Claves del día

La vulnerabilidad de Centroamérica a 20 años del Mitch

Dos sistemas de baja presión han provocado inundaciones en la región centroamericana. Este año se cumplen dos décadas del impacto en la región del Huracán Mitch.

2018-10-07

Por estrategiaynegocios.net

El Huracán Mitch es uno de los huracanes más mortíferos de la historia. El meteoro, que impactó al istmo entre el 22 de octubre y el 5 de noviembre de 1998, dejó más de 10.000 muertos solo en Honduras, mientras que en Nicaragua dejó sin hogar a 500.000 personas y acabó con el 30% de la cosecha de café.

A pocos días del aniversario de esta tragedia una nueva emergencia climática vuelve a recordar al mundo sobre la fragilidad del istmo centroamericano y del riesgo que las naciones -enclavadas entre los océanos Atlántico y Pacífico. enfrentan por el cambio climático.

En Honduras, las torrenciales lluvias obligaron a los organismos de socorro a albergar en refugios temporales a cerca de 3.000 personas en tres de los 18 departamentos del país, declarados por el gobierno en alerta roja luego de 72 horas de lluvia.

La alerta implica que los habitantes de las riberas de ríos o zonas propensas a deslizamientos de tierra deben salir de inmediato para evitar poner en riesgo sus vidas.

El temporal dejaba ya seis muertos, entre ellos una madre con sus dos hijas pequeñas que quedaron sepultadas por las paredes y el techo de su casa en el oeste del país.

'Con el Huracán Mitch pasé lo mismo', dijo a la AFP Francisca, de 45 años, albergada en la escuela de la Colonia Betania, sur de la capital.

El Mitch es el peor desastre natural sucedido en Honduras. Azotó en la última semana de octubre de 1998 dejó unos 8.000 desaparecidos y pérdidas materiales estimadas en US$5.000 millones.

El jefe de la estatal Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), Lisandro Rosales, informó hoy que 7.013 personas resultaron afectadas por las lluvias, de las cuales 3.069 debieron ser evacuadas y 2.746, albergadas.

Indicó que los albergados están en 18 refugios temporales habilitados en los tres departamentos declarados en alerta roja: Francisco Morazán (donde queda la capital), Choluteca y Valle (sur).

El presidente Juan Orlando Hernández aseguró, horas después de declarar la alerta roja, que la situación tiende a empeorar porque se pronostica más lluvia.

Rosales indicó que las 48 horas de la alerta roja terminan el lunes, pero no descartó que tengan que ampliarla por un sistema de baja presión que está provocando más precipitaciones, sobre un suelo con un nivel de saturación de entre 80 y 100%.

En El Salvador, otro de los países impactados por el Mitch se confirmó la muerte de una mujer, al interior de su automóvil aplastada por un árbol derribado por los fuertes vientos en una carretera en el municipio de Jujutla, 101 kms al suroeste de la capital.

Además de los fallecidos, Protección Civil reportó que diez personas resultaron lesionadas y 569 fueron evacuadas y llevadas a albergues, principalmente en los orientales departamentos de Morazán y San Miguel.

Protección Civil, que mantiene alertas en el país para atender emergencias entre la población, también indicó que las lluvias anegaron poco más de 350 viviendas en municipios de la zona costera y en el oriente del país.

Mientras que Nicaragua, las autoridades reportan cuatro muertos y 13.000 personas afectadas principalmente por anegaciones de viviendas. Algunas familias que habían sido evacuadas 'comenzaron a regresar a sus hogares en algunos sitios donde las lluvias han amainado', informó a medios oficiales el co-director del Sinapred, Guillermo González.

En Tipitapa, 20 km al norte de Managua, uno de los municipios golpeados por las inundaciones, un total de 3.269 personas están en albergues temporales mientras se restablece la situación, dijo González.

'Las precipitaciones han superado los 400 milimetros; es mucha agua y los suelos están muy saturados', dijo González.

