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Choupette, la mascota mimada que heredará parte de la fortuna de Lagerfeld

El mismo 'káiser' se encargó de convertirla en una celebridad y darle una vida de lujos. La gatita, de ojos azules, será una de las beneficiadas con la fortuna del icónico creador.

2019-02-20

Por AFP

Con sus 50.000 seguidores en Twitter y sus 122.000 en Instagram, Choupette, la gata birmana del diseñador Karl Lagerfeld, es casi tan conocida como su amo, fallecido este martes a los 85 años.

El animal, protagonista de un libro, de campañas de publicidad e incluso de una colección de accesorios felinos, entró en la vida del creador en 2011 y será una de las principales herederas de la fortuna del 'káiser' de la moda, estimada en 400 millones de euros (al cambio actual, son al menos US$453 millones).

'Choupette es el centro de mi mundo. Es una especie de Greta Garbo, tiene algo inolvidable, en su manera de moverse. Me inspira por su elegancia y su actitud', decía el modisto. Le dedicó creaciones como accesorios de colección, diseños exclusivos de ropa y hasta su propio peluche alusivo.

'Esta gata era de un amigo que pidió a mi sirvienta si podía ocuparse de ella durante dos semanas en que se iba de viaje. A su vuelta no recuperó a Choupette. Tuvo otro gato, que engordó, y Choupette se convirtió en el gato más conocido del mundo, pero también en el más rico', dijo Karl Lagerfeld a Vanity Fair.

En el programa de televisión francés 'Le Divan', Lagerfeld reconoció que tenía con ella una relación muy especial. 'Me hace reírme de mi mismo pero al final esto no estorba ni molesta a nadie', dijo.

'Choupette es una chica rica, tiene su propia fortuna. Si me pasa algo, la persona que se ocupe de ella no estará en la miseria', aseguró.

El modisto explicó varias veces que no se quedó el dinero que Choupette habría ganado en sus contratos publicitarios, unos tres millones de euros (al cambio actual, serían unos US$3 millones), según varias fuentes.

Lagerfled, convertido en agente artístico de su gata, rechazó que apareciera en publicidades de comida. '¡Es demasiado sofisticada para esto! Tiene algo único, es como un ser humano, pero con una cualidad, el silencio', decía.

Lagerfled atribuyó a Choupette dos damas de compañía y un guardaespaldas. El animal comía en la mesa junto a su amo, en vajilla de plata.

Más que la ópera, a Choupette le gustaba la música sudamericana y odiaba las voces agudas, según el libro 'Choupette, la vie enchantée d'un chat fashion' ('Choupette, la vida encantada de un gato fashion'), publicado en 2014.

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