La vicepresidenta y canciller panameña Isabel de Saint Malo, atizó la reflexión al considerar que la igualdad de género en lo laboral por las mujeres no se va a dar si no se define por cuotas de participación.
Las mujeres representan para los organismos de seguridad y las aseguradoras un menor riesgo, además de ser trabajadoras confiables y comprometidas con las organizaciones, lo que paradójicamente no se compagina con el nivel de participación laboral, en el nivel de ingreso y en el acceso a la toma de decisiones que tienen respecto a los hombres.
La reflexión la hizo Jorge Quijano, administrador del Canal de Panamá, la empresa pública panameña que ha sido reconocida como modelo de gestión tras haber asumido a fines de 1999 el desafío de transformar la vía acuática del punto estratégico y de defensa que manejaban las fuerzas militares de Estados Unidos a una oportunidad de negocio y desarrollo en la industria marítima en este país de América Central, y por la que se transporta ahora alrededor de seis por ciento del comercio global.
Quijano tocó el punto como el único expositor, en un panel mayoritariamente femenino, en ocasión de un Foro sobre el Empoderamiento de la Mujer organizado esta semana por Banistmo y ONU Mujeres (Entidad de Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres).
Para Saint Malo, la mitad de la población, las mujeres, deberían tener la misma participación en el mundo laboral. Esto se torna difícil cuando no reciben igual salario por igual trabajo. La vicepresidenta indicó que en consejo de gabinete en su país se revisó una propuesta de ley del Banco Nacional para la gobernabilidad y para que un 30 % de la fuerza laboral sean féminas.
"Hay muchas mujeres formadas, pero no se está dando la igualdad en el empoderamiento para la toma de decisiones", sostuvo la vicepresidenta.
Aimeé Sentmat de Grimaldo, presidenta ejecutiva de Banistmo, opinó sobre este punto que puede ser importante establecer en algunos momentos mecanismos de ayuda que generen de alguna manera disciplina en la ejecución, y que si es necesario hacerlo a través de cuotas, podría ser una opción. También apuntó la necesidad de que haya medición de los datos relacionados con la situación laboral de la mujer.
El hombre no lo cree necesario
Pero para el administrador del Canal no es necesario un mandato o una ley para lograr esa mayor cuota de presencia laboral de las mujeres, en un tema en el que se deben tener en cuenta las dificultades que pueden haber al definir ese tipo de temas con los sindicatos.
Quijano admitió que algo que se puede empezar a cambiar hacia el futuro es el tipo de capacitación de las mujeres para que tengan otras posibilidades en el campo laboral, y dijo que las mujeres pueden hacer más cosas que los hombres.
"Quizás la meritocracia esté todavía con estándares muy masculinos", reconoció también.
Según el funcionario en el Canal de Panamá hay 76 pasacables y dos prácticos que son mujeres, en tanto que un 73% del personal administrativo y gerencial está conformado en la operación de este paso interoceánico por personas de sexo femenino.
Quijano reconoció la incidencia que ha tenido el perjuicio al contratar a las mujeres y la falta de apoyo del hombre en las labores de mantenimiento en el hogar y con la familia.
En el Canal de Panamá hay dos mujeres con cargos a nivel de vicepresidencia, si se baja de ese nivel hay un 20%, y que si se baja más hay un 30%,
Buena oportunidad
Cifras destacadas durante el Foro por la presidenta ejecutiva de Banistmo, indican que Panamá tiene un nivel de bancarización cercano a 90%, que se destaca en el contexto latinoamericano.
La que es además la única mujer que lidera una organización financiera en Panamá de ese tamaño, con activos por nueve billones de dólares y 65 por ciento de su fuerza laboral femenina (de un total de 2.350 colaboradores), explicó que al tomar hace cuatro años la responsabilidad de dirigir la institución se encontró en 2015 que 40% de las mujeres tenían una cuenta en Panamá, que sólo 11% había obtenido financiamiento y que sólo 8% de las mujeres tenían una tarjeta.
Esas cifras enseguida le llevaron a pensar en la necesidad de una bancarización equitativa y tomó la decisión de liderar un nuevo esfuerzo, señalando que "no quería una tarjeta de crédito rosada".
Otro de los hallazgos que resaltó la banquera es que la mujer es 52% mejor sujeto de crédito que el hombre, y que "es un súper buen negocio".
La ejecutiva destacó que se consideró entonces en Banistmo que se necesitaba hacer alianzas, refiriéndose al convenio que sellaron el año pasado el banco y ONU Mujeres, para la promoción de buenas prácticas en torno a la igualdad de género.
Cambio de enfoque
Para Saint Malo hace falta un cambio de enfoque y entender que es importante la participación de la mujer para que haya más desarrollo.
Desde la perspectiva de Luiza Carvalho, directora regional de ONU Mujeres para América Latina y el Caribe, ha sido relevante que se haya logrado aprobar en 2015 una ley de paridad en el Parlatino (Parlamento Latinoamericano y Caribeño), que no es vinculante, pero cuya plataforma adoptaron Ecuador, Argentina, México, Costa Rica y Bolivia.
Consideró necesario entender qué perfil tienen las mujeres, y aseguró que América Latina tiene el mejor conjunto de leyes para las mujeres, pero que falta implementarlas, ya que las niñas y las mujeres trabajan demasiado en la región, y al dedicar este esfuerzo a sus familias.
Para Mercedes Eleta de Brenes, presidenta de la Asociación de Mujeres Directoras Corporativas de Panamá, hay paradigmas que hay que romper, y uno de ellos es creer que si alguien gana, alguien pierde. "El hombre no pierde si la mujer se empodera mejor y aporta recursos", sostuvo.
Agregó que es esencial entender que la mujer es complemento del hombre, que las proyecciones de desarrollo sostenible pasan por la mujer, y que la inequidad arranca con la vida en el hogar.
"Cuando una niña queda embarazada se acaban las oportunidades", reflexionó por su parte también la canciller panameña, subrayando que entonces las inequidades golpean a las mujeres y a los niños.
La presidenta ejecutiva de Banistmo aseguró que el del empoderamiento de la mujer debe ser un tema de agenda país, que todos deben tomar como propio.
