Claves del día

Solís cometió 'error político” en anuncio de crisis fiscal tica

Incertidumbre genera implicaciones para todos los partidos, de cara a las próximas elecciones presidenciales; y a su vez, inciden en decisiones de inversión económica de las empresas

2017-08-14

Por: María José Núñez Chacón - estrategiaynegocios.net

Días atrás, el presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, dijo en cadena nacional que el país se encuentra en una situación de falta de liquidez, un anuncio que analistas consideran como un error político, e incluso una torpeza táctica de parte del mandatario, pues aunque no es nuevo que el país enfrenta una crisis fiscal, la noticia resultó alarmante y de grandes críticas.

El problema que ven los expertos no es el anuncio en sí, pues no era el primero que Solís hacía sobre esta temática, pero sí la forma en que lo hizo, sin ninguna pedagogía política, revelando incluso que no había dinero para hacer algunos pagos que tenía pendiente el gobierno.

De acuerdo con el analista político Francisco Barahona, el error estuvo en la información que dio, sin tener cuidado de que dicho mensaje sería visto no solo por los costarricenses, sino por el empresariado, la banca y la comunidad financiera internacional.

"Sin necesidad de pruebas, el anuncio fue como declarar amenaza de bancarrota del Estado. No es estratégico hacerlo de esta forma, mucho en menos en tiempos electorales, definitivamente la forma en que se hizo evidencia falta de cuido y tacto político, sin medir las posibles consecuencias", detalló Barahona.

Estas consecuencias posteriores eran fácilmente medibles con anticipación, pero el gobierno al parecer no tuvo el ojo político para verlas, pues en el fondo lo que buscaba era generar una presión en el Poder Legislativo para lograr reformas en materia fiscal.

El asunto de evidenciar la situación fiscal, dijo Barahona, tiene un problema de forma y no de fondo, pues es cierto que había que contar el problema de las finanzas públicas, pero para efectos de cómo se conducen los temas políticamente no se le dio el énfasis y el lenguaje adecuado, dejando una claridad negativa de lo que pasa en el país.

"Aunque el ministro y viceministro de Hacienda han hecho un esfuerzo por justificar la forma en que se dio el anuncio, y evidenciar que el presidente quería comunicar la urgencia de que la Asamblea Legislativa se hiciera responsable con los proyectos de ley de reforma fiscal que están pendientes, lo cierto es que el error podría presentar consecuencias negativas, como aumento en tasas de interés y un incremento en las tasas del mercado financiero internacional cuando salgamos a colocar bonos", enfatizó el analista político.

Una discusión que llegará a bancadas

En un esfuerzo por obligar la negociación de todos los grupos involucrados en la Asamblea Legislativa, Solís se jugó el todo por el todo, haciendo alarma de una situación fiscal que está al borde del abismo.

Según Gustavo Araya, analista político, el gobierno cometió un exceso de sobrepresión en la Asamblea Legislativa para lograr un avance en el análisis de los proyectos de reforma fiscal.

Esto porque recientemente la OCDE fue enfática en la necesidad de que Costa Rica aprobara iniciativas para solventar su problema fiscal y de cara a sesiones extraordinarias en el Plenario Legislativo, hubiera sido posible aprovechar ambos escenarios para lograr mayor acción por parte de los diputados.

"Pero con el anuncio alarmante, el gobierno que buscó obligar a ese diálogo expuso innecesariamente al presidente Solís, ya que el mensaje debió estar a cargo de un funcionario de menor rango, además se le recordó a la gente que las acciones de solución fiscal no se hicieron desde el inicio de la administración, sino hasta dos años después, complicando la imagen del país", señaló Araya.

Estas acciones son calificadas por el experto como un exceso de drama, poniendo en vilo a las calificadoras de riesgo y a los inversionistas, tomando en cuenta que no le suma ni le agrega a la solución.

Pero claro, que ante tal alarma se voltea la óptica a la obligatoriedad de ser discutir la crisis por parte de los diputados y buscar una alternativa pronto, frente a un panorama límite que no estaba hace dos años.

