Casa Palopó es un pequeño hotel boutique de lujo 5 estrellas, ubicado en la ruta al poblado indígena de Santa Catarina Palopó, a siete kilómetros de Panajachel, Guatemala. Es una joya escondida que ya descubrió el turismo internacional de experiencias. Se ubica a las orillas del hermoso Lago de Atitlán, uno de los paisajes naturales más bellos del planeta y desde su privilegiada ubicación, regala a sus visitantes bellísimas vista del lago y de los tres volcanes majestuosos que lo rodean: Tolimán, Atitlán y San Pedro
Isabel Bosch, su propietaria, lo define como "un Boutique Hotel estilo Rustic Chic, donde disfrutamos sorprender y cuidamos todos los detalles". En sus diez habitaciones, y en las bellas áreas comunes del hotel, el visitante puede disfrutar de muebles antiguos, obras de arte reconocidas, linos italianos y colorida cerámica y textiles guatemaltecos. Paz y relajación son los principales placeres que Palopó brinda a sus huéspedes y visitantes. No hay televisión, ni niños pequeños, y las espectaculares vistas, la cuidada decoración, los amaneceres y atardeceres y los sonidos de la naturaleza, garantizan una estancia placentera.
"Desde el primer momento en que llegan al hotel, nuestros visitantes se desconectan del trajín cotidiano y se conectan consigo mismos, con la naturaleza, con sus raíces. Palopó es como una semillita que se va para todas partes del mundo, a través de la gente que nos visita", comparte Bosch.
La semilla ha germinado, y quienes conocen Palopó, viajeros experimentados y sofisticados, nunca lo olvidan. Gracias a ello, el hotel ha sido reconocido por medios especializados en viajes y turismo, como Condé Nast Traveler, que en 2001 lo incluyó entre los 57 mejores hoteles nuevos del mundo y Putovanja Za Dvoje, que en 2013 lo seleccionó entre los diez mejores hoteles ubicados a la orilla de lagos. En 2010, Forbes Life travel issue, lo distinguió en su listado de los mejores hoteles boutique a nivel mundial. En 2006, Casa Palopó fue galardonada con el Premio Andrew Harper que reconoce a los hoteles de lujo de todo el mundo. Asimismo, el sitio de internet Trip Advisor lo colocó entre los 25 hoteles con mejor servicio en Guatemala y en 2014 lo reconoció con el premio a excelencia hotelera.
El más reciente reconocimiento se lo dio esta semana la cadena CNN, que colocó a Casa Palopó en el primer lugar de la lista de los hospedajes más hermosos del mundo ubicados a la orilla de un lago. La publicación incluye en la lista a lagos ubicados en Nueva Zelanda, Italia, Estados Unidos, Chile y Eslovenia, y destaca las vistas que Casa Palopó ofrece y la belleza natural de un lugar que catalogan como aún virgen y desconocido.
El edificio principal del hotel, construido en 1999 como casa, y habilitado como hospedaje de lujo en el año 2000, cuenta con siete habitaciones, decoradas con bellas artesanías guatemaltecas, desde las cuales se disfrutan vistas inigualables del lago. En un terreno superior, se construyó una Villa de estilo contemporáneo, con dos suites bellamente amuebladas, y en la parte exterior, jacuzzi y una piscina infinita. La imagen del lago desde la terraza de las villas, es como el paraíso en la tierra.
6.8, comer es un placer
Otro tesoro del hotel es 6.8 Palopó, uno de los siete restaurantes con las mejores vistas del mundo, según el sitio Web Buzafeed. Además de las preciosas vistas, el restaurante ofrece una sofisticada carta en la que predomina la comida fusión de alto nivel. A cargo de la chef Marcela Jongezzon, hija de Isabel quien se formó y ha trabajado en algunas de las capitales culinarias del mundo como París y Nueva York, 6.8 Palopó ofrece sofisticados platillos nacionales e internacionales para los paladares más exquisitos. Marcela estudio en el Culinary Institute of América (CIA), en Nueva York, trabajo en el Eleven Madison Park, uno de los más exclusivos restaurantes de la metrópoli estadounidense, dirigido por el gran chef Daniel Humm. Antes, se formó en Paris, en The Grand Véfour, el restaurante más antiguo de la ciudad luz, donde se dice que comía Napoleón, a cargo del chef francés Guy Martin. Los dos restaurantes poseen tres estrellas Michelin.
Una selecta carta de vinos, pan recién horneado, helados, miel y jalea artesanal elaborados con los más altos estándares, vegetales y hierbas cortados del huerto del hotel y finos quesos completan la experiencia gastronómica. El toque local lo aporta el chef José Anleu, originario de Panajachel. A mediodía, los visitantes pueden disfrutar además el sabor de Guatemala, con tradicionales tortillas de maíz que ellos mismos pueden preparar y poner en el comal, y una vez cocidas, combinar con guacamole, frijoles negros, queso fresco o pico de gallo.
Si bien el 80% de sus huéspedes son extranjeros, Palopó se abre cada vez más al turismo nacional. Un creciente número de guatemaltecos llegan por el día a disfrutar de un desayuno o un almuerzo en 6.8 Palopó, y a relajarse durante el día en la terraza del hotel. Viajan por auto o en moto desde la capital, a 2 horas y media del hotel y retornan al atardecer. Casa Palopó también cuenta con helipuerto para sus huéspedes que prefieran llegar por aire. Por la noche, una delicada iluminación a base de velas y la vista nocturna de los pueblos del lago hace de una cena en 6.8 Palopó una experiencia romántica para quienes llegan en pareja, y cálida para quienes conviven en grupo.
¿Cuál es el secreto detrás de la gran acogida que está teniendo Casa Palopó en las revistas especializadas del mundo, y entre turistas sofisticados? Para Claudia Bosch es "la calidez, los detalles, el trato mucho más personalizado que brindamos. En este lugar, estamos como congelados en el tiempo, cerca de una civilización que va a mil por hora, pero nuestros visitantes, solo al arribar y encontrarse con esta atmósfera, estas vista, van bajando las revoluciones". Para completar la experiencia, el hotel inauguró este año un Boutique Spa, un pequeño pero acogedor lugar en el que experimentadas masajistas locales consienten a los huéspedes.
"En Casa Palopó lo que tratamos de ofrecerles es la experiencia, y atraer un turismo de más alto nivel, que puede pagar grandes cadenas en las ciudades principales, pero está dispuesta a experimentar y descubre aquí una verdadera joya, y en el Lago de Atitlán, un paraíso por descubrir", concluyó Bosch.
