Según Moody's, el aumento de los préstamos en el sistema económico y financiero están poniendo bajo presión las empresas estatales.
La agencia advierte además que el freno del crecimiento chino provocará un aumento de la deuda de los bancos públicos de inversión -responsables de aplicar las políticas gubernamentales- porque las autoridades siguen apostando por la inversión para estimular la economía.
La perspectiva 'negativa' es sinónimo de 'una probabilidad más elevada de un cambio de calificación a medio plazo', indica Moody's. Si la nota China bajará finalmente el país tendría que pagar más intereses para pedir prestado en los mercados internacionales.
En 2015 la deuda pública china aumentó hasta un 40,6% del PIB, frente al 32,5% de 2012, según estimaciones de la agencia.