Las precipitaciones han afectado 3.050 viviendas, de las cuales tres han sido totalmente destruidas, y 54 sufrieron daños parciales, según el reporte oficial.

El fenómeno meteorológico, que se pronostica seguirá en las próximas horas, ha afectado a 12 de los 17 departamentos en los últimos cuatro días.

Las autoridades mantienen una alerta amarilla con la activación de cuerpos de socorro para atender a la población ante la emergencia.

Una región vulnerable

Los eventos naturales adversos han demostrado suficientemente que pueden acabar con décadas de desarrollo en cuestión de segundos. Es más, las pérdidas económicas que provocan son mucho mayores, como porcentaje del producto interno bruto, en los países en desarrollo que en los países industrializados.

De acuerdo con el Banco Mundial, en Centroamérica los desastres naturales causaron más de 29.000 muertes y US$16.500 millones en daños entre 1980 y 2010. Y eso no incluye los estragos de la Depresión Tropical 12-E, que causó la pérdida de 117 vidas, afectó a más de 2.5 millones de personas y provocó daños y pérdidas por casi US$2.000 millones.

De acuerdo con previsiones de organismos multilaterales, los daños causados por desastres naturales serán cada vez peores.

Según estudios de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) los daños podrían duplicarse cada década a no ser que se implementen amplias medidas de reducción de riesgos.

Si una crisis económica global puede anular las ganancias económicas y sociales que tanto nos han costado, un huracán o un terremoto pueden tener el mismo efecto.

Cada vez más evidencia empírica que vincula a estos desastres con el cambio climático. Estamos entonces ante una injusticia global de enorme magnitud. De una parte, América Central contribuye menos del 0.5 por ciento de las emisiones globales que causan el cambio climático. Sin embargo, es una de las regiones más impactadas por fenómenos naturales debido a su vulnerable ubicación geográfica.

En ese sentido, algunos pensarían que es poco o nada lo que Centroamérica puede hacer. Que al igual que las crisis económicas recientes, Centroamérica es la víctima de las acciones del mundo industrializado.

Centroamérica es considerada una de las zonas del mundo más vulnerables a los efectos del cambio climático, a pesar de ser responsable de solo el 0,5% de las emisiones de gases de efecto invernadero; en los últimos años fue golpeada por desastres naturales que dejaron decenas de muertos y cientos de millones de dólares en pérdidas materiales.

Para Osvaldo Canziani -integrante del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), quien ganó el Nobel de la Paz en 2007-, en el mundo hay "intereses de países que traban soluciones" en un tema tan sensible como es el calentamiento del planeta, que exacerba los procesos de contaminación y hace sufrir a la salud humana.

El especialista insiste en que él habla como "científico", pero que las recomendaciones desde la ciencia dependen de los políticos, que son quienes deben tomar las decisiones.

En ese sentido, la comunidad de estudiosos considera cada vez más necesario generar una corriente de opinión que obligue a quienes gobiernan y toman resoluciones a corregir el rumbo.

"Todos saben que la tierra se calienta, todos saben que los problemas son graves, pero muchas veces los planes no se aprueban. No salen, porque los intereses existen", apunta.

En ese sentido "hablar del cambio climático sin pensar en el ser humano es un crimen", dice, y subraya que quien piensa meramente en el calentamiento y se olvida el resto "está cometiendo un error. El sistema es totalmente cerrado e integrado. Como dice el Bourroughs Institute: los ecosistemas son el enlace entre la vida y el planeta".

El científico advierte que se debe distinguir qué pasa con el cambio climático en cada región del mundo. "No es lo mismo estar sometidos a una tormenta en un país desarrollado, que tiene medios de comunicación, tiene respuesta inmediata, tiene hospitales, que estar en una Isla del Caribe".

La lupa en la región

Para el científico Eduardo Calvo Sanz, la situación en el futuro inmediato es de gran incertidumbre: "Es difícil de pronosticar cuáles son las situaciones climáticas y económicas asociadas; el cambio climático forma parte de un paquete más grande, de una economía hipertrofiada por el petróleo", dice.

