10%, y cuando son líneas de crédito entramos a un porcentaje de las líneas que cada banco maneja. Depende un poco de cada país y de los diferentes sistemas con los cuales nos incorporamos.

En cifras globales nuestra área de Pymes puede estar en unos US$50 a US$100 millones a nivel de todos los países latinoamericanos, con las entidades financieras y a nivel de las microfinanzas.

¿Cuál es el nivel de incremento interanual que estiman en estas líneas de crédito?

Todo depende de las demandas. Son líneas de crédito que se renuevan. Están además los recursos de cooperación, y que son no reembolsables, y en donde apoyamos fundamentalmente con cooperación, asistencia técnica. Son fondos importantes que están probablemente por el orden de los US$10 millones, sumando los diferentes países en América Latina. Son 18 los países miembros de CAF, y en líneas de crédito estamos por ese orden.

¿Qué ha pasado en cuanto al interés expresado por CAF de elevar el monto de financiamiento en América Latina?

Hemos cerrado diciembre de 2013 con alrededor de US$18.500 millones de cartera prestada a los 18 países, y esto ha hecho que en el último quinquenio ya sobrepasemos los IS$51.000 millones.

CAF ha tenido cada vez una presencia mayor. En los años 90, de las tres grandes multilaterales, que somos CAF, Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial (BM), CAF sólo tenía 8% de los préstamos de la multilaterales.

En 2013 ya teníamos el 36% de los préstamos de las multilaterales , el BID tiene 37% y BM tiene 27%.

Sin embargo en rubros como infraestructura, todo lo que son carreteras, puentes, el Metro, el Canal de Panamá, etc, somos el primer inversionista en América Latina y también en energía. Esos son dos de los grandes rubros más especializados de CAF.

¿Qué interés tiene CAF en América Central?

Muchísimo. CAF tiene el mismo interés en todos los países latinoamericanos, en el sentido que busca su desarrollo integral y sostenible, y busca también la integración de todos los países. El sueño de CAF es ser un continente unido, un continente con alto desarrollo humano y económico para el bienestar de todos sus ciudadanos, y lograr ser ya un continente de primer mundo.

¿Cuánto tiene destinado CAF para la región en créditos?

Aproximadamente US$10.000 millones prestamos al año en América Latina.

Para poder ser beneficiario de CAF hay que ser accionista de CAF. En América Central no todos los países son accionistas de CAF. Lo son Panamá, República Dominicana y Costa Rica.

Hay otros países que están por entrar a CAF como es el caso de Guatemala. Entonces difícilmente le podemos prestar a un país que no es accionista.

Pero estos países tienen la puerta abierta para poder ingresar a CAF, que es bien sui generis. Es un banco de los países emergentes latinoamericanos y para estos países. Para poder ser usuario de CAF uno tiene que ser primero inversionista de CAF.

En Panamá estábamos en una cartera de U$2.200 millones de cartera, a diciembre de 2013, y la expectativa es seguir creciendo. Panamá es un país muy sólido, con mucha actividad macroeconómica, con un crecimiento sólido y también con políticas de inclusión social muy interesantes. De ahí el interés de CAF de seguir apoyando el desarrollo de las políticas públicas y también del sector privado de Panamá.

¿En qué campos les interesa apoyar de América Central?

En todo lo que es infraestructura marítima. El 90% del transporte mundial es marítimo, y el mar es lo que más tiene Centroamérica, estando por el Pacífico frente a Asia, y con el Canal de Panamá se pueden unir los dos océanos, y Centroamérica podría ser un hub de productos para proveer tanto a Asia como a América del Norte.

Lo que necesita América Central es unirse, porque son individualmente economías muy pequeñas, y con países de relativamente pocos habitantes. Por eso CAF está impulsando la integración regional a través de carreteras, a través del transporte de corto cabotaje a nivel marítimo, a través de puertos, aeropuertos, y de todo lo que es infraestructura de transporte de bienes y servicios.

