Claves del día

Trump ya es N°1 entre republicanos; aún no puede con Hillary

De acuerdo a una encuesta del periódico USA Today y la Universidad de Suffolk, Trump encabeza la lista de precandidatos republicanos con el 17% de los apoyos, dejando atrás al exgobernador de Florida Jeb Bush con 14%.

2015-07-15

Por: PulsoUSA/YahoO! Noticias

La notoriedad de Donald Trump a escala política ha subido como la espuma, no cabe duda, desde que sus declaraciones contra los mexicanos y otros inmigrantes en su discurso de lanzamiento de su precandidatura presidencial -consideradas por la mayoría de los estadounidenses como racistas y ofensivas- lo colocaron en una abierta y enconada disputa con inmensa cobertura mediática.

Trump fue por ello criticado casi por todo el espectro político y rompió con grandes corporaciones como NBC, Univision y Macy´s. Y se ganó, presumiblemente, la animadversión de la inmensa mayoría de la población latina de Estados Unidos. Pero, en contrapartida, su posición estridente y antiinmigrante le ha ganado puntos en las encuestas de preferencia de voto entre los aspirantes a la nominación presidencial del Partido Republicano, al grado de que hoy es ya el #1 entre el grupo de contendientes y suspirantes de esa fuerza política.

De acuerdo a una encuesta del periódico USA Today y la Universidad de Suffolk, Trump encabeza la lista de precandidatos republicanos con el 17% de los apoyos, dejando atrás al exgobernador de Florida Jeb Bush con 14%, al gobernador de Wisconsin Scott Walker con 8%, al senador de Texas Ted Cruz con 6%, al senador de Florida Marco Rubio con 5% y por debajo de esa cifra a los coleros Ben Carson, Rand Paul, Mike Huckabee, Chis Christie, Carly Fiorina, Rick Santorum, Rick Perry, Bobby Jindal, John Kasich y Lindsey Graham.

Estos números sugieren que Trump ha sido capaz de atraerse una porción sustancial de la simpatía del ala más conservadora y extrema del Partido Republicano (lo que puede inferirse de las bajas cifras de candidatos que usualmente se beneficiarían de ese segmento, como Walker, Cruz o Santorum). Así, el peso específico que Trump ha logrado, más sus muchos millones de dólares, lo ponen ya como un contendiente que da dolores de cabeza al aparato tradicional republicano.

Que al final pueda ganar es otra cosa y lo cierto es que nada es definitivo pues, por ejemplo, en encuestas de agosto y septiembre de 2011 (con miras a la elección de 2012), Rick Perry llegó a sacarle 19 puntos de ventaja a Mitt Romney, y al final la candidatura del entonces gobernador de Texas se despeñó con un gran ‘Oops’ y Romney ganó la nominación republicana. En el mismo sentido, Herman Cain llegó a colocarse en primer lugar con 7 puntos de ventaja en encuestas de octubre de 2011 e incluso en fechas tan tardías como febrero de 2012 (ya en plena elección primaria), Santorum por momentos logró ventaja sobre Romney. Pero al final ninguno de ellos logró superarlo en la cuenta real de electores en la Convención Republicana.

Además, el 17% de Trump resulta suficiente para ponerlo al frente de una contienda republicana muy fragmentada y con numerosos candidatos, pero no es claro que pueda tener el suficiente impulso para superar a los candidatos más fuertes -Bush y Walker- en una contienda con menos aspirantes, como posiblemente será el caso más avanzado el proceso primario.

Aún es pronto para saberlo pero, por otro lado, el liderato de Trump parece pírrico y vacío cuando se compara con el resultado de una encuesta que lo enfrenta con Hillary Clinton, la puntera del Partido Demócrata. En un hipotético duelo Clinton vs Trump, el polémico magnate recibe solo el 34% de los votos, 17 puntos detrás de Clinton, que obtuvo el 51% de la intención de voto. Es la mejor cifra de Clinton ante otros aspirantes republicanos (Bush, Walker, Rubio, Paul, Huckabee y Carson) y la de Trump es la peor de todos los contendientes republicanos ante Clinton, de acuerdo a cifras recopiladas por el portal Real Clear Politics.

Así, las encuestas indican que si bien Trump es puntero e hipotéticamente podría ganar la nominación republicana si se dieran los factores necesarios para ello, el magnate fracasaría estrepitosamente en la elección presidencial y dejaría -con más probabilidad que ningún otro republicano- a los demócratas en la Casa Blanca al menos por 12 años consecutivos.

El ‘factor de elegibilidad’ de Trump resulta entonces bajo y por ello sus posibilidades reales de éxito son reducidas, si bien actualmente su burbuja concita sorpresa, animosidad y dolores de cabeza a muchos.

Aún es pronto en el proceso electoral estadounidense y muchas circunstancias inesperadas aún podrían suceder de aquí a la elección de noviembre de 2016. Pero al paso actual la metáfora del corredor de maratón que acelera en los primeros kilómetros hasta consumirse por completo antes de llegar a la meta, superado después por competidores con mayor condición y estrategia, sería aplicable al caso de Trump y sus rivales republicanos.

Pero todo puede cambiar, y el bolsillo de Trump para financiar una campaña activa y amplia podría ser un factor de peso en ello.

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