Estos defectos de las baterías pueden, en algunas circunstancias, desatar incendios, lo que llevó a GM a llamar a revisión 142.000 vehículos en varias etapas y suspender temporalmente la producción de baterías.
El fabricante anunció cuando publicó sus resultados del segundo trimestre a inicios de agosto que el llamado a revisión le costó US$800 millones, y semanas más tarde dio cuenta de un sobrecosto de 1.000 millones por ese procedimiento.
Este martes llevó la cifra a unos US$2.000 millones, de los cuales, en vista del acuerdo con LG, pasará 'a sus cuentas del tercer trimestre una suma que cubrirá US$1.900 millones', según un comunicado.
'LG es un proveedor apreciado y respetado de GM y estamos contentos de alcanzar este acuerdo', indicó Shilpan Amin, responsable de la cadena de aprovisionamiento de GM. El grupo prevé comenzar a reparar vehículos de clientes este mes.