Por Panamá pasan siete cables submarinos de fibra óptica subterránea, lo que es toda una fortaleza para hacer toda la zona de Centroamérica un hub de telecomunicaciones. Pero para eso necesitan unirse los países, y hay un proyecto muy importante que se llama Mesoamérica, y que CAF lo viene apoyando hace cinco años para tratar de ir uniendo a los países centroamericanos en una visión de conjunto, de sumar en el mercado fortalezas para enfrentar este mundo globalizado. Hoy los países difícilmente se enfrentan solos al mundo, forman bloques.

En Sudamérica tenemos varios grupos de países que nos unimos para diferentes estrategias, y Centroamérica realmente debería pensar con mucha seriedad este tema.

¿Qué falta para superar el rezago que tiene América Latina en materia de infraestructura?

Panamá tiene por ejemplo un enorme potencial logístico, marítimo y aeroportuario. Pero si a nivel marítimo nos comparamos con Singapur, Panamá está bien atrás.

La meta de Panamá es ser mejor que Singapur, en términos portuarios y marítimos. Panamá asesoró a Singapur hace años, y ellos han avanzado más.

Panamá necesita en estos cinco años levantar su capacidad logística a un nivel de primer mundo. Tiene que mejorar sus servicios aduaneros, sus plataformas de transformación, aeropuertos, puertos y todo lo que es el sistema multimodal, porque el Canal de Panamá es de primer mundo. Pero si uno sale del Canal de Panamá y quiere transportar algunos productos al interior (o fuera de la capital panameña) se encuentra con muchas dificultades.

Los agricultores exportadores de café geisha en Chiriquí nos dicen que un contenedor puesto en Panamá para que llegue a Colón listo para ir a Europa, por ejemplo, cuesta US$1.300, y que de Colón a Rotterdam cuesta US$800. Esto pasa por los costos de los camiones, las condiciones de las carreteras y en las aduanas en Panamá. Si hubiese un costo por la zona en Chiriquí que conectara directamente a Europa, podrían ahorrarse US$1.300 por contenedor, con lo cual pueden bajar el precio y tener un café mucho más competitivo a nivel internacional.

¿Son las asociaciones público-privadas un camino para superar el rezago en infraestructura?

Puede ser. Hay que lograr un alineamiento en calidad de todas las conectividades Toda la cadena productiva tiene que estar alineada en calidad, para hacer las cosas en el menor tiempo y mejor.

¿Qué les interesa en los campos social y ambiental?

CAF sostiene que el desarrollo tiene que ser sostenible, y que para eso tiene que tener estabilidad macroeconómica y hacer un esfuerzo en la estabilidad microeconómica, o en la empresa del día a día.

También que el emprendimiento tiene que ser mucho más dinámico, y para ello se requiere de un esfuerzo tanto del sector privado como del sector público.

Además se requiere de la inclusión social y el equilibrio ambiental. Si aquí no cuidamos el recurso agua y no somos responsables con el manejo de los bosques, y en general con todo el medio ambiente, los ecosistemas cambian y podemos ser también responsables de los problemas relacionados con el cambio climático y la desertificación que se está viviendo en el planeta.

¿Cómo ha sido la experiencia de CAF con proyectos como el del Metro de Panamá y el saneamiento de la Bahía?

Especialmente con el del Metro estamos muy contentos, y además porque es un proyecto que lo conocemos desde el inicio. CAF estuvo desde el comienzo dando la mano, y dio asistencia técnica.

Ahí hay prestamos US$600 millones, de los cuales ya hay ejecutados US$595 millones, lo cual demuestra un gran nivel de ejecución en este proyecto.

¿Qué apoyo está dispuesto a dar CAF para que Panamá se convierta en el hub de las Américas en 2020?

Panamá debe seguir fortaleciendo su sistema marítimo y portuario, y teniendo en cuenta la competitividad que ha perdido un poco Panamá en esos campos, y fortalecerse en el tema aduanero y mejorar otros aeropuertos, y no sólo el de Tocumen de la capital panameña.

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