A su criterio, la tendencia es que, en cada región geográfica, se agudicen los fenómenos naturales, ya sea porque alcancen valores extremos en intensidad o en el número de episodios. "El desequilibrio ambiental empuja hacia eso", resume.

Canziani indica que "hay un recalentamiento terrestre definitivo. No hay escapatoria. Solo los que tienen fuertes intereses pueden tender a negarlo". En ese contexto, recuerda que el informe del Grupo de Trabajo 1 del PCC fue terminante acerca de que los eventos extremos, sean lluvias intensas, tornados o huracanes, se van a multiplicar.

En ese sentido, insiste -como ya lo ha hecho en numerosas conferencias internacionales- en que el problema del Caribe no son particularmente las tormentas tropicales, sino el aumento del nivel del mar a causa del calentamiento global como consecuencia del efecto invernadero; lo que, a su vez, genera un incremento en el número de fenómenos meteorológicos.

Con dos o tres grados más de temperatura en la Tierra las consecuencias -según Canziani- serían una disponibilidad creciente de agua en los trópicos húmedos, en latitudes altas. Se produciría una "africanización" de todo el sur de Europa, con sequías muy marcadas y falta de agua. La cuenca del Mediterráneo se secaría. Las zonas de los desiertos se quedarían sin agua y las áridas lo serían aún más. Habría más sequías en el sudoeste estadounidense y en México.

Cronología de catástrofes

Durante los últimos años, las catástrofes naturales en todo el mundo han venido en aumento. El impacto del cambio climático, y de acuerdo con los científicos, la misma naturaleza de los procesos geológicos del planeta han hecho que los desastres naturales no solamente sucedan con mayor frecuencia, sino que sean más potentes.

Fecha: 23 de diciembre de 1972
Catástrofe: Terremoto de Managua
Magnitud: 6,2 grados escala Richter
Lugar: Nicaragua
Daños: Las cifras oficiales hablan de casi 20.000 muertos, aunque otras estimaciones elevan esa cifra hasta las 45 mil defunciones

Fecha: 22 de octubre al 5 de noviembre de 1998
Catástrofe:Huracán Mitch
Magnitud: categoría 5 escala Saffir- Simpson
Lugar: Centroamérica
Daños: 11.000 muertes, cerca de mil desaparecidos, $5 mil millones en pérdidas materiales y económicas.

Fecha: 13 de enero de 2001
Catástrofe: Terremoto en El Salvador, alud de Santa Tecla
Magnitud: 7,6 grados Richter
Lugar: El Salvador
Daños: 944 fallecidos, más de un millón de damnificados.

Fecha: Del 1 al 5 de octubre de 2005
Catástrofe: Huracán Stan
Magnitud:Categoría 1
Lugar: Centroamérica y México
Daños: Al menos 1.600 muertes.

Fecha: 31 de agosto - 5 de septiembre de 2007
Catástrofe: Huracán Félix
Magnitud: Categoría 5 Escala Saffir Simpson
Lugar: Centroamérica y el Caribe
Daños: 130 fallecidos, al menos US$52 millones en daños

Fecha: 28 de mayo de 2009
Catástrofe: Terremoto en Honduras
Magnitud: 7,3 grados
Lugar: Cerca de la isla de Roatán
Daños: 7 muertes, 3.000 viviendas y 27 puentes afectados

Fecha: 12 de enero de 2010
Catástrofe: Terremoto en Haití
Magnitud:7,0
Lugar: Puerto Príncipe
Daños: 316.000 muertes, más de un millón y medio de damnificados, cientos de millones de dólares en infraestructura.

Fecha: Octubre de 2011
Catástrofe: Inundaciones
Lugar: Centroamérica
Daños: Un sistema de baja presión afectó a 6 países de la región, dejando 105 fatalidades, 800.000 damnificados y millones de dólares en pérdidas.

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