Quien compra un televisor se da cuenta enseguida de que los nuevos aparatos con sus mediatecas, servicios de streaming y numerosas aplicaciones son mucho más que una tele tradicional. Pero ¿incluye eso también el cine en casa o es mejor para eso un proyector?
En comparación con los televisores, las cifras de ventas de proyectores son reducidas, pero se mantienen estables desde hace varios años.
¿Qué sostiene la demanda? 'Lo decisivo aquí es el tamaño de la imagen', explica Andreas Nolde, de la revista 'Chip'. Aunque los televisores son cada vez más grandes y llegan hasta las 90 pulgadas, con el aumento del tamaño también lo hace el precio.
'Un televisor de más de 65 pulgadas es claramente más caro que un proyector bastante pasable', subraya Bert Kößler, autor de un blog sobre cine en casa. 'Quien quiera una pantalla muy grande no puede evitar comprar un proyector'.
Sin embargo, un proyector también tiene sus complicaciones: 'La instalación es bastante más complicada, es necesario comprar una pantalla para que la imagen se vea bien, la habitación tiene que estar lo más oscura posible y hay que colocar cables en los sitios más insospechados', explica. 'Una Smart-TV se enchufa y ya funciona'.
Y un proyector por sí solo no crea la sensación del cine en casa, hacen falta una pantalla y un sistema de sonido, añade Andreas Nolde.
Roland Stehle, de la Asociación de Electrónica de Entretenimiento (gfu) alemana, también subraya que los precios son muy variables. 'Hay proyectores de más de 10.000 euros', indica, sobre todo los Ultra HD. 'Mientras que en los televisores hay UHD en 65 pulgadas por menos de 2.000 euros, los proyectores UHD son bastante más caros'.
Por otra parte, si uno quiere suscribirse a los servicios de streaming, tampoco es obligatorio el televisor. 'El proyector no es al fin y al cabo más que un reproductor de imágenes, como la TV', dice Bert Kößler. En ese caso da igual si uno enchufa la TV Box a un aparato o a otro.
Tampoco Andreas Nolde ve aquí un problema. 'Con ayuda de Fire TV de Amazon, Chromecast de Google, Apple TV y similares todo proyetor se convierte en inteligente e incluye video bajo demanda de servicios como Netflix o Amazon, libre acceso a Internet y muchas otras aplicaciones'.
Las principales marcas de dispositivos de televisión a la carta (Amazon, Google y Apple) no son una mala opción para convertir un proyector en un aparato inteligente.
'Visto fríamente, una televisión inteligente no ofrece mucho más que una plataforma en la que funcionan diferentes aplicaciones', dice Bert Kößler. Y gracias a la generalización de la conexión HDMI, estos dispositivos se pueden conectar con cualquier tipo de reproductor, entre ellos un proyector.
Quien desee evitar a los grandes de la industria tiene una larga lista para elegir, como 'el HiMedia Q10, Nvidia Shield o un sencillo Raspberry Pi'.
Los jugadores tienen más opciones: consolas como la PlayStation o la Xbox también reproducen varios servicios de streaming. 'Importa más qué quiere uno ver que dónde lo reproduce', comenta Kößler. él personalmente lo tiene claro: 'Quien se toma el trabajo que requiere un proyector es recompensado con una auténtica atmósfera cinematográfica'.
