El Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), con el apoyo de la Fundación Friedrich Ebert, realizó un foro en el que presentó su primer análisis del proyecto de presupuesto para 2015 de Guatemala, planteando algunas advertencias y recomendaciones.
En febrero pasado el Icefi estimó que en 2014 la recaudación tributaria sería de 49 millardos de quetzales, advirtiendo que no se alcanzarían las metas de recaudación acordadas con la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), y que la carga tributaria en 2014 sería, a lo más, 10,8%.
Las proyecciones de ingresos contenidas en el proyecto de presupuesto para 2015 confirman las estimaciones del Icefi, el Ejecutivo proyecta para 2015 ingresos tributarios por 52,4 millardos de quetzales, 6,9% sobre el cierre estimado de ingresos para 2014.
Aunque el Icefi considera esta proyección más cercana a la realidad, advirtió con preocupación que estas desnudan una crisis en los ingresos fiscales, ya que en 2015 la carga tributaria estaría cayendo al 10,7%.
Ante la deficiencia en los ingresos, el Ejecutivo propuso elevar el déficit fiscal, el cual pasaría de un estimado de 1,6% del PIB en 2014 (1,9% del PIB si el Congreso aprueba los 4 millardos de quetzales adicionales en bonos que el Ejecutivo solicitó para 2014), a 2,5% del PIB en 2015.
El Icefi explicó que ante la no aprobación del proyecto de presupuesto de 2014, el Ejecutivo interpretó la Constitución en el sentido que, al quedar vigente el presupuesto de 2013, tenía autorización "automática" para repetir en 2014 la colocación de bonos autorizada para 2013.
El Icefi expresó preocupación, ya que esta interpretación genera incentivos perversos para no aprobar el proyecto de presupuesto para 2015, ya que los bonos aprobados para 2014, estarían "automáticamente" autorizados para 2015.
En este sentido, advirtió que entonces el oficialismo podría considerar que, en vez de aprobar el proyecto de presupuesto para 2015, le resulte más conveniente aprobar los 4 millardos quetzales de bonos para 2014, que según la interpretación (posiblemente inconstitucional), estaría también "automáticamente" aprobada para 2015.
La entidad consideró que este esquema debilita severamente el control sobre el endeudamiento público y pone en peligro la sostenibilidad de las finanzas públicas.
El Instituto lamentó que con una carga tributaria en caída, déficit fiscal creciente y un debilitamiento del control sobre el endeudamiento público, el proyecto de presupuesto para 2015 no ofrece mejoras en la efectividad y la calidad del gasto público.
Al comparar las asignaciones recomendadas para 2015 con las de 2014 vigentes a la fecha, como porcentaje del PIB prácticamente todas las entidades de gobierno sufrirán recorte en sus asignaciones de gasto.
En contraste, la asignación para el servicio de la deuda pública como porcentaje del PIB en 2015 será casi 10% más grande que la asignación vigente en 2014.
Ante esta situación, el Icefi expresó preocupación en cuanto a que este presupuesto no permitiría cumplir las promesas electorales y los compromisos de los tres pactos (Hambre Cero, Seguridad y Justicia, y Fiscal para el Cambio).
Además, no deja claro si el pacto colectivo de condiciones de trabajo con el Magisterio Nacional está cubierto y cuestionó la legitimidad de algunas asignaciones de gasto, las cuales podrían estar vinculadas a la campaña electoral.
Finalmente, el Icefi advirtió que la aprobación de iniciativas de ley que buscan crear o ampliar privilegios fiscales, como la de "promoción de inversiones y empleo", de "fomento al empleo", o de apoyo a deportistas de alto rendimiento, debilitarían aún más a las finanzas públicas.
