Por Prensa Libre
Una disminución de 7,6% en los envíos de remesas familiares para los países del triángulo norte de Centroamérica -Guatemala, Honduras y El Salvador- es el cálculo del impacto por el endurecimiento de las políticas migratorias en Estados Unidos.
El dato fue revelado en el estudio "La política migratoria de los EE. UU., y su impacto en el triángulo norte de Centroamérica", desarrollado por Emanuel Abuelafia, economista líder del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en el cual se compara que la disminución de los envíos sería casi similar a la crisis económica del 2008.
El aporte de las remesas en la economía representa más del 10% para los países del Triángulo Norte, que superan las exportaciones.
Ubaldo Villatoro, experto en temas migratorios, dijo que es muy probable que las acciones que se están implementando provoquen una baja en los despachos de remesas, aunque eso se confirmará al final del año, si se registra una tendencia negativa para los países receptores.
"El documento del BID tiene su lógica, ya que en su conjunto todas las medidas que se vienen implementando inciden en que se dé una menor proporción de migración que se venía manteniendo", afirmó. Por otro lado, desestimula la estadía de las personas que habían logrado llegar.
Villatoro reconoció que, a pesar de todas las medidas de control por parte de las autoridades de Estados Unidos, la migración continuará, pero ya no al ritmo anterior. Además, que las deportaciones se mantendrán "fuertes" mensualmente.
Una disminución de 7,6% en los envíos de remesas familiares para los países del triángulo norte de Centroamérica -Guatemala, Honduras y El Salvador- es el cálculo del impacto por el endurecimiento de las políticas migratorias en Estados Unidos.
El dato fue revelado en el estudio "La política migratoria de los EE. UU., y su impacto en el triángulo norte de Centroamérica", desarrollado por Emanuel Abuelafia, economista líder del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en el cual se compara que la disminución de los envíos sería casi similar a la crisis económica del 2008.
El aporte de las remesas en la economía representa más del 10% para los países del Triángulo Norte, que superan las exportaciones.
Ubaldo Villatoro, experto en temas migratorios, dijo que es muy probable que las acciones que se están implementando provoquen una baja en los despachos de remesas, aunque eso se confirmará al final del año, si se registra una tendencia negativa para los países receptores.
"El documento del BID tiene su lógica, ya que en su conjunto todas las medidas que se vienen implementando inciden en que se dé una menor proporción de migración que se venía manteniendo", afirmó. Por otro lado, desestimula la estadía de las personas que habían logrado llegar.
Villatoro reconoció que, a pesar de todas las medidas de control por parte de las autoridades de Estados Unidos, la migración continuará, pero ya no al ritmo anterior. Además, que las deportaciones se mantendrán "fuertes" mensualmente.
Impacto directo
El informe detalla que hay por lo menos cinco acciones que el Gobierno de los Estados Unidos ha anunciado, que viene implementando y que tienen un impacto directo sobre las condiciones laborales y las oportunidades económicas de los migrantes que en la actualidad residen en ese país.La primera consecuencia es la no renovación del Estatus de Protección Temporal (TPS), que afectará las posibilidades económicas para unas 270 mil personas de El Salvador y Honduras, que son los beneficiados.
En segundo lugar, la eliminación del programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (Daca), que tendrá un impacto a unos 60 mil jóvenes que se han beneficiado.
La tercera acción es el incremento del control migratorio en el interior del país, en donde han aumentado los operativos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) para la detección de trabajadores irregulares.
Además, el endurecimiento de las políticas de control laboral, que aunque no está en discusión la obligatoriedad de los estados a adherirse a sistemas como el E-Verify -sistema que compara información si una persona está autorizada para trabajar-, se podría esperar que la situación actual incremente la cautela por parte de los empleadores al contratar migrantes irregulares.
Por último, el fortalecimiento del control en fronteras, en el cual la administración de EE. UU. ha solicitado un aumento sustantivo al control en las zonas fronterizas, incluyendo la expansión del muro en la frontera sur.
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Transmisión
El estudio dice que para los ciudadanos que están viviendo en los EE. UU. los cambios de la política migratoria podrían implicar mayores dificultades para conseguir un trabajo, una acelerada disminución de sus ingresos y cantidad de horas que laboran.Además, que los obligará a moverse en sectores informales de la economía, donde el ingreso es menor y más volátil, o los moverá a abandonar el mercado laboral por completo, lo que provocaría una disminución de los despachos de envíos.
Otro canal es que existe una proporción de migrantes residentes en Estados Unidos que, por el endurecimiento de las políticas, podrían retornar a sus países de origen, pero se traerían consigo sus ahorros.
El documento concluye que las personas estarán cada vez más dispuestas a viajar de manera irregular a los EE. UU. y lograr emplearse en alguna actividad productiva.