Por su parte, en su análisis, Barahona explicó que es muy probable que el objetivo del gobierno no fuera asustar, sino alertar y pasarle esa responsabilidad a los legisladores, quienes han sido débiles en estudiar las propuestas presentadas para resolver el problema fiscal.

Aunque ya se habían logrado algunos acuerdos, entre presidentes de bancadas en una propuesta inicial, que establecía una serie de cambios, pero que no había avanzado lo suficiente.

"Pienso que el gobierno se lava en exceso las manos, porque al negarse durante dos años entrarle al tema fiscal no fue responsable, aunque sabemos que una propuesta de campaña fue no tocar el tema por los primeros dos años, debió hacerlo. No era solo hablar del problema, era comprometerse desde el primer año para reducir la problemática, pero en realidad lo que hizo fue elevar en un 19% el presupuesto de gasto", indicó Barahona.

Un camino empedrado para candidatos

Mucho se ha dicho que la situación fiscal del país es resultante de antecedentes como el gobierno de Oscar Arias, cuando se disparó enormemente el déficit fiscal, así como la Administración de Laura Chinchilla, en la cual no se dieron las reformas necesarias, y más bien creció aún más el problema. Ambos gobiernos del Partido Liberación Nacional (PLN), dejaron la pelota al mandato del Partido Acción Ciudadana (PAC), de Luis Guillermo Solís.

Frente a un año de campaña electoral, la falta de una definición clara por parte de los electores y un anuncio de falta de liquidez del país complica la situación para todos los partidos políticos y candidatos.

Así lo consideró Gustavo Araya, enfatizando que para Carlos Alvarado, candidato del PAC, los errores del gobierno se le achacarán fuertemente, pues también fue parte de esta administración, por lo tanto, su papel en la campaña contará con un elemento en contra.

Pero la problemática no solo lo golpeará a él, ya que Antonio álvarez Desanti es miembro del PLN, miembro del partido que durante dos administraciones no tomó acciones correctivas al tema fiscal, por el contrario, lo agravaron severamente.

"Vemos que al PLN se le complica la situación, igual que al PAC, incluso cayó en el discurso suicida al señalar que efectivamente la crisis viene de años atrás, en fracciones legislativas que no tomaron acciones, es decir corresponsables del problema", dijo Araya.

Tampoco se ve bien para el Partido Unidad Social Cristiana, pues desde su bancada legislativa ha estado opuesto al tema de impuestos y sostiene que se resolvería por la vía del gasto, pero no han señalado contundentemente que elementos eliminarían o subjecutarían.

Ahora el presidente Solís, presentó un proyecto para solventar la problemática, dejando la responsabilidad a los diputados, quienes tienen la oportunidad de acogerlo y darle trámite de vía rápida y que el gobierno actual asuma el costo político. No obstante, de no contar con los votos para la vía rápida, la reforma pasará a manos del próximo gobierno, dando al traste con la iniciativa.

El tema no se quedó dentro de las fronteras costarricenses, sino que trascendió otros ámbitos, y esto es lo que preocupa a los analistas, pues genera una incertidumbre para los inversionistas internacionales, quienes, si estaban pensando en invertir en el país, podrían pensarlo dos veces para hacerlo efectivo.

El empresariado asegura que el problema radica en el incremento de los gastos del gobierno, mientras que el sector social y sindical aduce un fuerte peso a la enorme evasión y defraudación fiscal del sector privado.

Lo cierto es que la situación sí está a las puertas de una crisis, por lo que se tienen que tomar medidas correctivas y establecer, se quiera o no, una reforma fiscal, que pasa por recorte de gastos públicos, así como el establecimiento de nuevos control y probablemente mayores imposiciones tributarias.

"Nos preguntamos si la situación es más complicada de lo que parece, yo digo que se convertirá en una situación más grave si la Asamblea Legislativa no toma alguna decisión, entonces sí será complejo porque el nuevo presidente entrará con un déficit cercano al 7% y eso es muy delicado, no solo limita los planes del próximo gobierno, sino que obliga a profundizar en el tema de reforma pero en ambiente de luces rojas y no amarillas como tenemos ahora", concluyó Barahona.

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